CONCEPTO BÍBLICO PARA EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA
Génesis 2:18
INTRODUCCIÓN
- La familia surge en la Biblia con el origen de la humanidad.
- Las bases de la familia que construyen el origen de la humanidad están en el matrimonio (Gén. 2:18).
- Las Escrituras retratan al matrimonio como la estructura fundamental de la comunidad humana. La expresión “fructificad y multiplicaos”, llenad la tierra (Gén. 1:28) es la máxima del matrimonio que establecerá la sociedad o también la nación.
- En contraste con la formación de los animales, la creación de los seres humanos surge a partir de un diálogo divino: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (Gén. 1:26).
- Por lo tanto, Génesis enseña que Dios creó la raza humana cuando Adán vino a la existencia, pero el concepto de familia vino a la existencia a partir de la creación de Eva, para que el vínculo conyugal entre el hombre y la mujer unidos fuera el fundamento de la familia y de la humanidad.
I IMPLICACIONES CONTEMPORÁNEAS PARA EL MATRIMONIO
- La creación a imagen y semejanza de Dios abarca el concepto de que fuimos formados como seres masculinos y femeninos. La Biblia revela que la sexualidad es parte de la existencia humana, y como tal, una expresión de nuestro ser. No hay abstracción para el término en la Escritura.
- El hombre, desde el punto de vista sexual, fue condicionado biológicamente para la mujer y la mujer para el hombre. La sexualidad humana no puede ser disociada de este punto biológico como determina la revelación bíblica y la ciencia biológica.
- Adán necesitaba de alguien que lo ayudara y complementara para cumplir el encargo de perpetuar y multiplicar el género humano, además de cultivar y gobernar la Tierra. Eva fue la respuesta de Dios para esta complementación y misión.
- Tanto el hombre como la mujer fueron orientados por el Creador a unirse para materializar este propósito, una acción conjunta. Por este motivo fueron creados hombre y mujer. Esta unión de macho y hembra los habilitaría a cumplir el propósito divino.
- Dentro de este aspecto, la creación divina fue perfecta (Gén. 1:31). El único problema inadecuado fue la soledad del hombre. Si el objetivo de Dios hubiera sido solo resolver el problema de soledad, él podría haber hecho uno o varios seres masculinos para remediar esta inadecuación. Sin embargo, en vez de eso, creó a la mujer. No creó varias mujeres, sino solo una.
- Por lo tanto, el objetivo no era solo remediar la soledad de Adán, además de esta realidad, el objetivo divino era también el establecimiento de la humanidad, la multiplicación. Es también por este motivo que las relaciones homosexuales y polígamas son rechazadas en la Escritura.
- La relación homo afectiva no tiene el potencial para cumplir el mandamiento y la bendición de Dios: “Fructificad y multiplicaos” (Gén. 1:28). Solo el casamiento entre un hombre y una mujer, monógamo, puede cumplir este propósito o proyecto divino.
II EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
- Al contrario de lo que muchos críticos afirman, la Biblia presenta, con frecuencia, relatos inequívocos y coherentes capaces de informar cuando surgió el matrimonio.
- En los tiempos bíblicos, había un proceso público para marcar el inicio del matrimonio. El primer paso era el compromiso nupcial o noviazgo, que en aquella época estaba normalmente relacionado a una dote (mohar), al “pago de un precio” (Gén. 29:18-27; 31:12; Éxo. 22:16, 17; Jos. 15:16; 1Sam. 17:25; 18:20-27). El noviazgo se formalizaba con el pago de una dote en la presencia de testigos.
- Aunque los novios estuvieran casados legalmente, no se permitía la práctica de relaciones sexuales durante ese período, porque la unión matrimonial todavía no había sido formalizada. Mantener intimidad sexual antes de la oficialización del casamiento era considerado inmoral y equivalía a la fornicación (Deut. 22:23, 24).
- Todas las prácticas mencionadas revelan que el casamiento nunca fue un emprendimiento privado, sino que incluía un comienzo formal que tenía carácter legal y público. Sin esas providencias oficiales el matrimonio no se aceptaba como válido ni la persona era considerada casada.
