Los Tiempos Cambiaron, y las Familias También

Los Tiempos Cambiaron, y las Familias También

En nuestros días, las cartas fueron sustituidas por los correos electrónicos, los sofás y las almohadas por salas de chat virtuales, máquinas de escribir por computadores, y sin que lo pudiésemos impedir, la sociedad cambió en casi todas las áreas, inclusive en la familiar.

No hay dudas de que en un pasado no tan distante las madres estaban más presentes en la rutina de los hijos; y los padres, de una forma general, actuaban más en el ambiente familiar. ¿Qué cambió?

Tal vez podamos comenzar abordando la salida de la mujer al mercado de trabajo. Con esa novedad, la educación de los hijos fue tercerizada a las guarderías, escuelas y otros profesionales. La presencia de la tecnología en la vida de las personas también es un factor considerable para esos cambios; al nal, la era digital acabó por alterar los hábitos de la comunicación dentro de la familia. Los asuntos antes tratados “frente a frente” pasaron a ser conversados entre amigos virtuales. Además de eso, temas anteriormente considerados tabús están abiertos de par en par para quien quiera leer y ver.

Vivimos en una sociedad en la cual la estructura familiar tradicional de padre, madre e hijos abrió espacio para otros órdenes. Además, los casamientos, que antes eran para la eternidad, ahora tienen plazo de validez. El IBGE, Instituto Brasileño de Geografía y Estadística presenta anualmente el asustador número creciente de divorcios.

Otra constatación bastante clara es el hecho de que nuestra sociedad “moderna” del siglo XXI vive en torno a “tener” y no a “ser”. Este nuevo enfoque alteró la relación entre las personas.

Esos asuntos son tan amplios y preocupantes que ya existe la terapia familiar ofrecida por organismos públicos en algunos estados brasileños para superar los cambios que llegan a la sociedad a una velocidad cada vez mayor. La pro- puesta en muchas de esas terapias es enseñar a la familia a aprender a lidiar con los cambios sociales y acompañarlos. Pero, ¿será que ése es el camino para las familias cristianas? ¿Conformarse a este siglo? La Biblia es muy clara en este asunto: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”, (Romanos 12:2).

Y usted, ¿cómo está lidiando con esos nuevos contextos? ¿Cómo está su familia? ¿Qué di cultades están enfrentando ustedes para lograr mantener el foco en el plan de Dios para las familias que viven en una sociedad tan secularizada? Y en la iglesia, ¿cómo se están abordando estas temáticas?

Para ayudarlos, hicimos esta revista. Cada artículo fue cuidadosamente pensado dentro de las necesidades familiares actuales. Temas como creacionismo, conflicto generacional, tecnología, sexualidad, dominio propio, entre otros, les darán un guía para que caminen con seguridad en medio de esa multiplicidad de direcciones. ¡Buena lectura!