Trabajando Juntos para el Bien

Trabajando Juntos para el Bien

TRABAJANDO JUNTOS PARA EL BIEN

Pavel Goia, D. Min. (ABD), es editor de la revista Ministry.

 

En Rumania, durante el comunismo y la persecución, cualquier evento podría ser interpretado como una rebelión. Durante las primeras semanas de la Revolución Rumana de 1989, miles salían a las calles a protestar; el régimen comunista mató a muchos. Desafiando las posibles consecuencias, un coro de jóvenes adventistas del séptimo día cantó en las calles y oró con las personas.

 

Al oírlos cantar, la policía vino a prenderlos, pero se detuvo. Después de escucharlos, los policías los llevaron a todos a una terraza del edificio más alto del centro de la ciudad. Los jóvenes adventistas iban orando mientras esperaban lo peor: ser arrojados de la terraza, como habían hecho antes con otros.

 

Cuando estaban todos en la terraza, el comandante de policía les dijo: “Lo que ustedes cantan y hablan lo tiene que oír todo el mundo en este momento de crisis”. Él tenía un sistema de anunciar públicamente instalado allí y les dijo que cantaran y oraran desde la terraza. Los jóvenes se quedaron choqueados. Durante el comunismo, nadie tenía permiso de hablar o de escuchar nada que fuera cristiano.

 

Cuando los jóvenes adventistas comenzaron a cantar y orar desde la terraza, las personas en las calles se detenían, se arrodillaban y alababan a Dios con cantos y oraciones. Un evento absolutamente fuera de lo común en la Rumania comunista. Los habitantes y policías se abrazaron y lloraron. Por medio de su pueblo, Dios transformó una crisis en bendición y el desamparo en esperanza.

 

SIN ESPERANZA

En medio de una pandemia global, el mundo está hambriento de esperanza. El consejero de crisis Drew Martel declaró: “Para aquellos de nosotros con (y sin) antecedentes de luchas con salud mental, esta crisis ‘sin precedentes’ ha presentado desafíos únicos a nuestro bienestar: inseguridad, miedo y una sensación de desesperanza. […] La pérdida diaria de vidas, el ciclo de noticias de 24 horas con el foco constante en la pandemia y una enorme crisis económica. […] Es difícil escuchar buenas noticias”.1

 

¿Dónde están las buenas noticias? “Por qué Dios permite que sus hijos pasen por crisis?”. Las Escrituras simplemente declaran: “Y sabemos que los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, a los que conforme a su propósito son llamados” (Rom. 8:28).2 ¿Todas las cosas, incluyendo crisis, desafíos y ensayos? ¿Cómo pueden ser esas noticias buenas?

 

La buena noticia es que Jesús está por regresar muy pronto. Al acercarnos al fin, sabemos que los eventos finales serán marcados por una crisis sin precedentes. El libro de Daniel dice: “habrá un tiempo de angustia cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces” (Dan. 12:1). El libro de Mateo nos dice que las pruebas aumentarán como los dolores de parto (Mat. 24:8). El libro de Lucas nos informa que, durante esta crisis final, las personas desfallecerán por el temor (Luc. 21:26). Elena de White comenta: “algo grande y decisivo está por acontecer, que el mundo se encuentra en víspera de una crisis estupenda”.3 ¿Cuáles son nuestras órdenes de marcha?

 

NUEVA DIRECCIÓN

Si la pandemia de coronavirus es solo una muestra de lo que acontecerá en el futuro cercano, ¿cómo debemos comportarnos? Jeremías preguntó retóricamente: “Si corriste con los de a pie, y te cansaron, ¿cómo contenderás con los caballos?” (Jer. 2:5). Si con frecuencia enfrentamos desafíos comunes, ¿cómo debemos enfrentar el mayor desafío de la Tierra?

 

La Biblia dice que hay un tiempo para todo (Ecl. 3:1). Hay tiempo para estudiar y tiempo para implementar lo estudiado; tiempo para reunir cosas y tiempo para usar lo que reunimos. Dios permite las cosas con un propósito. Él puede estar intentando llamar nuestra atención para decirnos que ahora es el momento de seguir una dirección diferente.