- Al comenzar la ceremonia, el padre de la novia desempeñaba un importante papel de carácter religioso y jurídico. Era él quien hacía los preparativos para el casamiento de la hija; conducía a la novia hasta el marido; celebraba la alianza matrimonial; y, asumiendo la posición de sacerdote de la familia, pronunciaba la bendición divina sobre los jóvenes (Gén. 24:60). Ver el libro deuterocanónico de Tobías 11:17); “Lo que imprimía al casamiento judío un carácter religioso era la bendición paterna o patriarcal que lo acompañaba” (Jonh Henry Blunt, Dictionary of Doctrinal and Historical Theology [Diccionario de doctrina y teología histórica], pág. 443).
- Si bien la Biblia no prescribe ninguna legislación detallada sobre las formalidades o ritos que formalizaban la unión matrimonial, el Antiguo Testamento deja suficientemente claro que el casamiento es la concreción de un pacto público celebrado ante Dios, con la inclusión de testigos que atestiguan su validez legal.
- El matrimonio en el Antiguo Testamento formaba la base de lo que se constituye como familia. A su vez las familias formaron las bases de todas las comunidades y naciones del pasado.
III EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA EN EL NUEVO TESTAMENTO
- El Nuevo Testamento no solo da continuidad al concepto de matrimonio adoptado en el Antiguo Testamento sino que lo revalida. La orden conyugal instituida por Dios en la creación provee la base para una serie de declaraciones neo testamentarias sobre el casamiento (Mat. 5:31, 32; 19:4-6; Rom. 7:2, 3; 1Cor. 6:16-18; 7:1-16; Efe. 5:21-23).
- Jesús, Pablo y la iglesia apostólica también fueron unánimes en defender la fidelidad del matrimonio y rechazaron cualquier forma de sexo pre conyugal o extraconyugal (Mat. 15:19; Juan 4:17, 18; Hech. 15:20, 29; 21:25; 1Cor. 5:9, 11; 6:9, 12-20; 2Cor. 12:21; Gál. 5:19-21; Efe. 5:3; Col. 3:5; 1Tes. 4:3-8; Heb. 13:4; Sant. 2:11; Apoc. 2:14, 20-23).
- Jesús confirmó la santidad y la permanencia del matrimonio, establecido en la creación, especialmente cuando se manifestó contra el divorcio (Mar. 10:11, 12; Mat. 5:31, 32; 19:4-60).
- Al describirse escatológicamente como el Novio, Jesús puso un sello de aprobación sobre las relaciones conyugales estables (Mat. 25:1-13; Mar. 2:19; Mat. 22:1-14).
- Jesús enfatizó la santidad del matrimonio al llamar la atención al hecho de que el adulterio no comienza con el acto propiamente dicho, sino con el pensamiento (Mat. 5:27, 18).
- Hay otras referencias e inferencias que fortalecen el casamiento monógamo entre un hombre y una mujer como el ideal siendo la base para la familia instituida en el Edén. Por ejemplo:
– La vida ejemplar de un obispo o anciano de iglesia, debe ser “esposo de una sola mujer” (1Tim. 3:2; Tito 1:16).
– La exhortación para abstenerse de la inmoralidad sexual (1Tes. 4:6).
– El reconocimiento de la validez del voto matrimonial, aunque con un compañero no creyente (1Cor. 7:12-17).
– Jesús y los apóstoles hicieron referencia a Génesis (Gén. 2:24; Efe. 5:31; Mat. 19:5).
– El Nuevo Testamento condena cualquier práctica fuera de este principio (Rom. 1:24-31; 1Cor. 6:9-11; 1Tim. 1:10).
CONCLUSIÓN
Como hemos visto, el matrimonio bíblico como base para la familia instituida por Dios, se mantiene en el tiempo con principios vitalicios. La institución del matrimonio y de la familia, fue utilizada como símbolo del pacto de Dios con su pueblo. Esta comparación expresa el nivel de santidad del matrimonio bíblico y de la institución de la familia y los moldes divinos.
Gilberto Theiss
Graduado en Teología y Filosofía. Posgraduado en Enseñanza de Filosofía, Ciencias de la Religión, Historia y Antropología. Con una maestría en Interpretación Bíblica. Actualmente es pastor en el estado de Ceará.
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