Cuando una visita viene a la iglesia por primera vez es importante que sea bien recibida. Además, el ambiente debe ser cómodo, ofreciendo una mayor oportunidad de conocer y experimentar a Jesús, y ayudándolo a crear lazos con la comunidad. Entonces, ¿ qué debería tomar en cuenta para garantizar que esto suceda en su iglesia? Aquí encontrará algunos pasos que lo ayudarán a que las visitas regresen el sábado siguiente.
PASO 1. La bienvenida
¿Pensó alguna vez que la primera impresión de sus visitas se construye a partir del estacionamiento y no solo a la entrada de la iglesia? Lo crea o no, el estacionamiento será decisivo para que sus visitas se sientan bienvenidas. Entonces, reflexione sobre estos puntos:
¿Las visitas encuentran lugares para estacionar cerca de su iglesia? ¿Existe una señalización adecuada para mostrar dónde ubicarse en el estacionamiento? ¿Hay alguien ayudando a las visitas que no conocen el área para saber dónde pueden o no estacionar? ¿Existe algún tipo de bienvenida en el estacionamiento? ¿Qué piensan cuando circulan por las instalaciones de la iglesia? ¿El piso de la iglesia está limpio? ¿El pasto está cortado?
Esta parte de su experiencia de adoración, a veces, puede desempeñar una gran fuerza en la decisión de volver al lugar. También muestra el interés de la iglesia en recibir nuevas visitas. Pregúntese, ¿por qué tiene un/a recepcionista en la puerta? ¿Están ahí para los miembros o las visitas? ¿Se destacan y son visibles o están mezclados con todos los demás y nadie los reconoce? Un invitado, que viene por primera vez, está buscando a alguien para obtener instrucciones e informaciones sobre su iglesia. Aunque a todos los miembros les gusta recibir una cálida recepción, la prioridad principal de los recepcionistas está en hacer que nuestros huéspedes se sientan bienvenidos y en proveerles informaciones e instrucciones a medida que entran a la iglesia. ¿Cómo lo hace usted? La mejor manera de recibir a alguien es siendo usted mismo, con una sonrisa. Asegúrese que sus recepcionistas están preparados para ayudar a las personas y que pueden, no solamente saludarlas, sino también encontrar a miembros que acompañen a las visitas durante el culto. No se olvide de pedirles que anoten algunas informaciones acerca de la persona, para poder enviarles un mensaje o hacerles una visita durante la semana. Otra excelente idea es presentar a la persona a la iglesia, no solo el nombre, sino alguna otra información que le haga pensar que realmente es especial en la comunidad. Puede ser algo divertido como el plato favorito o cómo decidió ir a la iglesia.
No olvide que cuando alguien está en una experiencia inédita, los cinco sentidos de la persona se agudizan. Es importante que todo esté limpio y ordenado y que la persona sienta que la iglesia es un lugar especial. Esto incluye fragancia en los baños, que las alfombras estén limpias, y las salas de la Escuela Sabática también lo estén. Recuerde que todo se resume a la experiencia de sus invitados.
PASO 2: Conéctese
¿Sabía que si un invitado interactúa con más de cinco personas en su primera visita a la Iglesia, la posibilidad de que ella regrese aumenta drásticamente? ¿Qué significa esto? Que usted y sus miembros necesitan tratar de conocer intencionalmente a los que no son miembros de la iglesia los sábados de mañana. Esta, sin duda, es la parte principal en su meta de dejar a sus invitados cómodos. No sea insistente o falso, con solo un apretón de mano y alguna pregunta amigable podrá causar un impacto enorme sobre la impresión del invitado en su iglesia.
Junto con la conversación inicial, otra parte importante es el registro de informaciones básicas de la persona, para que la recepción no se limite solo a ese momento, sino que se extienda durante la semana. Se puede enviar algún obsequio básico a la casa de la persona como un DVD o un libro misionero firmado por algunos miembros de la recepción que la visita ya conoce.
PASO 3: Invitación
No deje a una visita sin una invitación a otro evento. Tenga siempre en mente algún tipo de evento especial y diferente al que usted pueda invitarla. Alguna tarjeta o folleto puede ayudar a la persona a recordarlo. Puede ser alguna presentación musical, un homenaje a alguien o tal vez hasta un almuerzo en la casa de alguien, o a un grupo pequeño durante la semana. Trate de ser estratega en ese momento. No invite a una abuela a una noche de juegos o a un joven para algún curso de cocina. Sea inteligente y creativo; si usted no tiene ningún programa que pueda ser adecuado para invitar a su visita, es porque su iglesia realmente necesita tener más programas especiales.
PASO 4: Seguimiento
La experiencia de ellos no debe terminar solo en el sábado. Usted debe garantizar que su iglesia tenga algún sistema de seguimiento efectivo y que funcione en pocos días. No se olvide de preparar no solo la iglesia, como las clases de la Escuela Sabática. En caso que sea necesario, invite a las visitas a comer a su propia casa con algunos otros miembros. Pero recuerde que la convivencia será una pieza fundamental en su misión.
Estas son algunas sugerencias… Si tuviera alguna otra, por favor escríbala en los comentarios.
Pr. Greg Pratt – Ministerial de la Union Australiana