6 de junio de 2018

QUIEN AMA BUSCA LO MEJOR PARA EL OTRO

QUIEN AMA BUSCA LO MEJOR PARA EL OTRO

QUIEN AMA BUSCA LO MEJOR PARA EL OTRO

Juan 15:12

 

 

INTRODUCCIÓN

  1. 1º EJEMPLO: Un padre de cuarenta años le pide a su hijo de diez años que lave su auto. El hijo muy feliz comienza a lavar el auto como un niño de diez años. Al finalizar su tarea, el niño con el sentimiento de deber cumplido le comunica al padre que terminó su encargo. El padre, al ver el auto lavado de esa manera, o sea, de la manera de un niño de diez años, le dice: “¡Tú no haces nada bien! ¿Así se lava un auto? No sirves para nada, ni un auto sabes lavar bien”. Esa manera de relacionarse con el hijo demuestra una profunda falta de respeto y de amor, ya que el niño no tiene obligación de lavar el auto. El niño lavó el auto con alegría de estar ayudando al padre. Probablemente lo hizo porque pretendía recibir una sonrisa o ver la alegría del padre por haber sido favorecido con la bondad del hijo.
  2. 2º EJEMPLO: La esposa llega a casa exhausta, pero pensando en el marido que trabaja hasta tarde, se dirige hasta la cocina. Abre la heladera, y con lo que encuentra allí, piensa en hacer algo especial para su esposo. Aunque cansada por el día difícil y arduo se dedica, y en algunos minutos prepara una comida bien sabrosa. El marido, algún tiempo después, también llega exhausto, cansado y con mucha hambre. La esposa está allí para recibirlo con alegría y satisfacción. El marido, decide alimentarse primero antes del baño. Feliz por la comida bien preparada comienza a saborear el plato preparado. Pero, al primer bocado, nota que le falta un poco de sal. Insatisfecho reclama como si la esposa no se hubiera esmerado en la preparación de la comida. La esposa se entristece porque todo su esfuerzo de agradarlo se fue al piso. Esa manera de relacionarse con la esposa demuestra una profunda falta de respeto y de amor, ya que la esposa no planeó hacer la comida desabrida, se esforzó para agradarlo cuando llegara del trabajo. Un detalle, ella no tenía la obligación de prepararle la comida. Si lo hizo, lo hizo por disposición cariñosa.

 

I LOS HIJOS NECESITAN SER AMADOS Y RESPETADOS

  1. Muchos padres todavía actúan de esa forma: Manifiestan aprobación a quien respeta exactamente lo que ellos quieren y desaprueban a quien contraría sus expectativas. En ese caso, para que el hijo mereciera aprobación, sería suficiente que fuera una copia auténtica de los que los padres esperan que sea.
  2. Para algunos padres es casi imposible darse cuenta de ese hecho y de manera narcisista valorizan al hijo que se transforma en espejo. El psicólogo y educador Yves de La Taille, en su libro Limites: Três dimensões educacionais [Límites: tres dimensiones educacionales], nos habla claramente que “El niño puede querer ser excelente en lo que hace, no como un adulto lo haría, sino de la mejor forma posible para su edad”.
  3. Para ese autor, el desempeño adecuado del niño, o sea, su excelencia, es nada más que su interés de ir más allá de sí mismo, haciéndose con cada acción mejor de lo que es, y no mejor que el otro (el padre, profesor, y tantos otros).
  4. Debemos resaltar que una de las características de un niño inmaduro es exactamente cuando él se comporta como un adulto, o sea, cuando no tiene una conducta correspondiente a su edad.
  5. Respetar el potencial de cada niño significa valorizarlo como es, con sus cualidades y limitaciones. Significa considerarlo como un ser humano único y especial, que vive, piensa, siente, dentro de una determinada realidad dinámica, de un mundo en eterna transformación, y con los mismos derechos que tenemos nosotros, los adultos, de realizar tareas. Pero tener derechos semejantes no significa que el niño pueda hacer lo que los adultos hacen y de la manera como lo hacen.
  6. Cada miembro de la familia tiene un desempeño diferente en sus relaciones familiares. Y cada uno tiene el derecho de ser respetado dentro de su potencial y de su capacidad.
  7. Solo cuando creemos, o sea, confiamos en el potencial del niño y en su capacidad, podemos demostrarle respeto.

