La Justicia bíblica


¿Cómo funcionaban las cortes legales en el Antiguo Testamento?

El derecho del Estado de establecer, interpretar y hacer cumplir las leyes es una función significativa de cualquier sociedad. Es difícil definir en detalle el sistema legal del Antiguo Testamento, aunque sus aspectos básicos están claros. Al igual que cualquier sistema legal, en Israel se buscaba restablecer la justicia, la armonía social y el orden tantas veces interrumpido por alguna ofensa civil o penal. En principio, la corte estaba interesada en hallar y revelar la verdad en un contexto de debate legal. [1]. De Moisés a los jueces: Después del Éxodo, Moisés fue el juez de Israel (Éxo. 18:13, 16). Esto se basaba en la ley de familia o tribal, según la cual el padre de la familia extendida era responsable de preservar o restablecer la justicia. En el caso de Moisés, llegó a ser una responsabilidad insoportable, por lo que se instauró un nuevo sistema que pareció haber influido el sistema legal de todo el Antiguo Testamento (vers. 17-27). Comprendía tres elementos. En primer lugar, la gente debía aprender las leyes que regulaban esta nueva sociedad para actuar con responsabilidad. En segundo lugar, había cortes de primera instancia en todo el campamento. Su jurisdicción se limitaba a cuestiones legales menores. Los jueces designados eran seleccionados con cuidado, estaban comprometidos con el Señor y eran confiables desde el punto de vista moral (vers. 21). En tercer lugar, había una instancia superior en la que Moisés era el juez. No era un tribunal de apelaciones, sino una instancia donde se resolvían cuestiones legales más importantes (vers. 22). El sistema legal fue modificado ligeramente antes de que los israelitas entraran a Canaán (Deut. 17:8-13). Las cortes de primera instancia fueron ubicadas en los pueblos o en las puertas de las ciudades (vers. 2; Rut 4:1-12). Es probable que los ancianos del lugar hacían las veces de jueces. La corte superior fue ubicada donde estaba el santuario, y se ocupaba de casos de «homicidio, pleitos o violencia» (Deut. 17:8, NVI).1 Un juez, junto con un sacerdote, siempre se encargaban de tomar la decisión legal final (vers. 9). Durante el período de los jueces había jueces en toda la tierra (Jos. 24:1), y al menos algunos de los carismáticos jueces ejercían funciones judiciales (Jue. 4:4, 5; 1 Sam. 8:1-3). 2. El Rey como juez: Cuando la gente solicitó un rey que los juzgara, se instituyó una monarquía (1 Sam. 8:20; 1 Rey. 3:9). El rey se convirtió en el juez de la tierra (2 Sam. 15:4), pero no podía actuar solo. David designó jueces (1 Crón. 26:29), acaso para oficiar en las cortes menores. La corte del rey se ocupaba de los casos más difíciles, y quizá de las apelaciones (2 Sam. 14:5-10). Es difícil establecer cómo operaba la corte del rey, pero las reformas legales instituidas por Josafat podrían ayudarnos a entender. El rey redesignó «jueces en todas las ciudades fortificadas de Judá» (2 Crón. 19:5). Una corte superior de Jerusalén estaba compuesta por sacerdotes, levitas y algunos de «los padres de las familias de Israel» (vers. 8; los ancianos). Se ocupaban más bien de los casos más difíciles, acaso referidos por las cortes inferiores (vers. 10), que pueden haber incluido casos religiosos, civiles y penales. El rey designaba a su representante para esta corte superior (vers. 11). Por cierto, él tenía su propia autoridad judicial, aunque carecemos de detalles específicos al respecto. 2 3. Significación teológica: En Israel, Dios era el juez supremo, no solo de su pueblo sino de toda la tierra. Era el único que podía restaurar la justicia, la armonía y la plenitud a la sociedad y la tierra. Se designaba a los jueces no para juzgar «en nombre de los hombres, sino de Jehová», quien estaba con ellos cuando juzgaban (vers. 6). En el Nuevo Testamento, Jesús asume la función de Dios como Juez universal. (https://www.almostthererescue.org/) Él es el Juez, el Sacerdote y el Rey, quien mediante su sacrificio reveló la perversidad del mal y el amor divino, y puede entonces pronunciar un veredicto final en la corte suprema del universo, el Santuario celestial, contra sus enemigos y a favor de su pueblo.

1 Los textos atribuidos a la NVI pertenecen a La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional.