DIOS ESPERA MULTIPLICAR LAS BENDICIONES A LAS FAMILIAS MINISTERIALES
AbdovalCavalcanti
Taré, tuvo tres hijos Abraham, Nacor y Harán. Harán murió cuando aún estaban en Ur de los Caldeos, era padre de Lot. A pesar de que el llamado de Dios fue hecho a Abraham, cuando estaba en Ur, se extendía también a la familia de Abraham. No solo a Abraham, sino a toda la familia. Vea queen Génesis 11:31 dice: “Y tomó Taré a Abram su hijo, y a Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Sarai su nuera, mujer de Abram su hijo, y salió con ellos de Ur de los caldeos, para ir a la tierra de Canaán; y vinieron hasta Harán, y se quedaron allí” (Gén. 12:1-3).
Después de la muerte de Taré en Harán, lugar con el mismo nombre que su hijo, Dios le habló a Abraham y le ordenó que tomara a su familia y fuera a la tierra de Canaán. En el versículo dos aparece la frase célebre: “Y serás bendición”.
El deseo de Dios era hacer de Abraham una nación grande. “Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición” (Gén. 12:2).
Elena de White informa que fue con esa visión que Abraham trató de realmente ser una bendición. “Abraham, el ‘amigo de Dios’ (Santiago 2:23), nos dio un digno ejemplo. Fue la suya una vida de oración. Dondequiera que establecía su campamento, muy cerca de él también levantaba su altar, y llamaba a todos los que le acompañaban al sacrificio matutino y vespertino. Cuando retiraba su tienda, el altar permanecía allí”.1Lo que llama la atención en ese texto son los énfasis en la familia. Menciona a la familia como parte integrante del texto, la llama parentela (Gén. 12:1) y familia (Gén. 12:3).
Dios llamó a Abraham para bendecir a las familias de la tierra
Dios siempre deseó bendecir a las familias de la Tierra. “… y serán benditas en ti todas las familias de la Tierra” (Gén. 12:3). Su propósito por medio del patriarca era proporcionar bendiciones para que los miembros de la familia fueran más felices. Y por medio de esa institución la sociedad fuera mejor. Así afirmó Elena de White: “El afecto de Abrahán hacia sus hijos y su casa le movió a resguardar su fe religiosa, y a inculcarles el conocimiento de los estatutos divinos, como el legado más precioso que pudiera dejarles a ellos y por su medio al mundo. A todos les enseñó que estaban bajo el gobierno del Dios del cielo”.2
Dios siempre quiso bendecir a las familias de la tierra, de Brasil y de todos los lugares. El deseo siempre fue bendecir a nuestra familia también. Por esa razón puso a disposición muchas informaciones por diversos medios.
Lo que Abraham fue para Canaán y para la tierra en sus días, lo es la Iglesia en la actualidad. Así como Dios quiso bendecir a las familias por medio de Abraham, también tiene a la iglesia y, a través de ella, desea bendecir a las familias en nuestros días. Nosotros somos la iglesia, y el ministerio está íntimamente asociado a esos propósitos.
Dios deseaba bendecir a las familias en la creación y en la recreación
La expresión “fructificad y multiplicaos” aparece cuatro veces en la Biblia y todas en el contexto de la creación o recreación de la humanidad, y dos de ellas son a partir de la familia.
Primera:Gén. 1:28: “Y los bendijo Dios, y les dijo: ‘Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra’”. Según el Comentario Bíblico Adventista, esa bendición fue pronunciada al final del día después de la creación de Eva. Eso indica que las bendiciones que se otorgarían deberían compartirlas entre ambos. Dios bendijo a las familias en la creación.
Segunda:Gén. 9:1 “Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: ‘Fructificad y multiplicaos, y llenad la Tierra’”. Aquí Noé y su familia recibieron una bendición semejante a la concedida a Adán y Eva después de la creación. Como Adán había sido el progenitor de toda la raza humana, Noé se transformó en el progenitor de todos los seres humanos después del diluvio. Solo que ahora con una limitación, no se incluyó “sojuzgadla” al referirse al dominio de la Tierra. Por el pecado, el dominio por parte del hombre se había perdido. El hombre perdió la armonía original que existía con la naturaleza antes del pecado.
Gén. 1:22 “Y Dios los bendijo, diciendo: ‘Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra’”.
Gén. 9:7“Mas vosotros fructificad y multiplicaos; procread abundantemente en la tierra, y multiplicaos en ella’”. Esa es una repetición de la bendición pronunciada en el versículo 1.
