Los Presidentes Deben Sentir sus Responsabilidades. «Se me ha mostrado que los presidentes de nuestras asociaciones no han estado cumpliendo con su deber. No todos están mejorando su eficiencia. Sus experiencias se han rebajado, y al no ejercer sus poderes, empleándolos, confiando en Dios para recibir eficiencia, su trabajo es defectuoso en todo sentido. La mera posesión de cualidades no es suficiente: hay que usar diligentemente las habilidades.
¿Qué se puede idear para despertar en los presidentes de asociaciones un sentido de sus obligaciones? ¿No se dan cuenta que su posición de confianza solamente aumenta e intensifica sus responsabilidades? Si cada presidente sintiera la necesidad de mejorar diligentemente sus talentos para crear medios de despertar a los ministros para que trabajen como deben, ¡qué cambios se verían en cada asociación!
El servicio fiel de parte de los oficiales de asociaciones y de los ministros, aliviará al Presidente de la asociación de gran parte de sus labores arduas y consumidoras. Se necesita fidelidad a un grado mayor. ¿Se dan cuenta esos obreros que la revisión solemne de la obra de cada hombre comenzará pronto en el cielo?
Cuando el Maestro dejó este mundo, dejó una tarea a cada hombre en cada época y en cada generación. Y a cada uno de nosotros nos dice ‘ocúpate hasta que venga’. ¿Han pensado los pastores lo que encierran estas palabras? Ciertamente, entre ellos y la muerte podría haber un solo paso. ¿Cómo está el registro de las responsabilidades sagradas que les han sido dadas para que con sabiduría las mejoren? Talentos no empleados, horas gastadas de balde, oportunidades descuidadas, deberes no cumplidos, iglesias enfermizas, un rebaño de Dios que no ha sido fortalecido con el alimento necesario.
¿Y qué se debe hacer? ¿Debe el presidente de la Asociación General llevar la carga de la negligencia de los presidentes y pastores, y llorar entre el pórtico y el altar, diciendo ‘Perdona oh Jehová a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad’? ¿Se sentirá él responsable de la indiferencia, la parálisis que reina entre el pueblo de Dios?
Si él sigue trabajando como lo ha hecho para despertar a los descuidados y poner en orden las cosas que otros han descuidado, pronto será incapaz de seguir trabajando, e irá a la tumba antes de tiempo» Manuscrito 8, 1892 (Nov. 25, 1892, Christ and Suffering).
Pensar y Planear Más. «Los dirigentes de una asociación que quieren llevar con éxito las cargas que les son impuestas, deben orar, deben creer, deben confiar en que Dios los emplee como agentes suyos para mantener a las iglesias de la asociación en buena marcha. Esta es la parte de la viña que ellos han de cultivar. Debe manifestarse mucho más responsabilidad personal, mucho más fuerza mental en la labor hecha para el Maestro. Esto ampliará la capacidad de la mente, y hará que se tengan percepciones más agudas acerca de lo que ha de hacer, y de la forma en que ello ha de ser hecho» (Obreros Evangélicos, págs. 430, 431).