Apocalipsis 12:17


En muchas versiones de la Biblia, Apocalipsis 12:17 no usa el término «remanente». ¿Es correcto insistir que el pasaje se refiere al remanente?

Para dar respuesta a su pregunta, tengo que referirme a la terminología hebrea y griega. Acompáñeme en el análisis de las evidencias. Según el significado del término y su uso en el Apocalipsis, me permito sostener que Apocalipsis 12:17 sí presenta el concepto de remanente.

1. Comentario teológico: Las Escrituras enseñan que Dios siempre ha tenido un pueblo remanente. Toda vez que el enemigo de Dios ha procurado destruir a sus siervos, el Señor ha preservado un grupo de fieles mediante los cuales sigue cumpliendo sus propósitos de salvación. El remanente ha jugado un papel destacado en el conflicto cósmico, y su misma existencia indica que Dios aún participa directamente del conflicto en beneficio de sus siervos. En el tiempo del fin, el dragón y sus aliados tienen un objetivo común: exterminar el resto del pueblo de Dios (Apoc. (Xanax bars) 13:15). En esa hora crítica del conflicto, Dios está preservando para sí un remanente fiel que guarda sus mandamientos y tiene el testimonio de Jesús (Apoc. 12:17).

2. Terminología griega: En Apocalipsis 12:17, el sustantivo griego que se traduce como «remanente» es loipos. Según los léxicos griegos, se refiere a lo que queda después de una acción particular, y puede traducirse como «el resto» (Apoc. 9:20 NVI), «los que quedan» (véase Apoc. 11:13). En algunos contextos podría significar «los otros» (véase Hech. 2:37). Loipos pertenece a una familia de palabras directamente relacionada con la idea del remanente. El verbo leipo- significa «dejar; carecer» (Tito 1:5) y se encuentra en varias formas compuestas. Por ejemplo: kataleipo- = «dejar atrás», «reservar» (véase Rom. 11:4); hupoleipo- = «dejar un recordatorio» (véase el vers. 3); y perileipomai = «dejar atrás» (véase 1 Tes. 4:15, 17). El verbo y los diferentes componentes verbales podían ser usados para expresar la idea de un remanente, de lo que permanece o queda. La versión griega del Antiguo Testamento usa el verbo leipo- como traducción de los verbos hebreos ša-’ar («quedar como resto») y pa-lat («escapar»). En ocasiones, se usa el verbo griego y sus variantes compuestas para referirse a un remanente que sobrevivió (por ej. Isa. 10:19). Esto indica que el concepto de remanente no es ajeno a esos verbos. En relación con el sustantivo loipos de Apocalipsis 12:17, la versión griega lo usa para traducir los términos hebreos yeter («remanente») y šece-rit («remanente»). Una vez más, expresa el concepto de remanente. Las evidencias que aquí resumimos indican que en el caso de loipos estamos ante un término que se encuentra estrechamente vinculado con la idea de remanente, de lo que permanece o es dejado atrás.

3. El contexto: El uso de la terminología del remanente en el libro del Apocalipsis apoya y reafirma claramente la convicción de que el concepto está presente en Apocalipsis 12:17. La palabra «remanente» (loipos) es usada ocho veces en el Apocalipsis, ya sea para referirse al resto de las trompetas (8:13), a los que sobreviven a una catástrofe (9:20: el resto de los que no fueron destruidos cuando sonó la sexta trompeta; 11:13: los habitantes de la ciudad que no murieron; o los sobrevivientes), el resto de los adoradores de la bestia que finalmente fueron destruidos (19:21), y el resto de los muertos que resucitan tras el milenio (20:5). El término también es usado para designar al pueblo de Dios. En la iglesia de Sardis hay un remanente, pero se exhorta a la iglesia para que despierte, porque el remanente está por perecer (3:2). En la iglesia de Tiatira, el remanente fiel ha rechazado las enseñanzas de Jezabel (2:24).

Esta preocupación de Apocalipsis por el remanente fiel –junto con el uso de la terminología bíblica y la enseñanza de que en el conflicto cósmico Dios siempre ha preservado para sí un remanente fiel– sustenta la conclusión de que el término loipos de Apocalipsis 12:17 se refiere al remanente de Dios en el momento en que el conflicto llega a su fin.