Las estrategias de Satanás
Satanás usa los mismos principios para fomentar sus acciones. Como Dios desea multiplicar bendición, Satanás pretende multiplicar maldiciones. Vea lo que dice Amós 4:4 “Id a Bet-el, y prevaricad; aumentad en Gilgal la rebelión […]”. Es exactamente lo que está sucediendo. Cuando miramos a todos lados estamos obligados a contemplar miseria y sufrimiento. Muchos son los que viven sumergidos en el lodo del pecado sin ningún interés de abandonar el mal.
Multiplicación del divorcio
Según la tesis doctoral de Timoteo Madaleno Vieira, de la Universidad de Brasilia, cuarenta años después de la institución de la ley del divorcio en Brasil, uno de cada tres matrimonios termina en separación en el país. Es lo que muestran los datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE)3.Un balance hecho con datos del instituto entre 1984 y 2016 señala además que el número de separaciones aumentó con el pasode los años. En 1984, representaban cerca del 10% del total de casamientos, con 93.300 divorcios. Esa correlación saltó a 31,4% en 2016, con 1,1 millón de matrimonios y 344.000 separaciones. El levantamiento señala más de 7 millones de separaciones registradas en el país entre 1984 y 2016, o 580 divorcios por día, ante 29 millones de matrimonios. En el período, los casamientos subieron un 17%. Y los divorcios aumentaron un 269%. Entre los cristianos evangélicos hubo un aumento también. Datos de los dos últimos censos (2000 y 2010) del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBEGE, 2003, 2012) muestran altos índices de divorcio entre evangélicos. En el censo de 2000, el número de evangélicos separados, despechadosy divorciados era del 8,6%. En el censo de 2010 fueron 10,7%. Esos porcentajes están cerca de la población general, que presentaron aproximadamente un 12% en 2000 y un 14,6% en 2010. Una investigaciónrealizada por el Instituto Datafolha (2007) también reveló que más del 50% de los evangélicos son favorables al divorcio4.
En la práctica, Brasil pasó a contar con tres generaciones de matrimonios legalmente separados. Por desgracia, hemos visto diversas separaciones en el medio ministerial por varios motivos y por motivos aparentemente injustificables. Y la gran preocupación es que ese mal también ha aumentado entre familias pastorales.
Al multiplicar tareas, falta tiempo con la familia
Demasiado atareados con el trabajo, los padres pierden el control sobre los hijos. El resultado de eso se siente en toda la sociedad al ver como aumentan los indicadores de violencia, el uso de drogas y la sexualidad desordenada. Quién siente ese reflejo es la sociedad como un todo. Pero, las familias ministeriales no están exentas de sufrir el mismo mal. En nombre de algo importante, pueden estar sometiendo a la familia a un problema semejante. Por la cantidad de los viajes, la demanda de la iglesia, se han descuidado algunas cosas como las comidas en familia, las salidas del fin de la tarde y otras actividades que, si se realizaran en familia, se haría un gran bien para fortalecer la salud emocional de los hijos. Elena de White al escribir a los padres que están demasiado atareados para dedicar tiempo a la familia les dijo “no deberían haber asumido la responsabilidad de una familia”.5 No podemos usar la demanda del Ministerio como una excusa para descuidar a la familia. Se necesita planificación, disciplina, organización y decisiónpara conseguir tiempo para los hijos y la esposa.
Jesús puede multiplicar las bendiciones
Así como Dios al llamar a Abraham prometió bendecir a las familias de la Tierra por medio de él, Jesús eligió una fiesta de casamiento para inaugurar su ministerio de señales (Jun 2:11), y bendijo a ese casamiento realizando un milagro para resolver un problema que se había originado.
Después de la tentación en el desierto, Jesús volvió a una pequeña villa en Galilea, fue de visita a una fiesta familiar de parientes de José y María. Elena de White dice que: “Jesús no empezó su ministerio haciendo alguna gran obra delante del Sanedrín de Jerusalén. Su poder se manifestó en una reunión familiar, celebrada en una pequeña aldea de Galilea, para aumentar el placer de una fiesta de bodas. Así demostró su simpatía por los hombres y su deseo de contribuir a su felicidad”.6
El deseo de Dios siempre fue la felicidad del hogar, de las familias. Cuando Jesús visitó esa fiesta fue para proporcionar felicidad. Dios desea que su hogar sea feliz; no podrá estar libre de todos los problemas, pero, cuando Jesús está presente, se resuelven, y la felicidad se restaura.
