7 de octubre de 2020

La Misión

La Misión

La Misión del pueblo de la Esperanza

La Iglesia remanente y los mensajes de los tres ángeles

Pr. Adolfo Suárez

IntroduCCIÓN

Mi querido hermano y mi querida hermana, un saludo especial para usted que me está acompañando en este momento. Este es el cuarto sermón de la serie “Esperanza para el tiempo del fin”. Son ocho sermones para tratar temas directamente relacionados al pueblo de la Esperanza, la Iglesia Adventista del Séptimo Día: su origen, identidad, desafíos y misión. Queremos que su fe se fortalezca, su esperanza se encienda, y en su corazón se manifieste un fuerte deseo de involucrarse activamente en la predicación del evangelio. Finalmente, Cristo está por regresar, y necesitamos prepararnos y preparar a todas las personas para encontrarnos con el Señor.

Y hablando de preparar a las personas, ¿ sabe usted cuál es la declaración de misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día? Es esta:

“La misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día es comunicar a todas las personas el evangelio eterno del amor de Dios en el contexto del mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6 al 12, conforme está revelado en la vida, muerte, resurrección y ministerio sacerdotal de Jesucristo, invitándolas a aceptar a Jesús como su salvador personal y a unirse a su iglesia, y asistiéndolas y edificándolas espiritualmente en preparación para su pronto retorno”.

En nuestra declaración de misión se destaca la proclamación de los mensajes de los tres ángeles, y de eso quiero hablarles hoy.

¿Qué son estos tres mensajes? Los mensajes de los tres ángeles traen nuevas e inéditas responsabilidades al pueblo de Dios. Anuncian que el pueblo de Dios “no debe solo predicar la conversión y la obediencia, sino también el regreso del Señor y la diferencia entre obedecer la ley de Dios y la ley de los hombres (estos personificados por la falsa religión y el Estado). [Podemos decir que] los tres mensajes son equivalentes al mensaje primitivo del diluvio. En la época de Noé, los que quisieran salvarse, deberían refugiarse en el arca. Sin embargo, el mundo se burló de Noé y su familia, y todos se perdieron. Los tres mensajes hablan de la preparación que los hijos de Dios deben tener para estar de pie en el regreso del Señor. No prestarles atención equivale a rechazar los fundamentos del evangelio y terminar perdidos para siempre”.[1]

EL MENSAJE DEL primer ÁNGEL

Leamos el mensaje del primer ángel en Apocalipsis 14:6 y 7:

Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”.

Para que el significado de este primer mensaje le quede completamente claro responderé cinco preguntas.

(1) ¿Qué simboliza el primer ángel?

El primer ángel es un movimiento religioso; es el remanente de Dios conduciendo el evangelio eterno al mundo. “El ángel representa a los santos de Dios ocupados en la tarea de proclamar el evangelio eterno, especialmente los asuntos mencionados en un tiempo cuando la hora del juicio ha llegado (v. 6, 7)”.[2]

Note que se describe al ángel como “volando en medio del cielo”. Esa región inmensa de vuelo revela la extensión mundial del trabajo y del mensaje del ángel. Lo que significa que “crece y se desarrolla hasta ser vista y oída por toda la humanidad”.[3] Sí, todas las personas en la superficie de la Tierra tendrán que oír el evangelio eterno.

Observe también que “los mensajes del primero y del tercer ángel se proclaman ‘a gran voz’ (v. 9). ‘La gran voz’ indica que el mensaje se proclamará de tal forma que todos podrán oírlo. También se destaca la importancia del mensaje”.[4]

(2) ¿Cuál es ese evangelio?

Son las mismas buenas nuevas del amor infinito de Dios que proclamaron los profetas antiguos y los apóstoles (Heb.4:2). Debemos observar que “el evangelio ‘eterno’ solo se usa aquí en relación con el evangelio de la gracia de Dios pues no hay si no un solo evangelio para salvar a la humanidad, el cual continuará hasta que haya gente que salvar. Nunca habrá otro evangelio igual”.[5]

Hermanos, permítanme una breve reflexión: Podemos crear métodos, podemos buscar técnicas, podemos encontrar estrategias nuevas, pero el evangelio debe ser el mismo; solo hay un evangelio a ser predicado; y es “eterno”. Por eso, no permitamos que nuestro deseo de innovar y crear, que nuestra voluntad de querer alcanzar grupos específicos de personas, que nuestro ímpetu de conquistar nuevas fronteras, nos lleven a querer inventar un mensaje nuevo, un evangelio nuevo, un “contenido” nuevo, más interesante, más palpable, más “actual”, más “relevante”. ¡Eso sería una tragedia!

