¿Qué eran los serafines?
El significado del término hebreo śārāf (plural, śerāfîm) es incierto. La mayoría cree que deriva del verbo śārāf, que significa: «arder por completo». El sustantivo śārāf significaría entonces «el ardiente». Muchos consideran que el término designa una criatura en forma de serpiente, pero no es seguro. Tenemos que examinar las evidencias bíblicas y los diferentes usos del término.
- El término śerāfîm y las serpientes: Un número de pasajes asocian śerāfîm con las Como resultado de la rebelión israelita en el desierto, el Señor envió «al pueblo serpientes ardientes [śerāfîm]» (Núm. 21:6, RV60). Después que el pueblo confesó su pecado, el Señor le ordenó a Moisés: «Hazte una serpiente ardiente [śārāf] y ponla sobre un asta» (vers. 8). En este versículo, se usa el mismo término del versículo 6. En Deuteronomio 8:15, el desierto es descrito como «grande y espantoso, lleno de serpientes venenosas [nājāš śārāf, literalmente, “serpiente serafín”] y escorpiones».
La pregunta es, ¿cuál es el significado del término serafín en estos pasajes? Se usa como un adjetivo para designar un tipo específico de serpiente. Sobre la base de la forma verbal,
śārāf designa una serpiente cuya mordedura causa una sensación de ardor, es decir, una severa inflamación de la piel que provoca la muerte por la acción de su veneno.
- Śerāfîm para referirse a los seres celestiales: En Isaías 6, el término śārāf es aplicado a los seres Deberíamos tener en cuenta algunos detalles. En primer lugar, en este capítulo no se usa el término serpiente. En segundo, el término no se usa como sustantivo. En tercer lugar, la forma de este ser es fundamentalmente humana. Los dos serafines tenían rostro, manos y pies, y podían cantar y comunicarse mediante el lenguaje, por lo que eran seres racionales (vers. 2, 6 y 7). Tenían seis alas y podían volar; eran seres angélicos. En cuarto lugar, tenían una función específica. Estaban «por encima» del trono de Dios; quizá lo sobrevolaban, o estaban como guardias reales, listos para servir al Señor. Específicamente,
el rol de ellos era proclamar la santidad del Señor y ministrar en beneficio de los pecadores en el templo celestial (vers. 3, 7). Su porte expresa un espíritu de humildad y reverencia en la presencia del Señor.
¿Por qué son llamados śerāfîm? El verbo «arder» (śārāf) podría expresar la idea de brillantez, para indicar que los serafines eran seres angélicos de brillo extraordinario o apariencia de fuego. Acaso su brillo, sus seis alas y su posición en relación con el trono de Dios los distinguen de los querubines, que a menudo son asociados con el trono.
- Śerāfîm para designar a seres demoníacos: Dos pasajes de Isaías asocian a los serafines con el Esto puede basarse en la experiencia de Israel en el desierto. En la Biblia, el desierto es un símbolo de muerte y una residencia de los demonios. Se describe a los israelitas, que durante el tiempo de Isaías buscaban la ayuda de Egipto, como en «tierra de tribulación y angustia, de donde salen la leona y el león, la víbora y la serpiente que vuela [śārāf mecōfēf]» (Isa. 30:6).
Se podía usar animales como símbolos de lo demoníaco (por ej., en Sal. 7:2; 1 Ped. 5:8); por ello, el profeta podría estar sugiriendo que el camino a Egipto es aquel donde residen los
poderes demoníacos. En ese caso, el «serafín volador» acaso represente a los poderes angélicos del mal (véase Isa. 30:7, donde se identifica a Egipto con Rahab, un monstruo demoníaco derrotado por el Señor [Sal. 89:10]). En Isaías 14:29, los filisteos no debían regocijarse, porque vendría un rey peor que los anteriores, que sería como un «serafín volador». Ni en Isaías 30:6 ni en 14:29 se identifica al serafín con una serpiente. En ambos casos, el serafín vuela y es un símbolo del mal que puede representar a los poderes demoníacos que actúan en la historia humana. Esto podría indicar que Lucifer tenía el apoyo de serafines.
Por otro lado, piense en la reverencia y la humildad mostrada por los serafines que siguen a Dios y que, a pesar de su apariencia gloriosa, escogen cubrirse para proclamar que solo el que está sentado en el trono merece toda la gloria.
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