En este texto, podemos ver que Jesús inició su ministerio en una fiesta de familia. Y por medio del milagro de la transformación de 600 litros de agua en vino, simbólicamente multiplicó la alegría de las familias.
Versículo 2: “Y fueron también convidados a las bodas Jesús y sus discípulos”. Invite a Jesús a su familia. Al invitar a Jesús a su hogar, usted comprobará que no habrá lugar para la indiferencia, la tiranía, los abusos, los maltratos, la negligencia, la violencia, etc. La presencia de Jesús proporcionará amor que se manifestará en respeto, tolerancia, simpatía, cariño, aceptación y alegría.
Versículo 5: “Hacer todo lo que os dijere”. Este es otro gran secreto. Haga lo que Jesús pide, no lo que el mundo impone. Escuche las palabras de Jesús. Sus palabras nos ofrecen seguridad para conducir nuestras acciones y reacciones.
Versículo 9: “Cuando el maestresala probó el agua hecha vino…”. Cuando usted esté pasando por momentos difíciles en su familia, aunque sean problemas aparentemente sin solución, recuerde: Jesús fue capaz de transformar agua en vino, por lo tanto, será capaz de revertir cualquier situación, aunque parezca perdida.
Versículo 10: “…pero tú has reservado el buen vino hasta ahora”. En esa época era costumbre servir primero el buen vino y cuando los invitados estaban hartos, se servía el inferior. Pero con Jesús presente fue diferente.Durante todo el tiempo, se alegraron tomando vino de la mejor calidad, desde el comienzo al final de la fiesta. Si Jesús estuviera en su familia, la alegría no será solo en los primeros años, sino durante toda la vida.
El plan de la salvación bosquejado en Caná de Galilea
Esa visita de Jesús a las bodas de Caná de Galilea fue una manifestación clara de que el Señor tiene objetivos muy claros con relación al matrimonioy a la familia, pues “El don de Cristo en el festín de bodas fue un símbolo. El agua representaba el bautismo en su muerte; el vino, el derramamiento de su sangre por los pecados del mundo. El agua con que llenaron las tinajas fue traída por manos humanas, pero solo la palabra de Cristo podía impartirle la virtud de dar vida”.7
En la primera fiesta en Caná a la que asistió Jesús con sus discípulos, les dio el cáliz que simbolizaba su obra por su salvación. En la última cena volvió a darlo, al instituir el sagrado rito por el cual su muerte debía ser anunciada.
Y cuando todo se había cumplido en la cruz, una vez muerto, cuando Jesúsfue herido por un soldado que “le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua” (Juan 19:34). Ya no era vino, sino su propia sangre. Estaba hecho.
En la providencia divina, la familia se incluyó en los asuntos de la salvación. Fue en una fiesta familiar donde Jesús anunció el objetivo de su venida a la Tierra. Dios espera que la familia, además de ser un ambiente para disfrutar de las bendiciones de la salvación, sea también para que las personas reciban su ayuda en el proceso de la salvación.
La relación del plan de salvación con las bodas, que es un elemento de la familia, siempre estuvo presente tanto en el AT como en el NT. “la relación matrimonial se emplea para representar la unión tierna y sagrada que existe entre Cristo y su pueblo. En el pensar de Cristo, la alegría de las festividades de bodas simbolizaba el regocijo de aquel día en que él llevará la Esposa a la casa del Padre, y los redimidos juntamente con el Redentor se sentarán a la cena de las bodas del Cordero”.8
Los siervos nunca hubieran transformado el agua en vino, pero, si ellos no hubieran hecho su parte, Jesús no hubiese hecho el milagro. Nosotros jamás podremos producir una transformación en la vida familiar de otros si no hacemos nuestra parte invirtiendo en nuestras familias. Al hacerlo seremos multiplicadores de las bendiciones para muchas otras familias.
Referencias bibliográficas
- Elenade White, Patriarcas yprofetas, p. 121.
- Ibíd., p. 137.
- https://veja.abril.com.br/noticias-sobre/ibge/(Acessado em 7 de maio de 2021)
- VIEIRA, Timoteo Madaleno. Conjugalidade e Divórcio no Mundo Evangélico: Destradicionalizacões e Formações de um Modelo Hedocultural. (Programa de posgrado en Psicología Clínica y Cultura. Universidad de Brasilia. Brasilia – DF, 2014.
- Elenade White, Fundamentos do Lar Cristão [fundamentos del hogar cristiano], p. 93.
- Elenade White, El Deseado de todas las gentes, p. 118.
- Ibíd., p. 122.
- Ibíd., p. 125.