Nuevos enfoques sí; nuevo contenido, ¡nunca! Que Dios nos dé la gracia de continuar predicando el “evangelio eterno”.

(3) ¿Cuál es el propósito del primer mensaje?

El propósito es llamar al mundo al arrepentimiento. Y para eso, dice “temed a Dios”. Juan usa la palabra griega phobeo, no significa aquí “sentir temor a Dios”, sino acercarse a él con reverencia y respeto. Incluye el pensamiento de absoluta lealtad a Dios, en una sumisión completa a su voluntad (Deut.4:10)”.[6] Si el tono de la predicación es de “temer a Dios y darle gloria”, ¡es porque las personas no temen a Dios ni lo glorifican! Por eso deben arrepentirse.

“El mensaje de temer a Dios es especialmente oportuno en el período representado por la predicación de este ángel, porque los hombres se han entregado a la adoración de los dioses del materialismo y el placer y muchos otros que han inventado”.[7]

(4) ¿Qué mensaje es ese?

El mensaje es sencillo y directo: todos deben adorar al Creador.

La adoración no tiene como objetivo agradarme a mí, a la congregación, a los niños, a los adolescentes, los jóvenes, los adultos o los ancianos. ¡No! La adoración tiene el objetivo de agradar, rendir culto, reverenciar a Dios. La iglesia remanente tiene que adorar a Dios, y no a sus gustos y preferencias. Adorar a Dios en el culto, en la casa, con nuestra manera de vivir.

El llamado es a adorar a Dios como Creador; “Adorar a Dios como Creador significa que debe haber voluntad para rechazar las falsas teorías sobre el origen de la vida, incluida la de la Evolución. Es imposible creer en la Evolución teísta, o general, y decir que Dios es el Creador del cielo y la Tierra, y de toda la vida que en ellos hay. Mantente firme del lado de la postura de la creación del mundo por parte de Dios, en seis días literales y consecutivos, con la coronación de esa semana con el mismo sábado maravilloso que hoy disfrutamos cada siete días”.[8]

(5) ¿Para qué es el llamado de atención?

El llamado de atención es al cuarto mandamiento. Hay un llamado del pri­mer ángel de Apocalipsis 14 a temer a Dios y darle gloria. También hay un llamado para que la iglesia cristiana reaccione favorablemente al sacrificio expiatorio de Cristo con obediencia amorosa a los mandamientos de Dios. El hecho de que el ángel enfatiza la adoración a Dios como Creador del cielo y de la Tierra (v. 7) señala inequívocamente a no olvidarse del cuarto mandamiento de la ley de Dios, el precepto del sábado como día séptimo que está registrado en Éxodo 20:8-11. El propósito del ángel al pedir la restauración de la verdadera adoración es preparar a los habitan­tes de la Tierra para la segunda venida de Cristo.

SegundO mensaJE angélicO

Leamos el mensaje del segundo ángel:

“Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación” (Apoc. 14:8).

Analicemos el mensaje del segundo ángel.

Dice: “Ha caído, ha caído”

  • ¿Quién cae?

Cae el protestantismo cuando se aparta de la pureza y simplicidad del evangelio eterno de la justificación por la fe, que una vez fue el motor poderoso propulsor de la Reforma.

La característica teológica de la Babilonia antigua es obvia en el AT: constituía el archienemigo, tanto de Israel como del Dios del pacto. Oprimió al pueblo de Dios, lo llevó cautivo a Babilonia, blas­femó al Dios de Israel, y destruyó el templo de Dios en el período de Nabucodonosor hasta Belsasar. Babilonia mantuvo guerra, por lo­ tanto, en dos frentes: contra Yahweh, el Dios de Israel, y contra el Israel de Dios. El veredicto divino de retribución vino como resultado del mal que Babilonia practicó contra Sion (relatado en Jeremías 51:24) y contra el templo de Dios (v. 11). Babilonia era, pues, la antítesis de Sion, el Israel de Dios. Considerando la relación teológica entre el Israel del pasado y el pueblo de Dios del tiempo del fin, el pueblo remanente de Dios representa la consumación de la histo­ria salvífica de Israel. Continua, por lo tanto, existiendo la misma enemistad entre la Babilonia espiritual y el remanente del nuevo pacto.