 

 

II QUIEN AMA CONOCE

  1. El amor genuino requiere tiempo para conocerlo, y conocimiento para mantenerlo.
  2. En la historia de la esposa podemos notar el principio del amor interesado. Tipo: Yo amo siempre que esa relación sea de beneficio para mí.
  3. Aunque la historia ilustre el lado de esposas que no son respetadas y poco valorizadas, el mismo principio ocurre también con hombres, que de la misma forma, no son respetados y ni valorizados. El principio es válido para ambas partes.
  4. Todos comenten errores, pero el valor del amor solo puede ser reconocido como amor exactamente en el momento en que se lo prueba y desafía. Es muy fácil amar cuando somos amados o cuando todo sucede exactamente como deseamos. Pero demostrar amor cuando las cosas son contrarias a nuestros deseos es un desafío.
  5. Tanto hombres como mujeres necesitan desarrollar el sentido del amor por encima de las expectativas. El amor no puede estar condicionado a las expectativas. Si el amor se condicionara a las expectativas, todos los matrimonios se desharían ante el primer problema o ante el primer deseo frustrado.
  6. Una relación familiar debe tener en su fundamento el cimiento del amor, de la compasión, de la misericordia y del perdón. Sin ese cimiento, la casa construida será sacudida o demolida ante el primer temblor.

 

III EL PRINCIPIO DEL AMOR VIENE DE DIOS

  1. “Que os améis unos a otros, como yo os he amado” (Juan 15:12). El ejemplo del amor, inclusive en el círculo familiar, es el amor de Dios.
  2. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Si el amor de Dios es el ejemplo máximo de cómo debe ser la vida de un cristiano, ¿cómo sería entonces el amor de un marido y una esposa? ¿Cómo debería ser el amor entre padres e hijos?
  3. “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Juan 15:13). Ciertamente no hay mayor amigo que los que tenemos dentro de nuestro propio hogar. Por lo tanto, el texto podría ser reescrito naturalmente de la siguiente manera:

– No existe mayor amor que este: que un esposo de la propia vida por su esposa.

– No existe mayor amor que este: que una esposa de la propia vida por su esposo.

– No existe mayor amor que este: que un padre de la propia vida por sus hijos.

– No existe mayor amor que este: que una madre de su propia vida por sus hijos.

– No existe mayor amor que este: que un hijo de la propia vida por sus padres.

 

CONCLUSIÓN

“Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? (1 Juan 4:20). Dios tarda en airarse “Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría” (Salmo 30:5). Por lo tanto, si la demostración de amor por los que están fuera de nuestro círculo familiar debe ser una forma auténtica de lo que realmente vive dentro de nosotros, el amor o el odio, ¿qué se manifestará hacia los que están cerca de nosotros? La lógica es sencilla, si el amor de Dios no es capaz de demostrarse en nosotros para beneficio de los que forman parte de nuestra familia, mucho menos seremos capaces de demostrarlo a los que están afuera. El mejor termómetro para evidenciar si nuestro corazón ha recibido realmente la gracia del amor de Dios es nuestra propia familia. Si lo demostramos en casa, seremos capaces de demostrarlo en cualquier otro ambiente o con cualquier persona fuera de ese círculo.

 

 

 

Gilberto Theiss 

Graduado en Teología y Filosofía. Posgraduado en Enseñanza de Filosofía, Ciencias de la Religión, Historia y Antropología. Con una maestría en  Interpretación Bíblica. Actualmente es pastor en el estado de Ceará.

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