¿Qué significa que Dios escudriña «los riñones y los corazones»? (Apoc. 2:23, RVAntigua)
La Biblia asocia ciertas experiencias emocionales y psicológicas con los órganos del cuerpo. Esto no es del todo extraño. En el lenguaje de las emociones, nosotros hacemos del corazón el asiento de lo que sentimos. Decimos a nuestros cónyuges: «Te amo con todo el corazón». Por supuesto, no nos referimos al órgano específico que tenemos dentro del tórax. Queremos decir que nuestro amor es sincero, porque proviene de lo más profundo de nuestro ser. En la Biblia esta práctica es aún más común. En esta ocasión solo me referiré al término «riñones»..
1. El órgano específico: Los israelitas conocían bien los riñones. En el altar se quemaban los riñones de los animales sacrificados, probablemente porque solían estar cubiertos de grasa (Éxo. 29:13; Lev. 3:4), y los israelitas tenían prohibido el consumo de grasa animal. El pensador judío Filón de Alejandría (c. 20 a. C.- 45 d. C) indica que los riñones eran ofrecidos a Dios porque purificaban la sangre (Leyes especiales 1:216). En los rituales babilonios de adivinación, se usaban los riñones de algunos animales para predecir el futuro. Por ello, quemar los riñones en el altar era para los israelitas un rechazo a esas prácticas paganas. Al igual que muchas otras partes del cuerpo, los riñones se usaban para referirse a toda la persona (una parte representaba la totalidad del cuerpo o la persona). El salmista expresa: «Tú creaste mis entrañas [kelayôth, “riñones”]» (139:13),* es decir, «mi cuerpo». Dado que los riñones estaban ubicados en la parte interna del cuerpo humano, era fácil usarlos metafóricamente para designar los aspectos más íntimos de la personalidad humana.
2. El asiento de las emociones: Los israelitas entendían que las emociones no estaban separadas del cuerpo físico. El padre dice a su hijo: «En lo íntimo de mi ser [mis riñones] me alegraré cuando tus labios hablen con rectitud» (Prov. 23:16). En este caso, suele evitarse una traducción literal con el propósito de indicar que el término «riñones» indica un profundo gozo que abarca a toda la persona. Las emociones negativas también eran asociadas con los riñones. Cuando el salmista escribió: «Se me amargó el ánimo» (Sal. 73:21), literalmente dijo: «mis riñones fueron traspasados», para expresar que sufría perturbación emocional y profunda angustia. (https://glasshousefarms.org) Da la idea de una persona que, atravesada por una flecha, sufre dolor y agonía emocional, temiendo la muerte. En efecto, Job describe su angustia emocional mediante la imagen de flecheros que le disparan saetas, perforándole los riñones (16:12, 13, NRV; cf. Lam. 3:13). Su ser más profundo se sentía atribulado.
3. El asiento del carácter: Según Jeremías, el pueblo de Israel tenía a Dios a flor de labios, pero él estaba «lejos de su corazón [riñones]» (12:2), es decir, el mensaje de Dios no había transformado su interior. Aquí los riñones son asociados con el carácter. En casos como este llegan a ser un sinónimo del término bíblico «corazón», que representa, entre otras cosas, las cualidades racionales y morales de una persona. Simbólicamente se refieren a la autoconciencia humana o al interior más profundo. Podría, entonces, designar a la conciencia. Puede ser que el salmista haya tenido esto en mente cuando escribió: «Aun de noche me reprende mi conciencia [riñones]» (16:7).
4. El objeto del análisis divino: Dado que los riñones son asociados con el carácter, es fácil concluir que Dios los examina. La frase que usted cita (que Dios escudriña «los riñones y los corazones») es usada varias veces en el Antiguo Testamento. Asume que Dios ve lo más profundo de los seres humanos y puede tomar decisiones justas sobre la base de ese conocimiento (Jer. 11:20; 17:10). El salmista no tiene nada que esconder, y por ello le expresa al Señor: «Examíname, Señor; ¡ponme a prueba! Purifica mis entrañas [riñones] y mi corazón [leb, “corazón”]» (26:2). Al examinar los riñones Dios puede identificar a los malvados y poner fin a la violencia de ellos (Sal. 7:9). La combinación de los riñones y el corazón en la frase indica que Dios examina la totalidad de la persona.
La utilización de órganos humanos para referirse a las emociones revela que los escritores bíblicos tenían una comprensión integral de la naturaleza humana. El cuerpo físico no estaba separado de los aspectos espirituales y emocionales de la persona.