(2) ¿Por qué cae?

Así como la Babilonia antigua inva­dió la tierra de Israel, destruyó el templo y llevó cautivo a su pueblo, así la Babilonia del tiempo del fin ataca y esclaviza a la iglesia uni­versal de Cristo, blasfema contra el templo del nuevo pacto en el Cielo y sustituye la intercesión divina de Cristo por un sistema falso de mediación y adoración (Apoc. 13, 17). Babilonia es el archienemigo de los fieles seguidores de Cristo (Apoc. 17:6).

La descripción simbólica de Babilonia, en Apocalipsis 17, como la gran “ramera”, es un lenguaje de pacto tomado prestado de los profetas del AT. Los profetas de Israel repetidas veces habían retratado al pueblo del pacto, ahora en apostasía, como la “esposa” de Yahweh, que había llegado a ser la mayor “prostituta” de la Tierra en la época de ellos. Por lo tanto, Israel no escaparía de su juicio: la ira del pac­to de Dios. La historia de la reina Jezabel en el Antiguo Testamento y la crueldad con que gobernó sobre el reino septentrional de Israel constituye, de manera específica, el modelo escogido o el tipo de apostasía que se desarrollaría dentro de la iglesia cristiana en el libro de Apocalipsis. Esa es la misma apostasía predicha por Pablo en 2 Tesalonicenses. La iglesia de Tiatira fue acusada específicamente de tolerar a “esa mujer, Jezabel” como también sus enseñanzas erróneas y la falsa adoración (Apoc. 2:20-23).

(3) ¿Cuándo cae?

Cuando se efectúe el pacto entre las varias organizaciones/denominaciones religiosas que rechacen el mensaje del primer ángel. ¿Y cuál fue el mensaje del primer ángel? Las buenas nuevas de salvación; el llamado al arrepentimiento; la adoración al Creador; y el descanso sabático.

***

El ángel dice “Ha caído, ha caído la gran Babilonia”

(1) ¿Quién es Babilonia?

Es la gran alianza religiosa apóstata entre la bestia y su imagen. También se refiere a todas las organizaciones/denominaciones religiosas apóstatas.

Hay una relación tipológica de la Babilonia del tiempo del fin con la Babilonia antigua en la historia de Israel.[1] Ya lo vimos en Isaías 21:9 y Jeremías 51:6, 7.

En el idioma de babilonia, el sustantivo Babilu (Babel o Babilonia) significa «puerta de los dioses”. Pero en hebreo, está asociado de manera despectiva a balai, palabra que significa “confundir” (Gén. 11:9).

Los gobernantes de Babilonia sin duda llamaron a su ciudad puerta de los dioses porque deseaban considerarla como el lugar donde los dioses se relacionaban con los dioses para dirigir los asuntos de la Tierra. Por lo tanto, este nombre parece haber reflejado la pretensión de los reyes babilonios de que habían sido comisionados para gobernar el mundo por mandato divino”[2] (CBA, t. 7, p. 841).

Desde el principio, la ciudad era un símbolo de la incredulidad en el Dios ver­dadero y de la rebelión contra su voluntad (Gén. 11:4-9). Su torre era un monu­mento a la apostasía, una fortaleza de rebe­lión contra Dios. El profeta Isaías identifica a Lucifer como el rey invisible de Babilonia (Isa. 14:4, 12-14).

En verdad, Satanás tenía el plan de transformar Babilonia en el centro y agente de su plan maestro para asegurar el control de la raza humana, así como Dios tenía el propósito de actuar por medio de Jerusalén (ver t. 4, Art. 2).

Por eso, a través del AT, las dos ciudades tipificaron las fuerzas del bien y del mal en su actuación en el mundo.

