23 de septiembre de 2020

La identidad del pueblo de la esperanza

La identidad del pueblo de la esperanza

La identidad del pueblo de la esperanza

Adolfo Suárez

INTRODUCCIÓN

  • Leer Apocalipsis 12:17
  1. El texto deja claro que el pueblo remanente tiene dos características: (1) La obediencia a los mandamientos de Dios. (2) La aceptación del testimonio de Jesús.
  1. LA PALABRA “MANDAMIENTO”
    • El texto dice que el remanente guarda los mandamientos. El término griego utilizado es entolē, que puede traducirse como “comando”, “orden”, “mandamiento” o “ley”. Se refiere a las instrucciones o mandamientos dados por Dios. Además, puede referirse a un mandamiento o a la ley de Dios como un todo.
    • Podemos encontrar el término entolē solo en dos pasajes del Apocalipsis: Apocalipsis 12:17 y Apocalipsis 14:12.
    • Los mandamientos provienen de Dios. Nosotros, los adventistas, consideramos que la expresión “los mandamientos de Dios”, de Apocalipsis 12:17 y 14:12, hace referencia a los Diez Mandamientos de Éxodo 20.
  2. LOS DIEZ MANDAMIENTOS EN EL APOCALIPSIS
    • Hay referencias a los Diez Mandamientos, así como lenguaje relacionado con ellos, en muchos textos del Apocalipsis.
    • Leer Apocalipsis 9:20, 21.
  3. La frase “ni dejaron de adorar a los demonios y a los ídolos” nos recuerda al segundo mandamiento: “No te hagas ningún ídolo”; “ni los adores” (Éxo. 20:4).
  4. La frase “Tampoco se arrepintieron de sus asesinatos”, nos recuerda al quinto mandamiento, “no mates” (Éxo. 20:13).
  5. La expresión “inmoralidad sexual” nos recuerda al séptimo mandamiento “No cometas adulterio” (Éxo. 20:14).

La frase “el que creó el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos” (Apoc. 10:5, 6) nos recuerda al cuarto mandamiento, “Acuérdate del sábado para santificarlo… porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar” (Éxo. 20:8, 11 RV95).

  • En el Apocalipsis el remanente se identifica como aquellos que guardan los mandamientos de Dios (Éxo. 20).
  • LOS DIEZ MANDAMIENTOS
    • Veamos, de modo resumido, los Diez Mandamientos.
  1. 1° mandamiento: “No tengas otros dioses además de mí” (Éxo. 20:3). La lealtad es una de las características humanas más importantes y, actualmente está en falta. ¿Conoces a alguien leal? Ser leal a Dios es vivir de modo tal que él confíe en nosotros como sus representantes en la Tierra.
  2. 2° mandamiento: “No te hagas ningún ídolo” (Éxo. 20:4). Este mandamiento prohíbe el culto a Dio por medio de imágenes o semejanzas. Estas rebajan nuestras concepciones acerca de Dios y degradan al ser humano (ver Patriarcas y Profetas, p. 313).
  3. 3° mandamiento: “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano” (Éxo. 20:7, RV60). “Este mandamiento no sólo prohíbe los juramentos falsos y las blasfemias comunes, sino también el uso del nombre de Dios de una manera frívola o descuidada” (Ibíd., p. 314).
  4. 4° mandamiento: “Acuérdate del sábado para santificarlo” (Éxo. 20:8, RV95). El sábado debe recordarse y observarse como memorial de la obra del Creador. De acuerdo con Elena de White, el sábado contiene el sello de Dios, adherido a su ley como prueba de su autenticidad y vigencia (Ibíd., p. 315). Los habitantes de la casa deben dejar sus negocios terrenales durante las horas sagradas. Todos debieran estar unidos para honrar a Dios y servirle voluntariamente en su santo día” (Ibíd., p. 316).
  5. 5° mandamiento: “Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios” (Éxo. 20:12). Esto significa valorar, considerar, tener en gran estima, respetar, querer su bien y actuar para que se sientan bien. Si ellos fueran malos, debes perdonarlos para ser feliz.
  6. 6° mandamiento: “No mates” (Éxo. 20:13). La palabra utilizada aquí señala una acción premeditada e intencional. Por eso, el sentido del mandamiento en el idioma hebreo es “no asesinarás”. La posesión más valiosa del ser humano es su propia vida; el crimen más aterrador es robar la vida” (Paulo Wailler da Silva, Ética Cristã, p. 35).
  7. 7° mandamiento: “No cometas adulterio” (Éxo. 20:14). Este mandamiento no sólo prohíbe los actos impuros, sino también los pensamientos y los deseos sensuales. Cristo, al enseñar las abarcantes obligaciones de la ley de Dios, declaró que los malos pensamientos y las miradas concupiscentes son tan ciertamente pecados como el acto ilícito (ver Patriarcas y profetas, p. 317).
  8. 8° mandamiento: “No robes” (Éxo. 20:15). Esta prohibición incluye tanto los pecados públicos como los privados. Toda tentativa de sacar provecho de la ignorancia, debilidad o desgracia de los demás, se anota como un fraude en los registros del Cielo (Ibíd., p. 317).
  9. 9° mandamiento: “No des falso testimonio en contra de tu prójimo” (Éxo. 20:16). En este mandamiento están incluidos todo intento o propósito de engañar a nuestro prójimo. Mediante una mirada, un ademán, una expresión del semblante, se puede mentir tan eficazmente como si se usaran palabras. Hasta la supresión intencional de la verdad, por medio de la cual se puede perjudicar a otros, es una violación del noveno mandamiento (Ibíd., 317, 318).
  10. 10° mandamiento: “No codicies” (Éxo. 20:17). Codiciar significa colocar nuestros afectos donde no corresponde y poner “cosas” —dinero, éxito, o fama— en el centro, creyendo que ellas ofrecen un fundamento sólido para la existencia. La codicia es hacer más importantes las “cosas” que a las personas y sus necesidades (ver Loron Wade, Los Diez Mandamientos, p. 125, 126)

CONCLUSIÓN

  • Lo que importa ante Dios no es nuestra sinceridad, ni nuestras buenas intenciones, sino que vivamos en obediencia a su voluntad.
  • Si eres parte del pueblo remanente, debes vivir como alguien del remanente.

Adolfo Suárez

Rector del Seminario Adventista Latinoamericano de Teología

Para coincidir con los énfasis del autor del artículo, todos los versículos de este sermón los tomé de la NVI, a menos que se indique diferente.

 

 

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