 

Estamos tan acostumbrados a la manera en la que hacemos las cosas que consideramos difícil adaptarnos a las formas nuevas. Muchas veces adoramos nuestra adoración. Pronto habrá un tiempo en que la adoración como la conocemos no se permitirá, ni podremos comprar o vender (ver Apoc. 13:15-17). ¿Qué medidas podemos adoptar durante esta crisis que pueden ayudarnos en la próxima?

 

PASOS VITALES

Existen algunas actividades vitales que podemos adoptar ahora que nos ayudarán en las crisis presentes y futuras.

 

  1. Oración intencional. Este no es un tiempo para el placer, sino para crecer espiritualmente. Sea intencional y dedíquese a la oración. Muchas veces estamos tan ocupados trabajando para Dios que nos encontramos sirviéndolo sin su presencia y poder.

 

“Al aumentar la actividad, si los hombres tienen éxito en ejecutar algún trabajo para Dios, hay peligro de que confíen en los planes y métodos humanos. Propenden a orar menos y a tener menos fe. Como los discípulos, corremos el riesgo de perder de vista cuánto dependemos de Dios y tratar de hacer de nuestra actividad un salvador. Necesitamos mirar constantemente a Jesús comprendiendo que es su poder lo que realiza la obra. Aunque hemos de trabajar fervorosamente para la salvación de los perdidos, también debemos tomar tiempo para la meditación, la oración y el estudio de la Palabra de Dios. Es únicamente la obra realizada con mucha oración y santificada por el mérito de Cristo, la que al fin habrá resultado eficaz para el bien”.4

 

Muchas veces adoramos nuestra adoración. Pronto habrá un tiempo en el que la adoración como la conocemos no estará permitida, ni podremos comprar o vender. Ore por el derramamiento del Espíritu Santo por medio del reavivamiento (“una resurrección de la muerte espiritual”) y de una reforma (“una reorganización, un cambio en las ideas y las teorías, en los hábitos y las prácticas”), esenciales para terminar la obra.5

 

  1. Un estudio intenso. Reserve un tiempo especial para estudiar la Palabra y el Espíritu de Profecía más de lo habitual. “Solo los que hayan fortalecido su espíritu con las verdades de la Biblia podrán resistir en el último gran conflicto”.6

 

En Mateo 24, Jesús enumera los eventos que ocurrirán durante la crisis final. Menciona catástrofes, guerras, pestes etc. Entre ellos también figura la apostasía espiritual, las falsas enseñanzas y doctrinas, los milagros y los profetas falsos (ver Mateo 24:24) “Los cristianos deben prepararse para lo que pronto ha de estallar sobre el mundo como sorpresa abrumadora, y deben hacerlo estudiando diligentemente la Palabra de Dios y esforzándose por conformar su vida con sus preceptos”.7

 

  1. Predicación pertinente. Use este tiempo para reunir material con mensajes de la verdad presente que preparará a la gente para los eventos finales. Usted es el pastor de ellos. Sea el mejor pastor que pueda ser, imitando al gran Pastor. En sus acciones y palabras a los discípulos, Jesús los preparaba para lo que estaba por suceder pronto. “Día tras día, Dios instruye a sus hijos. Por las circunstancias de la vida diaria, los está preparando para desempeñar su parte en aquel escenario más amplio que su providencia les ha designado. Es el resultado de la prueba diaria lo que determina su victoria o su derrota en la gran crisis de la vida”.8

 

¿Sus ovejas serán como las cinco vírgenes sabias o las cinco vírgenes insensatas? ¿Tendrán suficiente aceite para ver llegar al novio?

 

  1. Relaciones renovadas. Muchas veces, podemos estar tan ocupados sirviendo a la iglesia que podemos descuidar a nuestras familias. “Porque si uno no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?” (1 Tim. 3:5). Dedique tiempo para estar con su cónyuge e hijos. No se sienta culpable por hacerlo; siéntase culpable cuando no lo hace. Usted es responsable por ellos. Ellos necesitan estar preparados para el tiempo del fin, como todos los otros miembros de la iglesia.