Desde la caída de la Babilonia antigua, Satanás ha tratado de controlar el planeta por medio de un poder mundial tras otro. Y probablemente ya lo habría conseguido si no fuese por las repetidas intervenciones divinas (ver comentario de Dan. 2:39-43). Sin duda, su intención más cercana al éxito fue la subversión de la iglesia mediante la apostasía papal en la Edad Media [ver t. 4, Nota Ad. Dan. 7], comparar con Dan. 7:25). Pero Dios interviene para impedir el éxito de una amenaza después de otra hasta el cumplimiento final de sus propósitos (ver Apoc. 12:5, 8, 16). Las naciones nunca más lograron unirse unas con otras para formar un solo poder (ver comentario de Daniel 2:43). El mal es por naturaleza el causante de divisiones. Sin embargo, cerca del fin de los tiempos. Satanás tendrá la oportunidad de conquistar lo que parecerá un éxito, por un breve momento (ver comentario de Apoc. 16: 13, 14, 16; 17:12-14).

Babilonia, tanto la literal como la mística, hace mucho tiempo que se la reconoce como una enemiga tradicional de la verdad y del pueblo de Dios. El uso del nombre en el Apocalipsis indica a todas las organizaciones religiosas apóstatas y sus líderes, desde la antigüedad hasta el fin de los tiempos (ver comentario de Apoc. 17:5; 18:24). La comparación de los textos del AT (que exponen en detalles los pecados y el destino de la Babilonia literal) con las descripciones de Apocalipsis acerca de la Babilonia mística deja claro cuán apropiado es el uso figurado del nombre (ver comentario de Isa. 47:1; Jer. 25:12; 40:1; Apoc. 16:12-21; 17; 18; la Nota adicional y Apocalipsis 18). Esos pasajes revelan la importancia de un estudio profundo del AT sobre la Babilonia literal como una base para la comprensión del significado de los pasajes del NT relacionados a la Babilonia mística.

 (2) ¿Cómo actúa Babilonia?

Desafía abiertamente a Dios. Busca la fidelidad y lealtad de todas las personas. Conduce a las personas al error.

(3) ¿Cuándo actúa Babilonia?

Actúa a lo largo de toda la historia. Pero, su accionar es más fuerte en el tiempo del fin. Actúa con más determinación al final del tiempo del fin.

***

El ángel habla de “vino”

(1) ¿Qué es ese “vino”?

Son enseñanzas bíblicas heréticas (la principal de ellas es la justificación por las obras). Son enseñanzas religiosas y decretos falsos.

“Esta figura tal vez proviene de Jeremías 25:15 donde se le ordenó a este profeta: “Toma … la copa del vino de este furor y da de beber de él a todas las naciones”. Al ofrecer su vino a las diversas naciones, Babilonia no tiene el propósito de causar furor, pues ella afirma que el beber de su vino traerá paz a las naciones. (ver comentario de Apoc. 13:12). Sin embargo, beber de él traerá sobre las naciones la ira de Dios” (CBA, t. 7, p. 844-45).

¿Cómo se usa ese “vino”?

Cerca de la finalización del tiempo del fin, Babilonia presionará a los poderes del estado para que este obligue la imposición universal de sus falsas enseñanzas religiosas y decretos

***

El segundo mensaje habla también de “prostitución”.

(1) ¿Qué es esa “prostitución”?

Es una relación ilícita entre la iglesia apóstata y los poderes civiles. Es la imagen de la conexión ilícita entre la iglesia y el mundo, o entre la iglesia y el estado secular. La iglesia debe casarse con su Señor; pero, cuando busca apoyo en el estado, deja a su cónyuge legítimo. Por medio de su nueva relación, comete prostitución espiritual (comparar con Eze. 16:15; Sant. 4:4).

  • ¿Quién practica esa “prostitución”?

Muchas personas se embriagan con las falsas enseñanzas. La iglesia apóstata deja a su esposo (Cristo y comete adulterio espiritual. La iglesia se prostituye porque se aparta de la pureza y simplicidad del evangelio eterno.

EL MENSAJE DELtercer ÁNGEL

Ahora vamos a leer el tercer mensaje:

“Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz:

Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Apoc. 14:9-12).

