Tres Maneras de Asegurar una Ubicación Pastoral Saludable

Tres Maneras de Asegurar una Ubicación Pastoral Saludable

Tres maneras de asegurar una ubicación pastoral saludable

Peter Iwankiw

 

Sabía que no daría resultado. Era una obvia incompatibilidad, y me estaba estresando. Me sentí impresionado a comenzar a orar por dos cosas: impulso o un cambio.

Cuando uno se siente como si estuviera estancado por un distrito eclesiástico que no es compatible; uno espera que, más allá de todos los obstáculos aparentes, Dios todavía puede proporcionar algo de impulso. Pero cuando uno se encuentra continuamente golpeándose contra las paredes, tal vez sea el tiempo para un cambio. Poco podía saber que era eso lo que Dios estaba planificando para mí.

Ubicación ministerial en un distrito eclesiástico

En mi parte del mundo, cuando una congregación necesita un pastor, la asociación forma un comité de búsqueda para encontrar posibles candidatos. Después de semanas, o incluso meses, de búsqueda con oración, los candidatos elegidos pasan por entrevistas para determinar si serán la opción correcta. Si responden a las preguntas del comité satisfactoriamente, son colocados en una lista corta hasta que un individuo es seleccionado. El método parece funcionar bastante bien. Un pastor busca una oportunidad de servir, y una iglesia busca al candidato correcto para liderar.

A través de todo el proceso, una pregunta que subyace en el fondo de la mente de todos es: ¿Va a encajar bien? Las iglesias quieren saber que el pastor esté alineado con su visión, y los pastores quieren asegurarse de que los miembros estén abiertos a la suya. Lo que a veces ocurre durante las primeras interacciones es que ambas partes pasan por alto las señales de alerta de una relación incompatible. No es hasta algún tiempo después que pueden darse cuenta de que después de todo no eran compatibles.

Como los pastores aprenden a contentarse en todas las situaciones mientras son todo para todos, luchan a través de esa relación durante más tiempo, orando para que mejore. La realidad, con más frecuencia, es que a menos que el pastor y la congregación cambien su filosofía del ministerio, seguirán siendo incompatibles.

He pastoreado iglesias donde lo que era importante para mí no era conveniente para ellos. Cuando intentamos el juego de dar y recibir, ellos insistieron en liderar o retirarse. Con cada crítica y negación a cambiar, me preguntaba ¿Soy yo? Ahora, reconociendo que mi primer deber debería haber sido someter la decisión a Dios en oración, me doy cuenta de que estaba en un lugar en el que no encajaba. No se ponga ansioso sobre una iglesia o distrito en específico. En lugar de eso, ore, pida que Dios dirija, y esté dispuesto a aceptar su dirección.

Como pastores, con frecuencia asumimos que, con el suficiente tiempo, podemos renovar, revivir y reconstruir cualquier congregación. Me encantaría que esto fuera cierto, pero cuando es incompatible desde el principio, el pastor puede desanimarse y desmoralizarse por la creatividad reprimida y la parálisis del ministerio. Para aquellos que han estado o actualmente se encuentran en situaciones similares, me gustaría recomendarles tres maneras de asegurarse que una ubicación pastoral sea saludable.

  1. Haga las preguntas difíciles.

En las primeras etapas de la conversación, hablamos acerca de alcanzar a otros, del discipulado, y otros conceptos del ministerio, pero solemos fallar en hacer más sustancioso lo que eso conlleva en la práctica. Decir que uno cree en un servicio cristocéntrico, basado en la Biblia y elevador no revela mucho acerca de cómo se ve eso semanalmente. Especularía que todas las iglesias quieren esas cosas. Es cuando uno comienza específicamente a discutir la atmósfera y la cultura del servicio cuando ve ambos lados. ¿Tiene la iglesia un sistema de asimilación de visitas en funcionamiento? La membresía ¿está abierta a recibir visitas o el servicio está hecho a medida para las necesidades específicas de los miembros? La congregación ¿se enfoca intencionalmente en los que espera alcanzar? ¿Qué considera buena predicación? ¿Quién puede participar? ¿Qué música es aceptable? ¿Cuál es el foco de la misión y qué tan incómoda está dispuesta a volverse la iglesia por el bien de aquellos a quienes espera alcanzar?

Algunas asociaciones hacen que la iglesia y el pastor completen una encuesta que revela en qué parte del espectro se encuentra su filosofía del ministerio. A veces, se evitan algunas preguntas por cortesía, o no pensamos en ellas mientras somos atraídos. Hacer las preguntas correctas puede ayudar a prevenir el arrepentimiento de una relación incompatible más adelante.