 

  1. Salud integral. Cuando servimos a Dios, con frecuencia nos vemos ignorando nuestra salud: dormimos menos, comemos esporádicamente, ignoramos los ejercicios y cometemos otros actos de intemperancia. “Las compasivas palabras de Cristo se dirigen a sus obreros actuales tanto como a sus discípulos de entonces. ¡Venid vosotros aparte, … y reposad un poco’, dice aun a aquellos que están cansados y agobiados! No es prudente estar siempre bajo la tensión del trabajo y la excitación, aun mientras se atiendan las necesidades espirituales de los hombres; porque de esta manera se descuida la piedad personal y se agobian las facultades de la mente, del alma y del cuerpo. Se exige abnegación de los discípulos de Cristo y ellos deben hacer sacrificios; pero deben tener cuidado, no sea que por su exceso de celo Satanás se aproveche de la debilidad humana y perjudique la obra de Dios”.9

 

  1. Jardinería provechosa. En lo posible mantenga una huerta. Las Escrituras nos dicen que llegará el tiempo cuando las personas no podrán comprar o vender (Apoc. 13:17). Podrá ser difícil encontrar comida. Si es posible, con oración y de acuerdo con el tiempo y la conducción de Dios, tenga una huerta con frutas y verduras. Mi esposa y yo tuvimos la oportunidad de ministrar a cientos gracias a que manteníamos una huerta. Atender las necesidades físicas de alguien abre las puertas para poder ayudarlo en sus necesidades espirituales.

 

Un año hasta reuní a nuestra congregación cuando tuvimos tantos tomates que nuestra iglesia tuvo una buena y divertida guerra de tomates. Todos se divirtieron mucho. “El Señor quiere que las familias de su pueblo se trasladen al campo donde puedan establecer sus casas, y cultivar sus propias frutas y verduras, y donde sus hijos puedan estar en contacto directo con las obras de Dios manifestadas en la naturaleza”.10

 

  1. Confianza inquebrantable. Dios no altera sus órdenes de marcha por una crisis. Mientras continuamos prestando atención a todos los detalles relacionados a la obra de Dios, nuestro llamado vital es el amor a Dios y a la humanidad. Salomón dijo: “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre” (Ecl. 12:13).

 

Los requisitos de Dios para nosotros son los mismos que para todas las generaciones de la historia de la Tierra: confíe y obedezca. “Dios hará cosas maravillosas por los que confían en él. El motivo por el que los que profesan ser sus hijos no tienen más fuerza consiste en que confían demasiado en su propia sabiduría, y no le dan al Señor ocasión de revelar su poder en favor de ellos. Él ayudará a sus hijos creyentes en toda emergencia, si ponen toda su confianza en él y le obedecen fielmente”.11

 

DESTINADO PARA EL BIEN

En tiempos de crisis, Dios trabajó por medio de un humilde coro de iglesia. Ya lo hizo antes y lo hará nuevamente “Al enviar pruebas a sus hijos, Dios tiene un propósito. Nunca los conduce por otro camino que el que elegirían si pudiesen ver el fin desde el principio y discernir la gloria del propósito que están cumpliendo. Todo lo que les impone como prueba tiene por fin fortalecerlos para obrar y sufrir para él”.12

 

Si tenemos que enfrentar la muerte o la traición, podemos declarar como lo hizo José: “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo” (Gén. 50:20).

 

1 Drew Martel, “Anxious Times and Anxious Behaviors”, Meadowlark Psychiatric Services, acessado em 19 de maio de 2020 em https://meadowlarkpsych.com/resources-and-articles/.

2 La versión de la Biblia utilizada es la Reina Valera Revisada en 1960.

3 Elena de White, El evangelismo, p. 145.

4 Elena de White, El Deseado de todas las gentes, p. 329.

5 Elena de White, Servicio cristiano, p. 53.

6 Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 580.

7 Elena de White, Servicio cristiano, p. 53.

8 Elena de White, El Deseado de todas las gentes, p. 345.

9 Elena de White, El Deseado de todas las gentes, p. 329.

10 Elena de White, Eventos de los últimos días, p. 101.

11 Elena de White, Patriarcas y profetas, p. 359.

12 Elena de White, Profetas y reyes, p. 424.

 

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