Antes de entrar en detalles quiero presentar un contexto del tercer mensaje. “Cuando Cristo entró en el lugar santísimo del santuario celestial para realizar la obra final de la expiación, encomendó a sus siervos el último mensaje de misericordia que habría de darse al mundo. Esa es la advertencia del tercer ángel de Apocalipsis 14. Inmediatamente después de esa proclamación el profeta ve al Hijo del hombre que viene en gloria para segar la mies de la tierra”.[9]

“Tal como fue predicho en las Escrituras, el ministerio de Cristo en el lugar santísimo comenzó al final de los días proféticos en 1844. A ese momento se aplican las palabras del revelador: “El templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo” (Apocalipsis 11:19). El arca del testamento de Dios está en el segundo compartimento del santuario. Cuando Cristo entró allí, para oficiar en favor de los pecadores, el templo interior fue abierto, y el arca de Dios quedó a la vista. La majestad y el poder de Dios fueron revelados a quienes por la fe contemplaban al Salvador mientras llevaba a cabo su obra de intercesión. Cuando la estela de su gloria llenaba el templo, una luz procedente del lugar santísimo se esparció sobre su pueblo que aguardaba en la tierra”.[10]

Ahora vamos a los detalles. Por lo menos hay ocho elementos importantes en el tercer mensaje, los cuales explicaré en forma de preguntas.

  • ¿Qué es la “imagen de la bestia”?

La imagen de la bestia representa la forma de religión apóstata que se desarrollará cuando las iglesias se unan con el estado a fin de imponer sus enseñanzas a las personas. ¿Y por qué se unirán? Porque perderán el verdadero espíritu de la Reforma.

(2) ¿Qué proclama el tercer mensaje?

Proclama la más solemne y atemorizante advertencia de la Biblia. “La más temible amenaza jamás dirigida a los mortales está contenida en el mensaje del tercer ángel. Debe ser un pecado terrible el que acarrea la ira de Dios sin mezcla de misericordia. No se debe dejar en tinieblas a los hombres con respecto a este importante asunto; la amonestación contra tal pecado debe darse al mundo antes de la caída de los juicios de Dios, para que todos sepan por qué se los inflige y tengan la oportunidad de escapar de ellos”.[11]

El mensaje dice: “Si alguno adora”. “La adoración a Dios contrasta con la adoración a la bestia (Apoc. 13:8, 12) y su imagen (v.15). En la crisis que pronto vendrá, los habitantes de la Tierra tendrán que escoger, como lo hicieron los tres fieles hebreos de la antigüedad, entre el culto al verdadero Dios y el culto a los dioses falsos (Dan. 3). El mensaje del primer ángel tiene el propósito de preparar a los seres humanos para que hagan la debida elección y permanezcan firmes en el tiempo de la crisis”.[12]

El mensaje también dice: “Será atormentado”. Las siete últimas plagas caerán sobre los adoradores de la bestia y de su imagen (Apoc. 16:2). Además, los devotos de la bestia vuelven a vivir en la segunda resurrección y reciben el castigo final. No queda claro a qué fase del castigo se refiere Juan aquí. Tal vez sea a ambas. En las dos, habrá tormento. La primera terminará en muerte cuando Jesús aparezca en el cielo y la segunda será la muerte eterna.

Amigos, es un mal negocio adorar a la bestia y a su imagen.

(3) ¿Qué revela el tercer mensaje?

Revela que los que se sometieron a la autoridad humana durante la crisis final de la Tierra estarán adorando a la bestia y su imagen en vez de estar adorando a Dios.

(4) ¿Cuál es el enfoque del tercer mensaje?

El mensaje dirige la atención del mundo a las consecuencias de rehusar a aceptar el evangelio eterno y los mensajes divinos que invitan a la restauración de la verdadera adoración.

La profecía señala la aprobación de medidas religiosas cuya observancia implica un acto de adoración, en el sentido de que el adorador, al cumplirla, reconoce la autoridad religiosa de la primera bestia. En Apocalipsis 14:9-12, el profeta da un indicativo acerca de la naturaleza del decreto a ser implementado. Contrasta los santos con los que adoran a la bestia y su imagen, observando que una de las características distintivas de los santos es que guardan los mandamientos de Dios (14:12).

Observe la conexión con el Antiguo Testamento: la profecía de Daniel anticipó que la bestia actuaría para “cambiar los tiempos y a ley” (Daniel 7:25). La historia registra el intento audaz de cambiar la ley de Dios, del sábado del Señor al domingo. Entonces, en este pasaje podemos observar la declaración específica de un decreto civil que exige la observancia del domingo, y la prohibición de la observancia del sábado estipulado en los diez mandamientos. De esta manera, las personas serían inducidas a adorar la “primera bestia”. Ellas oirán su orden y la considerarán superior a la de Dios en lo que se refiere al día sagrado según la Biblia.

