¿Qué puede decirnos de Nimrod, del que se habla en Génesis 10:8-12?
Nimrod es un personaje intrigante. Existen especulaciones significativas sobre él en escritos judíos, cristianos e islámicos. Lo que lo vuelve intrigante es que de la lista de descendientes de Noé, es el único del cual se mencionan sus logros, aunque bastante de paso. Hablaremos un poco de posibles paralelismos históricos, examinaremos qué dice el texto bíblico, y mencionaremos brevemente algunas de las especulaciones posbíblicas sobre él.
- Nimrod en la historia: El texto bíblico describe a Nimrod como a alguien que vivió en la Mesopotamia. Los estudiosos han tratado sin éxito de hallar un paralelo en el Antiguo Oriente que coincida con lo que la Biblia dice de él. Ha sido identificado con Gilgamés el que, según los babilonios, sobrevivió al Diluvio, pero la teoría ha sido rechazada. Es más popular hallarlo en vestigios del dios Ninurta, una divinidad mesopotámica de la fertilidad. Una vez más, los paralelos no son suficientes para probar el caso. Además, el texto bíblico no indica jamás que Nimrod era divino. Solo sabemos lo que dicen las Escrituras.
- Nimrod en la Biblia: Lo primero que se dice de Nimrod es que fue «el primer hombre fuerte de la tierra» (Gén. 10:8, NVI)[1] queriendo decir acaso que fue el primero de esa clase (cf. Gén. 9:20). La palabra «fuerte» significa, como lo indica el pasaje, que poseía poder político y militar. Con él se inició una nueva generación de líderes cuya intención era ser cada vez más poderosos. En segundo lugar, se lo describe como un «cazador vigoroso» (vers. 9), que significa que no solo era buen cazador, sino también un poderoso conquistador militar.
La frase «delante de Jehová» es difícil de interpretar. La principal dificultad implica decidir si esto significa que el Señor estaba con Nimrod, o que Nimrod ostentaba una actitud de desafío hacia el Señor, es decir, «contra él» (Sal. 66:7, NVI). El hecho de que Nimrod se encuentra directamente asociado con Babilonia y la tierra de Sinar implica una conexión negativa con Dios. Asimismo, si pensamos en el significado hebreo de Nimrod («nos rebelaremos»), está implícito que actuó en rebelión contra Dios.
Si esta interpretación es correcta, el proverbio citado en el texto («Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová») se refiere a un poderoso que actúa contra la voluntad de Dios.
En tercer lugar, se lo describe como la primera persona que estableció un reino («las principales ciudades de su reino» [Gén. 10:10, NVI]; «las cabeceras de su reino» [vers. 10]). Se refiere a las ciudades antiguas de Babel (Babilonia), Erec, Acad y Calne, en la región denominada Sinar, en la Baja Mesopotamia. De allí Nimrod se dirigió al norte para poseer la tierra de Asiria (vers. 11), en la Alta Mesopotamia (véase Miq. 5:6).
- Nimrod y las especulaciones posbíblicas: La tradición judía sostiene que Nimrod fue el primer cazador y, por lo tanto, quien introdujo la carne en la dieta humana. Se dice que participó de la construcción de la Torre de Babel (Gén. 11:1-4), y que después que los demás se dispersaron permaneció en Sinar para construir su reino. Las tradiciones judías e islámicas indican que existió una relación hostil entre Nimrod y Abrahán. Nimrod era un idólatra, mientras que Abrahán fue llamado por el Señor para adorarle solo a él. Algunas versiones de la tradición dicen que Nimrod colocó a Abrahán en un horno de fuego tan caliente que sus llamas mataron a miles, pero Abrahán salió ileso. En algunas tradiciones, se lo identifica con Amrafel, uno de los reyes que atacó a Sodoma y Gomorra (Gén. 14:1) y que fue derrotado por Abrahán. Las tradiciones y especulaciones, con raras excepciones, describen a Nimrod como símbolo del mal.
He resumido algunas de las posturas posbíblicas sobre Nimrod para alertarlo del peligro de ir más allá de lo que está escrito. Esas tradiciones no deberían ser usadas para definir convicciones personales, o para especular sobre el papel profético de Babilonia. Al referirnos a Nimrod, solo podemos afirmar lo que dice el texto bíblico.
[1]Los textos atribuidos a la NVI pertenecen a La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional.