Apocalipsis y Sábado

Apocalipsis y Sábado
Apocalipsis y Sábado
Pr. Carlos Molina

 

Figuras del Antiguo Testamento y El Sábado En El Apocalipsis 

En el último libro de la Biblia, la palabra sábado como tal está ausente. Sin embargo, este término si es empleado cuatro veces por Juan en su evangelio (Jn 5:9; 7:22-23; 9:14-16; Jn 19:31)i en donde el vocablo sábado es utilizado para dar a conocer la naturaleza divina de Jesús, al describir las señales milagrosas que identificaron su ministerio como el Hijo de Dios.ii 

Aún cuando el vocablo sábado no aparece en el contenido del Apocalipsis como se mencionó anteriormente, es posiblemediante el estudio de varias conexiones de figuras o tipologías junto con ciertas codificaciones narrativas entre el Antiguo Testamento y el Apocalipsis, hallar la doctrina del séptimo día en este último libro de la Biblia. A fin de visualizar la presencia del sábado en esta obra aludida, es necesario reconocer que algunas narraciones procedentes del Antiguo Testamento se hallan en el Apocalipsis cumpliendo una función universal. En el Apocalipsis, todos los libros de la Biblia se encuentran y terminan”.iii Este hecho facilita, en cierto sentido, el análisis del Gran Conflicto entre Cristo y Satanás a lo largo de la historia humana y, especialmente en el tiempo del fin.  

Existen en el Apocalipsis, alrededor de unas quinientas alusiones procedentes del Antiguo Testamento.iv Esta cantidad de referencias, le facilitó a Juan la descripción de ciertos eventos históricos del AT ocurridos en manera local. Estos acontecimientos geográficos del pueblo de Dios en el AT, fueron entonces descritos por el apóstol Juan y aplicados en una visión de significado cósmico y universal para el período final de la historia humana. Este procedimiento aplicativo de lo geográfico a una extensión global se conoce como tipología.v Junto con el concepto figurativo o tipológico, se usa también la metodología conocido como “narrativa críptica, o sea, una frase o narración breve la cual evoca una enseñanza bíblica aplicada asimismo en manera universal. 

A continuación, se seleccionan y discuten brevemente cuatro pasajes apocalípticos: dos de ellos analizados en forma tipológica (7:1-3; 14:6-7)  los dos restantes desde la modalidad narrativa críptica o codificada (1:10; 11:18, 19). 

7:1-3 

Esta es una tipología procedente de Ezequiel 9:1-4. En este pasaje, un escribano tiene un tintero en su cintura con el cual sella a quienes se oponen a las iniquidades reinantes en Jerusalén. En Apocalipsis 7:1-3, este evento deja de ser geográfico y Juan lo amplia aplicándolo en manera universal al pueblo de Dios. El mensaje del sellamiento es dado en un contexto mundial al mencionar “…los cuatro ángulos de la tierra”. El lenguaje del capítulo 7 en los primeros tres versículos se puede aludir a la Creación y en forma codificada se referiría al sábado al citar varios aspectos encontrados también en Éxodo 20:8-11: Tierra, mar, hierba, árboles y las fuentes de las aguasSe entiende que el sellamiento tiene incluido el mensaje del sábado como parte del Decálogo, impreso mediante un proceso realizado por el Espíritu Santo en la mente de quienes siguen a Jesús (Ezequiel 20:12,20; 2 Corintios 3:1-5; Hebreos 10:15-17; Gálatas 4:19). A continuación, se muestran dos columnas indicando las similitudes tipológicas entre Ezequiel y 9:1-4 y Apocalipsis 7:1-3  

Ezequiel                                              Apocalipsis 

La destrucción sobre Jerusalén La destrucción que viene sobre el planeta tierra 

La obra de un escribano celestial  Un ángel hace la obra de escribano  

El instrumento de sellar Lenguaje figurativo del sello  Creación – sábado 

Sellados en la frente Sellados en la frente 

Preservación de los sellados Preservación de los sellados 

La escena es geográfica La escena es universal 

14:6-7 

La escena del cumplimiento tipológico de Apocalipsis 14 tiene su origen geográfico local en Éxodo 19:16-18, 20; 20:18, en donde el monte del Sinaí queda cubierto de gloria y conteniendo varias manifestaciones visibles asociadas a la adoración a Dios: Trompetas, luces, truenos y fuego. Todo ello indicaba la majestuosidad del Altísimo al promulgar el decálogo ante los hijos de Israel, quienes se encontraban alrededor del monte (Éxodo 19:24; 20:1-17). Asimismo, el mensaje de los tres ángeles, en este caso, el del primer ángel, hace eco de esa escena acontecida en el Sinaí pero ahora, aplicada en un contexto universal con el énfasis en los primeros cuatro mandamientos del decálogo.  

 En las dos columnas a continuación, se describen algunos aspectos relacionados al cumplimiento histórico geográfico y al evento tipológico ocurrido en forma universal declarado en Apocalipsis 14:6-7. 

 

En el Sinaí El Mensaje del Primer Ángel 

Área geográfica: El Sinaí                                     Área geográfica: En medio del cielo  

La voz de Dios desciende del cielo                          

al Sinaí                                                                  Un ángel lo anuncia                                                                                                                            

Alusión de adoración: Fuego,  Adorad…temed a Aquel…  

terremoto, trompetas, relámpagos 

El receptor: Israel                                               El receptor: Toda nación, tribu, lengua y pueblo 

El cuarto mandamiento:                                    El mensaje del sábado en                                  

Los cielos, la tierra, el mar, fuentes de            forma críptica – Creación 

las aguas, reposó, bendijo y                               narrativa: Adorad al que       

santificó el sábado                                               hizo…tierra…mar…fuentes                                                                         de las aguas. El mensaje 

del sábado. 

