Tal vez tu matrimonio es un mar de la felicidad, aunque a veces sientes que quieras ahorcar a tu cónyuge. No importa cuánto tiempo hayas estado casado. A continuación te comparto 25 consejos matrimoniales que pueden ayudarte a ti y a tu cónyuge a disfrutar de la felicidad conyugal.
- No seas un mártir. Aprende a comunicar tus necesidades. Por ejemplo: «Estoy a punto de desmayarme, ¿podrías hacer dormir a los niños esta noche?»
- Si te quejas todo el tiempo, tu cónyuge dejará de prestarte atención y después intentará evitarte.
- Alienta a tu pareja con cumplidos sinceros; nunca, nunca lo critiques, solo usa palabras positivas.
- Sé alegre y ten un buen sentido del humor. Aprendan a reír juntos y disfrutar del tiempo en pareja.
- Decidan cómo manejar las cuentas del hogar. Sean prácticos y estén dispuestos a discutir abierta y libremente las finanzas sin ocultar nada. Comprométanse a pagar todas sus deudas y a aprender a vivir de acuerdo a sus ingresos.
- No guardes rencor. Sé el primero en decir que lo sientes, incluso cuando sea difícil tragarte tu orgullo. Haz un esfuerzo para suavizar la situación. Pon tu matrimonio y los sentimientos de tu cónyuge en primer lugar.
- Hazle una carta de amor a tu pareja de vez en cuando, sin ninguna razón en particular.
- Ama a tu cónyuge por completo. Tal vez tu esposa tenga canas y algunas arrugas, o tu esposo sea calvo y esté un poco pasado de peso. Aprende a valorar a tu pareja por quién es y permanece fiel a su compromiso matrimonial.
- Demuéstrale a tus hijos que tu matrimonio está primero que ellos: Cuando tus hijos noten tu devoción y respeto por el otro, el sentido de seguridad de tus hijos aumentará.
- Salgan juntos a solas una vez a la semana.
- Ayuda a que tu pareja se sienta lista para tener intimidad. Tener intimidad en el matrimonio es algo muy especial. Ayuda con los quehaceres del hogar y a acostar a los niños antes de intentar estar a solas con tu pareja.
- No critiques a la familia de tu cónyuge, no importa que tan «especiales» puedan ser. El quejarte con tu cónyuge acerca de su familia puede causar mucha fricción.
- Oren juntos: Consideren a Dios como el tercer socio en vuestro matrimonio.
- Tiende la cama. Llena el tanque del auto con gasolina. Cuelga la toalla húmeda. Recuerda que la cortesía es amor en acción.
- No hables mal de tu cónyuge con otros. Compartir información personal o íntima, o quejarte de tu marido con tus amigos es inapropiado y una violación de la confianza.
- Cuida de ti mismo y de tu aspecto personal. El hecho de estar casado no te da permiso para que te vistas como un vagabundo. Haz un esfuerzo para verte presentable para tu cónyuge.
- Deja que tu pareja duerma. Toma un turno extra si hay un recién nacido, levántate a contestar esa llamada telefónica en la noche y no tires la puerta cuando salgas por la mañana.
- Escucha los problemas de trabajo de tu cónyuge.
- Recuerden que ustedes están en una asociación de igualdad. Eso significa que los dos tienen voz y voto en la crianza de los hijos, decidir si comprar un auto nuevo, asuntos del hogar y otras decisiones importantes.
- Reserva tus coqueteos para tu pareja. No coquetees con su mejor amigo.
- Recuerda siempre los aniversarios y cumpleaños. Felicita a tu cónyuge incluso solo con una simple nota o tarjeta, si se te olvida, trata de disculparte y enmienda el error de manera sincera.
- Ámate a ti mismo. Tal vez no se vean como supermodelos de 25 años. No te preocupes por los años o por un cuerpo imperfecto, tu esposo te eligió. La confianza en sí mismos en sí les hace atractivos.
- No guardes secretos. Pequeños secretos -como un chocolate escondido- está bien; pero secretos grandes, como que has llegado al límite de tu tarjeta de crédito, no es un secreto que de deba guardar.
- No te hagas amigo de tu exnovias(os) en Facebook. No pongas en peligro la confianza de tu matrimonio por reavivar un viejo romanticismo a través de las redes sociales; esta es ahora la causa principal de divorcios.
- Hablen mucho: tengan una comunicación frecuente, compartan sus novedades y pregunten por el día de cada uno.
En pocas palabras, los actos desinteresados te darán un matrimonio feliz. Siempre pon a tu cónyuge en primer lugar en tu vida.