¿Plani cas tu vida nanciera familiar?
Muchas personas no tienen el hábito de hacerlo; simplemente, actúan. Y, lo que es aún peor, muchas personas actúan “sin pensar” cuando el tema son las nanzas. Y sin una planificación, acabamos siendo víctimas de algunas trampas.
Sin plani cación avanzamos rápidamente hacia la acción y los resultados; los cuales, generalmente, no son los mejores.
Es muy importante saber que el “plani car” debe ocurrir antes que el “ejecutar”. Para elaborar una planificación e ciente, hazte a ti misma algunas preguntas:
¿Qué voy a planificar?
Determinar el objetivo o la meta de lo que será hecho.
¿Por qué voy a planificar?
Justificaciones.
¿Cómo lo haré?
De qué manera habrá de realizarse.
¿Dónde realizaré mi planificación financiera?
En qué ámbito se realizará, lugar, estructura.
¿Cuándo?
Definición del cronograma de actividades, es decir, de lo que necesita realizarse y de los plazos de su realización.
¿Cuánto tengo?
Costos y recursos con los que contamos.
Y si la plani cación nanciera es importante, todavía más importante es el realizarla de acuerdo con la dirección que Dios nos dejó para esta área de nuestra vida. La Biblia está repleta de buenas orientaciones para una vida nanciera familiar de éxito. Ahora, nos vamos a concentrar en diez de estas orientaciones:
Administra bien las nanzas, que son del Señor. Lucas 19:13: “Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo”.
La plani cación es fundamental. Lucas 14:28: “Porque ¿quién de vosotros, queriendo edi car una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?”
Realiza un presupuesto por escrito. Proverbios 21:5: “Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza”.
Mantente dentro de tu presupuesto. Hageo 1:6: “Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto”.
Planifica qué hacer con los dividendos, y define el papel de cada uno para el éxito nanciero de la familia. Romanos 12:10: “Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, pre riéndoos los unos a los otros”.
Aprende a hablar con calma acerca de los temas monetarios. Proverbios 13:10: “Ciertamente la soberbia concebirá contienda; mas con los avisados está la sabiduría”. Amós 3:3: “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?”.
No te involucres en deudas innecesarias. Proverbios 22:7: “El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta”. Romanos 13:8: “No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley”.
Sé feliz con lo que tienes. Hebreos 13:5: “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora […]”.
Sé el en los diezmos y en las ofrendas. Malaquías 3:10: “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”.
¡Confía en el cuidado de Dios! Hebreos 13:5 (última parte): “Porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré”.