La promulgación literal del decálogo           Lenguaje críptico-apocalíptico – Creación y 

                                                                            palabras alusivas al sábado 

1:10 

Aunque la frase “el día del Señor” no es en si una tipología, ella si ocupa el lugar de una forma narrativa codificada o críptica. Esta declaración de 1:10, ha sido utilizada por algunos autoresvi asociándola con el día del juicio mencionado en el libro de Joel (1:15; 3:14; 2:2). Sin embargo, la frase en griego de Apocalipsis 1:10, no es la misma en el lenguaje hebreo escrita por el profeta Joel. Otros autoresvii han querido aplicar la expresión “día del señor” a un día específico en honor al emperador romano, pero nuevamente, la evidencia en este sentido no es conclusiva. Es cierto que, en los días de Juan, el culto al emperador y su familia era uno de los temas confrontados por los cristianos de las iglesias en el Asia Menor, región geográfica donde nació la iniciativa para promover la adoración de los césares.viii Sin embargo, no existe una evidencia conclusiva en que haya existido un día santo consagrado al emperador y, por lo tanto, 1:10 no es aplicable en ese sentido. La palabra “señor” o –kúrios– fue empleada en varios contextos durante el siglo I dC. Uno de ellos era el de lealtad y sumisiónCon relación a la adoración a Jesús como “Señor”, los cristianos de Asia Menor además de entender el término kúrios como refiriéndose a Jesús como el Señor de sus vidas, este término también era comprendido como una cuestión de adoración es decir: A Jesús o a César. Esté último era “señor” o kúrios– por ser César, pero Jesús es kúrios por ser Dios. Así, es posible entender un poco mejor porque los primeros cuatro mandamientos del decálogo, conocido por los cristianos del siglo I dC, jugaron un papel de elección entre aceptar o no la adoración hacia el emperador en el Asia Menor.ix En este sentido, el sábado, debió haber jugado una función crucial en cuanto a la adoración a Dios. 

 

Algo que no debiera de olvidarse es que, en el Apocalipsis, el sábado y la adoración son inseparables y trascienden la época de Juan y llegándose a convertir en un tema central en las escenas finales del Gran Conflicto (12:17; 13: 13-18). El sábado y la adoración expresan lealtad y gratitud por el descanso dado a los hombres mediante la muerte del Cordero. Las narrativas proféticas del Apocalipsis, especialmente, los capítulos 7, 12, 13, 14 y 17 indican una lucha entre Cristo y Satanás en torno a la adoración y esa adoración tiene implicaciones profundas y visibles con el cuarto mandamiento del decálogo, el cual presenta al Dios Creador de los cielos y la tierra siendo el Único digno de adoración. Por lo tanto se sugiere que, es mejor entender Apocalipsis 1:10 en el contexto de que “el día del Señor” al que Juan se refiere, es el séptimo día de la semana.x  

11:18, 19 

En esta referencia críptica, el profeta anuncia una de las razones del juicio de Dios sobre los seres humanos: “…destruir a los que destruyen la tierra…”. Esta declaración encierra dos aspectos. En primer lugar se refiere, no solo se refiere a la voracidad anti ecológica por parte del Imperio Romano al deforestar miles de hectáreas de bosques para mantener su maquinaria de guerraxi de la matanza de miles de animales durante sus espectáculos circenses.xii  incluyendo al hombre contemporáneo y su trato destructor para con el medio ambiente.xiii En segundo lugar, la oración “…destruir a los que destruyen la tierra…” también puede referirse, además de la destrucción de la Creación, al rechazo de Dios como Creador del cielo y de la tierra y por lo tanto, a la negación humana de negar ese reconocimiento mediante el respeto al cuarto mandamiento El sábado envuelve una doble función: El cuidado del planeta tierra pero también el respeto a Dios como Creador mediante la alianza sabataria. Apocalipsis 11:19 indica no solo la llega del ministerio sumo sacerdotal de Cristo en el lugar santísimo en 1844 sino la finalización cercana de este ministerio en los cielos. Es aquí donde el mensaje del cuarto mandamiento interactúa en la proclamación del evangelio en su denuncia contra Babilonia por haber instituido un falso día de adoración (13:13-18; 18:1-4)xiv 

Conclusión 

El concepto del sábado en el libro del Apocalipsis puede entenderse 

a través de los varios sucesos históricos geográficos en la 

experiencia del pueblo de Dios procedentes del AT. Algunas de estas 

narrativas encuentran un cumplimiento tipológico universal en eventos 

tales como la ley dada en el Sinaí y su contraparte de proclamación   

universal en el mensaje de Apocalipsis 14:6-7, el sellamiento en el libro de Ezequiel y su desdoblamiento universal en 7:1-3. La responsabilidad en la predicación de estas verdades dentro de un contexto cristocéntrico es un deber que incumbe a todo predicador adventista del Séptimo día. Por otro lado, estas narrativas tipológicas y de narrativa críptica le asegura al creyente que Cristo conduce a su pueblo a lo largo de la historia de la iglesia y, cuando el Padre así lo decida, Jesús regresará por segunda vez a la tierra para cumplir en forma total y plena las promesas eternas del descanso sabático.    

Carlos G. Molina Manzo, PhD. DMin, es profesor de Nuevo Testamento en la Universidad Adventista de Montemorelos, NL. México. 

 

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