Consejos para cuidar la voz

Beber poca agua, el aire acondicionado y los condimentos pueden perjudicar las cuerdas vocales. La ronquera, el dolor al hablar, la aspereza y sentir la garganta con picazón. Muchas personas no le dan importancia, y creen que cuidar la voz es para quienes cantan o trabajan hablando el día entero. Sin embargo, la “salud vocal”, o la “higiene vocal”, como lo llaman los médicos, son esenciales para el aparato fonador de cualquier persona. Existen algunos pequeños cuidados, que garantizarán que tus cuerdas vocales estén siempre saludables. “Generalmente, las personas buscan un profesional cuando el problema ya está en un estado más avanzado. Lo ideal sería prestar atención a las señales que la voz nos da. Quedarse ronco con frecuencia, sentir dolor, di cultad a la hora de hablar o vivir con la garganta picándonos son señales de que algo anda mal”, explica la fonoaudióloga Thays Vaiano.

CÓMO FUNCIONA LA VOZ

Los sonidos que emitimos son, en su gran mayoría, producidos por las cuerdas vocales. Localizadas en la laringe, estas constituyen un tejido muscular con dos dobleces. Cuando hablamos o cantamos, el cerebro envía mensajes, por medio de los nervios, hasta los músculos que controlan la aproximación de las cuerdas vocales y provocan que se forme un estrecho espacio entre aquellos. Al expulsar el aire por entre estos,

provocamos su vibración, lo que hace que suceda la producción de los sonidos. Por ser elásticos, estos se distienden, o relajan, de acuerdo con la intensidad del esfuerzo que hacemos, por ejemplo, a la hora de hablar una o de cantar. Para que este proceso se lleve a cabo, usamos órganos como los labios, la lengua, los dientes, el velo palatino y la boca, los cuales acomodan, modulan y distribuyen el aire y los sonidos.

PROBLEMAS OCASIONADOS POR LA FALTA DE CUIDADO CON LA VOZ

• Nódulo, o callo, en las cuerdas vocales: el 70 % de los

disturbios en la voz se representan por causa de los nódulos en las cuerdas vocales. Semejantes a los callos que se forman en los pies, aquellos aparecen en función de la fricción causada por el contacto directo y frecuente entre las cuerdas vocales, formando una capa dura y resistente, que compromete el tono de la voz e incomoda a la hora de hablar. “Como el paciente no siente dolor, no se da cuenta de que se trata de un problema. Únicamente se puede percibir si la ronquera u otra irritación se convierte en un síntoma frecuente”, explica Thays.

• Pólipos: “Se trata de una especie de `bolita ́ que explota en las cuerdas vocales, también en función de un esfuerzo mayor de lo que la musculatura puede aguantar; sin embargo, su gravedad es mayor, y solamente es posible tratarlos con una cirugía de remoción”, mani esta.