Es cierto que el día de adoración consiste solo en un aspecto de la adoración universal que recibirá la “bestia”. Lo que se revela aquí es un movimiento universal liderado por Satanás, que busca asegurar para sí la lealtad de los habitantes de esta Tierra. Él tendrá éxito en unir los diversos elementos religiosos y garantizar la fidelidad de los seres humanos a una nueva organización, modelada con base en la organización antigua. Él es el poder por detrás de la “bestia”. Y el verdadero anticristo, que trabaja para hacerse igual a Dios.

(5) ¿Qué describe el tercer mensaje?

Describe vívidamente los resultados finales de las decisiones de las personas en lo referente a la adoración. Y, como ya vimos, el resultado será destrucción.

(6) ¿Cuál es la naturaleza, la esencia del mensaje del tercer ángel?

Un mensaje de justificación por la fe. Es una invitación a adorar a Dios, y a confiar plenamente en su provisión, en sus méritos, para nuestra salvación.

(7) ¿Cuál es el papel de la iglesia remanente en la proclamación del mensaje del tercer ángel?

Por medio de la iglesia remanente Dios proclama el mensaje que deberá restaurar la verdadera adoración, mediante el llamado a su pueblo a salir de los círculos de la apostasía y prepararse para el regreso de Cristo.

(8) ¿Cuál debe ser el comportamiento de la iglesia remanente?

El pueblo remanente necesita tener clara la percepción de sus imperfecciones y debilidades cuando tenga que realizar su solemne misión. Necesitamos comprender que únicamente por medio de la gracia de Dios será posible cumplir esta tarea inmensa.

ConclUSIÓN

Quiero hacer un resumen de los tres mensajes:

  1. El mensaje del primer ángel proclama el evangelio eterno e invita a restaurar la verdadera adoración a Dios como Creador, porque ha llegado la hora del juicio.
  2. El segundo ángel advierte contra todas las formas de adoración originadas en mecanismos humanos.
  3. Finalmente, el tercer ángel proclama el anuncio divino más solemne contra la adoración de la bestia y de su imagen, que es el procedimiento en el cual se involucran, en un último análisis, todos los que rechacen el evangelio de la justificación por la fe.

“El primer mensaje y el segundo se dieron en 1843 y 1844, y ahora estamos bajo la proclamación del tercero; pero aun ahora hay que seguir proclamando los tres mensajes. Ahora es tan esencial como en cualquier tiempo pasado que se los repita a los que están buscando la verdad. Debemos hacer resonar su proclamación mediante la pluma y la voz; debemos mostrar su secuencia y la aplicación de las profecías que nos conducen al mensaje del tercer ángel. No puede haber un tercer mensaje sin un primero y un segundo. Debemos proclamar al mundo estos mensajes mediante publicaciones y conferencias que muestren en el ámbito profético las cosas que han sido y las que serán”.[13]

Quiero hacerle una invitación a usted:

Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades” (Apoc. 18:4, 5).

Sea parte del pueblo remanente de Dios, ¡ahora! Y participe activamente de la predicación del mensaje de los tres ángeles.

¡Amén!

 

[1] Raoul Dederen, editor. Tratado de Teologia Adventista do Sétimo Dia. Tatuí, SP: Casa Publicadora Brasileira, 2011, p. 969.

[2] Nichol, F. D., & Peverini, T.N. Comentario Bíblico Adventista, ACES, t, 7, p. 841.

[1] https://setimodia.wordpress.com/2009/05/12/as-3-mensagens-angelicas-o-ultimo-convite-de-salvacao/ Acceso el 11 de junio de 2020.

2 Nichol, F. D., & Peverini, T. N. Comentario Bíblico Adventista. ACES., t. 7. p. 841.

3 Ibíd.

4 Ibíd.

5 Ibíd.

6 Ibíd.

7 Ibíd.

8 Ted Wilson. “Poder para terminar a obra”. Disponible en: http://www.revistaadventista.com.br/blog/2015/10/10/poder-para-terminar-a-obra/ Acceso el 11 de junio de 2020.

9 Elena de White. Historia de la redención. ACES, p. 398.

10 Ibíd.

1[1] Ibíd., p. 402.

12 Nichol, F. D., & Peverini, T.N. Comentario Bíblico Adventista. ACES, t. 7 p. 842.

13 Elena de White. Mensajes selectos. ACES, t. 2, p. 120.

 

 

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