Pablo un pastor discipulador
Pr. Bruno Raso
El apóstol Pablo tiene la visión y la pasión de un profeta (1 Co 13:9), la mente de un erudito (2 P 3:15-16), el corazón de un evangelista (1 Co 1:18-25; 2 Ti 4:1-8), la disciplina de un soldado (2 Ti 2:1-13), la devoción de un amigo (1 Ts 5:26) y el fervor de un reformador (Ro 12:1-2).
Pablo es constituido en predicador, apóstol y maestro de los gentiles. Se presenta con los títulos de heraldo (1 Co 9:27), apóstol (Ro 1:1; 1 Co 1:1; Tit 1:1) y maestro (2 Ti 1:11). Heraldo, por cuanto su obligación es proclamar los mandatos del que representa; apóstol, porque ha sido llamado, establecido y enviado por Dios; y maestro, porque tiene que enseñar a aquellos para quienes ha sido designado.
La historia Timoteo y Tito, la de la cadena de reproducción espiritual iniciada en el apóstol y continuada por Aquila, Priscila, Apolos y los creyentes fortalecidos de Acaya (Hch 1:1-4; 24-28) y la concepción paulina sobre los dones del Espíritu ilustran que el apóstol entiende y vive la comisión de hacer discípulos. Por intermedio de la proclamación, el bautismo y la enseñanza busca siempre cumplir con el propósito divino de hacer discípulos. Pablo no es un solitario evangelista, sino el comandante de un grande y creciente círculo de misioneros.
Pablo entendió también que no sólo él como apóstol, sino todos los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros son depositarios de dones que Dios dio a la iglesia. Además, comprendió que el propósito por el cual fueron enviados es equipar, entrenar y disciplinar a los creyentes para el crecimiento de la iglesia y el cumplimiento de la misión. Estos ministerios fueron provistos por Dios a fin de preparar al pueblo para el cumplimiento del ministerio, el de ser y hacer más pueblo de Dios.
Para la teología paulina, la misión apunta no sólo a lograr conversiones sino también a formar discípulos, porque la producción de discípulos que se multipliquen es la única manera de cumplir con la gran comisión evangélica, dado que ésta incluye claramente la idea de enseñar y formar maestros. Por lo cual, es imperativo trabajar para producir individuos capaces de enseñar a otros. Pablo mismo da el ejemplo de hacer discípulos al decir “sed imitadores de mí, así como yo de Cristo” (1 Co 11:1).
“Pablo sabía que su vida estaba insegura, y temía que aquél llegara demasiado tarde para verle. Tenía consejos e instrucciones importantes para el joven misionero, a quien se le había entregado tan grande responsabilidad; y mientras le instaba a que viniese sin demora, dictó su postrer testimonio, ya que posiblemente no se le permitiera vivir para pronunciarlo. Con el alma henchida de amante solicitud por su hijo en el Evangelio y por la iglesia que estaba bajo su cuidado, Pablo procuró impresionar a Timoteo con la importancia de la fidelidad a su sagrado cometido”. HAp 397
Vamos a concentrarnos ahora en el proceso de discipulado en red de Pablo a Timoteo. Desde su experiencia y por inspiración divina un viejo pastor próximo a su muerte forma a un nuevo y joven pastor iniciando su ministerio,
Timoteo un pastor discipulado y discipulador
Timoteo era nativo de Listra. Hijo de madre judia y padre griego (Hechos 16:1) Tanto su madre como su abuela ejercieron un papel importante al transmitirle la fe y la Palabra. (2 Tim 1:5 ; 3:14,15) Parece haberse convertido al cristianismo en el viaje misionero de Pablo a su ciudad (Hechos 14) Fue el pastor de las iglesias de Efeso Analicemos juntos los enfasis discipuladores de Pablo con Timoteo
Cuida la doctrina (1 Tim 1:3-11)
El contenido del mensaje fue central en el accionar de San Pablo. Con el mensaje no se negocia. Se lo toma o se lo deja. Puede y debe ser adaptado a cada lugar y cultura. Pero debe ser guardado en su pureza original. No es nuestra responsabilidad fabricar el pan. El pan vivo viene del cielo, es nuestro privilegio y responsabilidad comer de ese pan y compartirlo con fidelidad.
Por eso Pablo le dice a Timoteo que ordene que no enseñen una doctrina diferente, que no presten atención a fabulas o cuentos rabinicos de ciencia ficcion ni busquen en las interminables genealogias para descubrir una descendencia de la familia de David. No construyan la fe sobre la discusión y el disenso sino edifiquen sobre la buena palabra de Dios. No alcanza con ser expertos y teoricos conocedores de la Ley y la Gracia. Es necesario una relación de experiencia con el autor del mensaje. Salvos por su gracia para vivir en armonia con su voluntad. Este es el evangelio, este es el cuidado de la doctrina. El discipulado es relacional si, pero en primer lugar es relacional con el Señor y su doctrina
Ora por todos (1 Tim 2)
Pablo exhorta, apela, a que se hagan oraciones, ruegos, peticiones y acción de gracias por todos los hombres. Por creyentes y no creyentes, incluso por los que en apariencia no merecen ser destinarios del evangelio. Por los que estan y no son, por los que son y no están, por los que una vez estuvieron o por los que nunca estuvieron. Los argumentos de Pablo son simples y contundentes. Dios quiere que todos los hombres sean salvos. Todos los hombres tienen al unico y solo Dios y mediador y Jesús murió para redimir a toda la humanidad. Es para esto que Pablo siente fue constituido predicador: heraldo que transmite de manera oficial un mensaje real, apostol: originado y enviado por voluntad de Dios y maestro: discipulador de los gentiles es decir de todas las naciones
Discipula en red (1Tim 3, 2Tim2)
Pablo enfatiza las 16 cualidades personales y espirituales del lider supervisor, pastores, ancianos y diaconos. Actitudes y aptitudes son indispensables para formar un liderazgo discipulador y multipicador. Pablo dice “es necesario” es decir el lider debe vivir el mensaje que comparte si quiere inspirar y preparar a otros a vivir el mensaje y cumplir la misión. Y asi la fidelidad de la iglesia se tranforma en columna, y defensa de la verdad proclamada. Pablo le insiste a un joven y timido pastor que debe ser ejemplo en palabra, conducta, amor, espiritu, fe y pureza. Que se esfuerce en la gracia del Señor Esta actitud y preparación individual y colectiva, sirve de base para un discipulado en red.
