¿Qué dice la Biblia de los objetos voladores no identificados?
¡Nada! Por supuesto. Hay quienes han afirmado que sí son mencionados (por ejemplo en 2 Reyes 2:11), aunque difieren de lo que algunos afirman ver en la actualidad. A pesar de ello, algunos adventistas – creyentes emocional y espiritualmente equilibrados – me han informado que han visto esos objetos y que les gustaría saber cómo relacionar este hecho con las Escrituras. Se suele creer que los objetos voladores provienen de otros mundos o planetas, por lo que se asume que hay allí vida inteligente. A continuación, algunas ideas.
1. Vida inteligente en otros planetas: La Biblia afirma que hay vida extraterrestre inteligente. El ministerio de los ángeles de Dios entre los seres humanos (Mat. 18:10; Sal. 91:11) y la declaración de que los hijos de Dios se regocijaban cuando el Señor creó el mundo, indican que existen seres inteligentes y que existían antes de la creación de la humanidad (Job 38:7). El Hijo de Dios –un extraterrestre, por así decirlo– descendió al mundo, se hizo uno de nosotros y ascendió al cielo victorioso sobre las fuerzas del mal (Juan 1:1-3, 14; Hech. 1:9; Col. 2:15). Es también importante recordar que las fuerzas del mal no pertenecen a esta tierra, sino que vinieron del espacio exterior para oponerse a Dios y engañar a los seres humanos (Apoc. 12:7-9).
2. ¿Y si son reales? ¿Qué podemos decir a los que creen que los ovnis son reales y que provienen de otros planetas? En primer lugar, la Biblia deja en claro que la comunicación entre los humanos y las formas extraterrestres de vida es posible solo mediante la mediación de Cristo, que envió al Espíritu Santo y a sus ángeles para ministrar en nuestro favor (1 Tim. 2:5; Juan 14:16, 17, 26).
En segundo lugar, por medio de Cristo, Dios ha revelado cómo se resolverá en toda su expresión el dilema humano. Debemos sospechar de cualquier desviación del plan divino.
En tercer lugar, Cristo ha establecido claramente cómo regresará (Mat. 16:27; 24:30, 31; 1 Tes. 4:14-17). Por lo tanto, podemos afirmar que no usará los ovnis que algunos afirman haber visto.
En cuarto lugar, los poderes del mal también participan del conflicto cósmico y buscan engañar a los humanos ofreciéndoles un plan alternativo para la solución del dilema humano. Al aproximarnos al fin del conflicto cósmico, se volverán especialmente activos por medio de milagros y manifestaciones sobrenaturales (Apoc. 13:13, 14). Las Escrituras nos dicen que irán a los reyes de la tierra para unirlos contra Dios y su pueblo (Apoc. (Valium) 16:14). Hasta procurarán imitar el retorno de Cristo (2 Tes. 2:8, 9). Estas creencias bíblicas fundamentales deberían ser usadas para evaluar toda supuesta manifestación de vida extraterrestre en nuestro planeta por medio de ovnis o de cualquier otra forma similar.
3. ¿Evidencia adicional? Algunos adventistas han usado una declaración de Elena White para afirmar que ella anticipó el fenómeno de los ovnis y los identificó como de origen demoníaco: «Pronto aparecerán en el cielo signos pavorosos de carácter sobrenatural, en prueba del poder milagroso de los demonios. Los espíritus de los demonios irán en busca de los reyes de la tierra y por todo el mundo para aprisionar a los hombres con engaños e inducirlos a que se unan a Satanás en su última lucha contra el gobierno de Dios» (El conflicto de los siglos, p. 608). Que cada lector decida cómo interpretar esta interesante declaración. Sobre las evidencias bíblicas, podemos declarar inequívocamente que las manifestaciones demoníacas se incrementarán en intensidad y naturaleza.
El tiempo dirá qué son los ovnis, si es que realmente existen. Y de ser reales, cuáles son sus intenciones. Nuestra seguridad está en las Escrituras. No permitamos que este fenómeno nos distraiga de lo más importante: el cumplimiento de la misión que Dios nos ha encomendado. Los adventistas no deberíamos obsesionarnos con esas cosas, aun si afirmamos haberlas visto. Es más importante el plan divino y nuestra participación en él.