Asistencia a la Iglesia
Ekkehardt Mueller
Hoy, más y más personas están preocupadas solo por su propio bienestar, sin preocuparse mucho por la sociedad, la familia u otros grupos de personas. Esto también puede influenciar a los cristianos y su relación con la iglesia. Por otro lado, a las personas les gusta encontrarse en clubes, bares, en eventos deportivos, etc., porque los seres humanos son seres sociables. ¿Pero es necesario asistir a la iglesia?
- Jesús y su iglesia. Lucas 4:18. En la época de Jesús, los judíos se reunían todos los sábados en la sinagoga para adorar (Hech. 15:21). La costumbre de Jesús era ir regularmente a la “iglesia” en sábado (Mateo 16:18). Jesús estableció la iglesia. La iglesia es un grupo de creyentes que siguen a Jesús, creen lo que Jesús creía y hacen las cosas juntos Juan 10:16. Los cristianos también son llamados su “rebaño”. Este término implica que los discípulos de Jesús no son solo creyentes aislados, sino forman un grupo que se reúne, escucha la Palabra de Dios, ora, proclama el evangelio, etc.
Sin reunión, compartiendo un mensaje en común, y estar involucrado en una tarea común, no hay ningún “rebaño” o iglesia (Mateo 18:20). A veces, las congregaciones locales pueden ser pequeñas, pero donde dos o tres están reunidos en el nombre de Jesús, él prometió estar con ellos.
Jesús enfatizó la ordenanza del lavamiento de pies (Juan 13:14, 15), instituyó la Cena del Señor (Lucas 22:19, 20) y dio la Gran Comisión (Mateo 28:18-20). Todo esto requiere una iglesia y creyentes que se reúnen regularmente, prácticamente los sábados, para adorar a Dios y servir a la humanidad.
- La práctica de la Iglesia primitiva (Hechos 1:15). Después de la ascensión de Jesús al cielo, los creyentes se reunían en Jerusalén (Hechos 2:1). Mientras estaban juntos, experimentaron el derramamiento del Espíritu Santo (Hechos 2:41; 5:14). Los que aceptaron el evangelio fueron bautizados y agregados a la iglesia. El bautismo involucra vivir con la comunidad y la familia de Cristo, su iglesia (Hechos 2:42, 46). Ellos disfrutaban de una comunión regular (Hechos 12:5) Mientras Pedro estaba preso la iglesia oraba por él y sucedió un milagro.
III. Pablo y la Iglesia (Hechos 13:14, 42). Pablo iba a la sinagoga el sábado (Hechos 16:13). Un sábado, Pablo y sus compañeros estaban buscando un lugar de encuentro al aire libre para la oración comunal (Hechos 17:2). La costumbre de Pablo era asistir a los cultos de adoración el sábado (Hechos 18:4). Esta también era una oportunidad para discutir y enseñar a los niños cristianos (Hebreos 10:25). Este texto contiene una amonestación clara para reunirse. Los cristianos no pueden ser personas que viven en aislamiento, a menos que se encuentren en un lugar sin otros creyentes. La asistencia es necesaria a fin de animar, consolar y fortalecerse mutuamente; aprender unos de los otros; afirmarse más en el Señor y en su mensaje; estar preparado para hacer lo que él ordena a sus discípulos.
- Reuniones cristianas a lo largo de los siglos. La historia de la iglesia revela que a lo largo de los siglos los cristianos mantuvieron la necesidad de encontrarse regularmente. Aunque eran perseguidos, los cristianos no desistieron de reunirse para la adoración y otros propósitos. Ellos se escapaban a otros lugares (Hechos 8:1, 4). Los Valdenses.