El discipulado en red esta claramente expresado en 2 Tim 2:2. Brevemente repasemos esos niveles
Pablo lo comparte publicamente, en presencia de muchos testigos
Timoteo, el discipulo de Pablo, debe ser discipulador. Debe encargar, es decir formar y encomendar
Hombres fieles, (actitud) e idoneos, preparados (aptitud) para enseñar a otros
Los otros que reciben y actuan de identica forma garantizando el proceso discipulador y multiplicador
Sacrificate como soldado (2Tim2)
Para discipular es necesaria una entrega completa a la misión
La lealtad y el compromiso de un verdadero soldado, son requisitos basicos del servicio genuino, ninguno que sirve como soldado se enreda en otros negocios. Nada lo distrae ni divide su tiempo, ni desgasta sus energias. El servidor de Jesucristo debe dedicarse a la única y gran misión de predicar el Evangelio. Es cierto que a veces quizá sea necesario que se ocupe de alguna actividad secular, como fue el caso de Pablo cuando fabricaba tiendas. Pero en casos tales la actividad secular no es sino un medio necesario para el gran fin de predicar con eficacia el Evangelio.
La principal preocupación del ministro del Evangelio es agradar y servir al que lo contrató para cumplir la misión. Esto requiere pagar un precio. De todas las ocupaciones la del soldado es la mas sacrificada. El discipulado tiene un precio, y como el soldado tenemos que estar dispuesto a pagar ese precio. “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay hombres que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay quienes luchan toda una vida esos son los imprescindibles” Bertold Brecht.
Persevera como atleta (2Tim2)
Para que un entrenamiento se realice con garantías es necesario respetar el principio de cargas progresivas. El deportista necesita un periodo de adaptación a cada nueva tabla de ejercicios. Además, es fundamental empezar de menos a más, permitiendo al organismo la asimilación del trabajo realizado para evitar problemas de sobreentrenamiento o lesiones producidas por la sobrecarga o la fatiga.
Para el entrenador es fundamental la seguridad durante la práctica de los entrenamientos. Las caídas nunca se hacen en terrenos duros; además los entrenadores deben ayudar durante la ejecución del ejercicio, vigilando en todo momento la salida de la prueba para poder evitar lesiones. Por otro lado, es fundamental la individualización de los entrenamientos, ya que cada deportista presenta cualidades diferentes.
Cada atleta presenta unas características peculiares para la realización del ejercicio. El entrenador debe saber en cada momento qué capacidad tiene cada uno de los deportistas.
El entrenamiento con garantías de salud para el deportista se debe apoyar en dos pilares: la preparación genérica de todas las capacidades físicas básicas del deportista, y el entrenamiento específico que desarrolle las cualidades físicas más empleadas en cada deporte. Se requiere perseverancia en la formación de un atleta tanto del atleta como del entrenador. Esta misma perseverancia y pesistencia se requiere en la formación del discipulo.
Confia como labrador (2Tim2)
El labrador es aquel que camina la tierra con los ojos puestos en el cielo. Hace su maximo y su mejor, conoce los tiempos, cerca el campo, desmaleza, ara la tierra, siembra, cultiva, riega, poda, combate las plagas, pero espera lo maximo del Senhor, la lluvia a tiempo, la germinación y asi en una sociedad confiante con Dios levanta la cosecha. El discipulado es una verdadera aventura de fe y confianza en Aquel que nos mira no como somos sino como llegaremos a ser transformados por su gracia
Aguarda la recompensa (2Tim4)
Pablo tiene una suplica final para Timoteo, es una suplica encarecida, con Dios de testigo, a predicar esta palabra, a tiempo y fuera de tiempo. Pablo sabe que su fin está cerca. Prisionero en una oscura carcel mamertina de Roma, con la sentencia ya dictada y proxima a ser ejecutada, puede afirmar con convicción que como buen soldado ha peleado la buena batalla, que como perseverante atleta ha corrido la carrera, y que como confiante labrador ha guardado la fe. De dos cosas esta seguro, hay una corona guardada para el discipulador Pablo y el discipulo y discipulador Timoteo. No solo para ellos. Tambien para todos los que aman la venida de Jesus, aman tanto que son discipulos y hacen discipulos, son discipulos y discipuladores.
¿Apreciáis tan profundamente el sacrificio hecho en el Calvario que estáis dispuestos a subordinar todo otro interés a la obra de salvar almas? El mismo intenso anhelo de salvar a los pecadores que señaló la vida del Salvador se nota en la de su verdadero discípulo. El cristiano no desea vivir para sí. Se deleita en consagrar al servicio del Maestro todo lo que posee y es. Le impulsa el deseo inefable de ganar almas para Cristo. EGW Maranata el Senor Viene, 99
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