  1. Confirme la visión mayoritaria.

Ocasionalmente, unos pocos ancianos o un comité pequeño de la iglesia tienen parte en el proceso de entrevistas. Se comparten planes futuros, bosquejando la dirección en la que les gustaría que la iglesia avanzara, pero después, el pastor descubre que esta es la pasión de unos pocos, no la visión de la mayoría. Tristemente, esto suele emerger una vez que el pastor empieza a enseñar temas específicos o intenta votar ciertos cambios. En este punto, uno se da cuenta de que la visión que le vendieron no iba más allá que esa primera reunión.

Tener una mejor comprensión de la dirección de la iglesia requiere tanto una encuesta como una charla que claramente revelará la visión de la mayoría. Con esta información, los pastores sabrán precisamente a qué están abiertos la mayor parte de los miembros y entonces tendrán más posibilidades de tener apoyo al avanzar con sus planes. No se apresure a cambiar la iglesia. En cambio, tome tiempo para escuchar sus propuestas, comprender sus puntos de vista, cultivar relaciones y construir la confianza. Ore con y por sus miembros. Muéstreles que se preocupa por ellos. Haga cambios, un paso a la vez, dividiéndolos en pasos pequeños, que se irán incrementando. Aunque sea más lento que lo esperado, es mejor lograr unas pocas cosas gradualmente que hacer todo rápido y solo.

  1. Alinee para el éxito

Lo que también puede suceder es que una iglesia y una Asociación que se preocupan con llenar un cargo puedan avanzar muy rápido. La Asociación se siente bien acerca de haber cubierto esa función, la iglesia puede respirar mejor, y todos se sienten satisfechos. Pasa algún tiempo, y la congregación y el pastor se dan cuenta de que una incompatibilidad está evitando que la iglesia avance, y la mayor parte del tiempo se gasta en apagar incendios. Al ubicar a un candidato, es mejor tomarse un poco más de tiempo para asegurar que una buena compatibilidad traiga éxito tanto al pastor como a la iglesia. Si estamos ubicando al pastor solo para llenar una vacante, eso proporcionará solo un arreglo temporal. Pero si queremos alinear para el éxito, veremos tanto al ministerio del pastor como a la iglesia crecer de forma exponencial en poco tiempo.

Entonces, ¿qué estaba planificando Dios para mí? Unas pocas semanas después de reunir mis pensamientos iniciales para este artículo, una oportunidad ministerial inesperada llegó a mí. Mientras reflexionaba sobre esta posibilidad, sabía que tendría la oportunidad de implementar las ideas que había juntado.

El momento para la primera entrevista finalmente había llegado. Comenzaron con preguntas suaves con algún cambio ocasional. Sabía que pronto sería mi turno. Quería hacer las “preguntas incómodas”, pero también quería dar una buena impresión. Finalmente, tuve que preguntarme, “La posibilidad de ofenderlos ¿es peor que quedarme estancado en otro distrito incompatible?”. No lo era. Por preguntar, comprendí mejor de qué cosas estaban a favor y de cuáles estaban en contra. Hasta el momento, todo bien. Lo siguiente que tenía que saber era si lo que estaban compartiendo eran los pensamientos de una minoría en esa sala o la visión de la mayoría de la iglesia. Ellos respondieron, y yo iba dos a dos.

Cuando se trata de alinear para el éxito, no hay simplemente una pregunta específica para hacer en la entrevista. Entre otras cosas, la Asociación determina la designación con base en la cultura y filosofía del ministerio de la iglesia y del pastor. La decisión se había tomado antes de la entrevista. En algún momento, los líderes de esta iglesia fueron entrevistados acerca de su cultura y misión, y esta información me fue presentada de antemano. Mientras compartía estos puntos con mi esposa, ella respondió con asombro: “Prácticamente están describiéndonos a nosotros y a nuestra visión”. Fue una decisión difícil de tomar porque involucraba muchos cambios para nosotros. Sin embargo, no podíamos dejar de lado el hecho de que, como no estábamos tomando impulso donde estábamos, aquí estaba el cambio por el que habíamos estado esperando y orando. Aceptamos la invitación.

Tuvimos una transición prácticamente sin problemas. Lo que hizo la diferencia más significativa en el proceso era el hecho que estábamos dispuestos a hacer las preguntas difíciles y confirmar la visión de la mayoría, y éramos privilegiados de estar alineados para el éxito.

Impulso e impacto

No soy tan ingenuo para prometer que, si usted considera estos tres pasos, nunca tendrá un ministerio incompatible, pero tal vez puedan minimizar esa posibilidad. Usted no debería tener que apenas sobrevivir el ministerio en un contexto en particular cuando puede prosperar en un contexto diferente. Los más grandes logros en la vida han tenido lugar porque la compatibilidad generó impulso para los individuos y las organizaciones. Tales pasos pueden dar un poco más de trabajo y sentirse un poco incómodos, pero finalmente permitirán a nuestros pastores e iglesias tener un mayor impacto para el reino de Dios.

 

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