Consejos prácticos para una visita a domicilio eficaz
James Hoffer
En mis más de 40 años de ministerio, siempre fui conocido por ser un pastor que visitaba, y mucho. Cuando asumí como pastor de una iglesia de 500 miembros me propuse, en la medida de lo posible, visitar el máximo de casas. Entonces, mi esposa y yo recorrimos todas las casas de los miembros en un año y medio. Esa actividad es muy bien vista por la congregación y resulta en grandes bendiciones y dividendos espirituales.
A la luz del ejemplo de Cristo, no puedo imaginar a un pastor que no se dedica a la visitación. Jesús conocía su rebaño (Juan 10:27, 28). Y lo que es más importante, ellos lo conocían y por eso lo seguían. Más adelante, él envió a sus discípulos de dos en dos para visitar y buscar a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Jesús es nuestro ejemplo máximo de hacer visitas a domicilio.
Las dinámicas
En la visitación pastoral surgen varias dinámicas. ¿Debo llamar antes de ir? A veces eso depende de las personas que serán visitadas, ya sea que estén jubiladas o porque trabajan, o en base a la receptividad manifestada. Existen pocas personas que no quieren que se las visite, pero lo importante por encima de todos los principios es la conexión.
Además de las visitas rutinarias, existen las visitas por crisis que involucran enfermedades serias, muerte o alguna otra situación crítica. Es extremamente importante aprender a ser sensible y respetar el tiempo y las necesidades de las personas. Ese aprendizaje a veces solo puede obtenerse por medio de la experiencia.
Consejos útiles
Sugiero entonces algunas indicaciones prácticas:
- Organice las visitas lo más cercanas posible geográficamente. En su país, busque siempre el código postal de la persona en el sitio del servicio postal [servicio de correos]. Sugiero colocar los nombres y las direcciones en una planilla y clasificarlos por los dígitos del Código postal de la persona. Usar esos números permite ordenar los nombres por áreas geográficas, ahorrando tiempo y combustible. Por medio del GPS de mi celular, me traslado de un lugar a otro y abarco varias visitas en una tarde o noche.
- Mantenga la lista de direcciones actualizada y guárdela con usted cuando haga la visita para registrar a quién visitó y cuándo.
- Mantenga conectados a los miembros e interesados por medio de un boletín informativo mensual. Incluya la dirección postal y una sección de “Solicitud de alteración de la dirección” para que devuelvan esa información a la iglesia cuando suceda algún cambio. El costo bajo de recibir un retorno con las direcciones correctas vale la pena.
- Tenga una cuenta comercial en WhitePages.com. Con frecuencia descubro miembros desaparecidos por medio del WhitePages.com y descubro que ese costo mensual bien pequeño vale la pena. Podría considerarse un gasto de negocios para sus informes de impuestos en sus entradas.
- Lleve en su auto revistas y panfletos para compartir, copias del boletín informativo más reciente de su iglesia y hasta sobres de ofrendas.
- No es necesario hacer la visita de traje y corbata. Una vestimenta más casual hará que las personas se sientan más cómodas.
- Visite a las personas por teléfono si ellas viven muy lejos. En la mayoría de los casos, apreciarán el hecho.
- Solicite la ayuda de los ancianos de la iglesia o de la secretaria para hacer las llamadas cuando sea necesario verificar las direcciones actualizadas, los números de teléfonos y las direcciones de e-mail de cada miembro de la familia.
Las bendiciones y los beneficios de la visitación pueden incluir la concientización de las situaciones que usted no sabía o la comprensión de necesidades o preocupaciones que pueden ser abordadas en un sermón (sin revelar las fuentes o dar informaciones personales).
A medida que usted visita los hogares de sus miembros, sea humilde y receptivo a la enseñanza, escuche, ore fervientemente con ellos tomados de la mano y en círculo si lo considera apropiado. Una buena visita realizada con oración y la presencia del Espíritu Santo, alentará los corazones de ellos y el suyo, y los hará amigos para la vida y la eternidad. Ahora ya no predicará para extraños. La visita fortalecerá su predicación y dará más credibilidad a los ojos de su pueblo. Jesús le hace esta pregunta: “¿Dónde está el rebaño que te fue dado, tu hermosa grey?” (Jer. 13:20).
Descargar em PDF