Enviado por Pr. Sael Dias Ferreira, capellán Goiânia – Brasil
Los últimos Mandamientos
- Introducción
Al leer los cuatro primeros mandamientos podemos pensar que la relación con Dios es algo que se tiene en secreto, una relación muy personal en la que los demás no tienen parte, pero al estudiar los seis últimos mandamientos entenderemos que todos los momentos de nuestra vida son espirituales.
- Texto
Necesitamos aprender a cuidar de nuestros hermanos. Si usted cuida de alguien, otro cuidará de usted. Si por casualidad usted está en un momento en que no tiene a nadie que lo cuide, no se preocupe porque Dios lo está cuidando.
“Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos”.
Jesús
“Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?
Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano”.
- Cuerpo
- Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
Éxodo 20:12
La palabra honrar, en hebreo bíblico significa demostrar, actuar con respeto por las personas de mérito; los mandamientos de la relación con el prójimo comienzan con los padres, los primeros individuos que conocemos y con quienes vivimos son los padres y Dios nos dice con sabiduría que nuestra relación con ellos debe ser de sumo respeto. Usted no ve que alguien tenga barras de oro colocadas para asegurar la puerta, la barra de oro se coloca en un lugar de honra. Muchas personas preguntan quién es el prójimo y a quién debo amar. Dios comienza diciendo que la persona más próxima o su primer prójimo son sus padres, su relación con ellos también es espiritual, porque si usted no los trata bien está maltratando a Dios, y está yendo contra los primeros mandamientos que indican que no debemos colocar nada en lugar de Dios.
- No matarás
Éxodo 20:13
La santidad de la vida se muestra en ese mandamiento, el mandamiento no explica, no da excepciones, solo dice: “No matarás”. Aunque bien sabemos que existe la muerte y existen asesinos; pero ese mandamiento muestra que nunca fue la voluntad de Dios que eso sucediera, como él mismo lo dice en Juan 10:10 “yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Muchas personas creen que ese mandamiento solo se refiere a la muerte física, pero queda claro, al entender el significado de la ley y no solo la letra superficialmente, que matar a alguien mentalmente es un crimen tanto como matar físicamente. Hay personas aquí dentro destruidas por la culpa, destruidas por el miedo, destruidas por decepciones, que fueron agredidas por otros hermanos que son asesinos tanto como los que matan el cuerpo, eso es lo que revelan las palabras de Jesús.
“Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio.
Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego”.
- No cometerás adulterio
Éxodo 20:14
Aquí se revela la santidad del casamiento y una vez más, la voluntad de Dios de preservar al ser humano. Diversas investigaciones demostraron que tener varias parejas es perjudicial, Dios quería librarlo a usted y a mí de los problemas emocionales y físicos que esas relaciones podrían provocar. Las ETS (enfermedades de transmisión sexual) nunca se habrían originado si la humanidad hubiera guardado ese mandamiento. Pensando superficialmente podemos creer que solo el acto está equivocado, que es pecado, pero Jesús va más allá:
“Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.
Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”.
En el griego bíblico, el significado de la palabra desear viene de querer mucho algo, tener un deseo por mucho tiempo, mantener algo en su mente. Esto demuestra que el principio del pecado comienza en la mente y es usted quien elige si va a hacer algo malo o no.
- No hurtarás.
Éxodo 20:15
Dios también sabía que todos los seres humanos necesitan tener sus cosas, solo dice: “No robe”; es el derecho a la propiedad privada y eso puede ser cualquier cosa que no sea suya. Yo estaba buscando el significado de esa palabra en el hebreo bíblico y noté que inclusive encontrar algo que no sea propio puede ser considerado robo; es por eso que Isaías, al tener una visión del Reino de Dios establecido en la Tierra, dice:
“Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas.
No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma”.
- No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
Éxodo 20:16
Cuántas veces usamos del chisme, del teléfono descompuesto, para hablar de las personas y normalmente, las informaciones siempre llegan falsas. A nadie le gustan las informaciones falsas sobre sí mismos, pero, muchas veces, propagamos informaciones falsas sobre otros.
- No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
Éxodo 20:17
A mi entender, ese mandamiento es uno de los más claros de todos aparte del mandamiento del sábado. Además de explicar, deja bien claro, al final, que no debemos codiciar ninguna cosa de nuestro prójimo. En hebreo bíblico codiciar es tener un deseo egoísta, es sentir enojo por lo que el otro tiene, creyendo que el pasto del vecino es más verde, estar encantado por lo que el otro tiene al punto de no ir detrás de tener o dar valor a lo que se tiene. Ese mandamiento aunque parezca negativo nos da una orden positiva en sus entrelíneas: ame lo que tiene, ame a su mujer, ame su casa, ame a sus empleados, ame todo lo que tiene, comparta con el prójimo pero no quiera tomar nada de él.
- Conclusión
Esos mandamientos nos indican la forma de vivir feliz, sígalos y evitará muchos problemas; vivir bien con su semejante es espiritual. Muchas veces pedimos en la iglesia por la vida espiritual como si tuviéramos varias vidas; pero, los Diez Mandamientos son claros en decir que todo en la vida es espiritual, o usted elije vivir con el diablo o elige vivir con Dios. El Creador sabe como nadie lo que es mejor para usted, no es posible decir que ama a Dios y maltrata a su prójimo. Cómo podrá amar a Dios a quien no ve siendo que odia a quien ve, levanta calumnias, siente envidia, traiciona, roba, miente, mata y después pretende ir a Dios pidiendo misericordia: “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores”.
Mi llamado para usted hoy es diferente. Yo nací en una familia no muy bien estructurada, soy hijo de padres divorciados, de un padre que desapareció en el mundo y nunca me dio amor; y mi madre corriendo detrás del sustento de la casa muchas veces dejó faltar el amor. Eso me hizo sentir mucha amargura; pero, al conocer a Jesús y entender su ley, hoy intento hacer mi parte, hoy nuestra relación es mucho mejor y siento su amor por mí; porque la perdoné y amé.
Mi llamado es que usted busque a sus padres, si están aquí, les dé un abrazo y les diga que necesita honrarlos más, pídales perdón por sus errores como hijo y haga la diferencia. Si no están aquí, después del culto, llámelos o vaya donde estén y cambie su historia.
¿Usted ya mató a alguien con palabras, ya traicionó a alguien, ya le robó algo a alguien, dijo mentiras sobre alguien, deseó algo de alguien? Busque a la persona y abrácela, pida perdón y perdone. Usted necesita cambiar y comenzar a vivir el amor, quien no vive bien con el prójimo aquí, no subirá al Cielo.