Significado, razones e importancia del Ayuno
Pr. Adolfo S. Suárez
La crisis era nacional. Toda una nación estaba en peligro inminente: el decreto ordenaba la muerte de los judíos. Muy afligida, la reina Ester envía este recado a Mardoqueo: “Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, ayunad por mí y no comáis ni bebáis durante tres días y tres noches. También yo y mis doncellas ayunaremos, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca” (Ester 4:15-17).
Ante la tensión que se llevó la tranquilidad de millones, la reina propuso un ayuno como preparativo para la resolución del conflicto. ¿Qué sucedió? Sabemos el final de esta historia: Dios salvo la vida de los judíos, transformando la angustia en paz y alegría.
Significado del ayuno
Como se puede notar en el anterior incidente narrado, el ayuno era considerado una práctica muy importante en la vida del pueblo de Dios. Pero ¿qué significa? Un breve vistazo de las palabras bíblicas es bastante esclarecedor. El sustantivo hebreo tsom puede ser traducido como “rápido” o “ayuno”, mientras que el verbo “ayunar” es tsum. Además, la expresión del Antiguo Testamento “afligir el alma” se refiere al ayuno; esa expresión ilustra el hecho de que el ayuno bíblico era más un ejercicio espiritual que un intento de punición a la carne de alguna forma. Por otro lado, el ayuno también enfatizó que la vida espiritual del pueblo de Dios era más importante que su existencia física.[1]
En el Nuevo Testamento, nestis significa “tener el estomago vacío”; de esta palabra derivan nesteuo, “ayunar”, y nesteia, “ayuno”. Tanto en su forma verbal y sustantiva, esas palabras significaban “no comer”, “abstenerse de comida”, “pasar hambre”.[2] De ese modo, el estudio de las palabras bíblicas y la evaluación de la práctica entre el pueblo nos muestra que ayunar generalmente significaba quedarse sin comida y bebida por un período, y no apenas abstenerse de ciertos alimentos.[3]
razones para la práctica del ayuno
No había un mandamiento específico que oriente el ayuno de los israelitas, mas la lectura de la Biblia hace evidente que ciertos eventos privados y públicos que motivaban el ayuno; vamos a mencionar algunos de ellos.[4]
a. Guerra o amenaza
Israel ayunó en Betel, en la guerra contra los benjamitas (Jue 20:26); en Mispa en la guerra contra los filisteos (1S 7:6); Saúl no comió durante todo el día y toda la noche antes de su visita a la hechicera de Endor (1S 28:7-20). El ayuno podría imponerse sobre los guerreros en una campaña (Jue 20:26; 1S 7:6), aunque la evidencia sea insuficiente para concluir que siempre fui exigida. Saúl lanzó una maldición sobre el hombre que comiera antes de la noche, a fin de vengarse de sus enemigos filisteos. La desobediencia de Jonatán a la orden de su padre le costaría la vida si el pueblo no intervenía (1S 14:24ss.).
b. Enfermedad
David ayunó y lloró por su hijo cuando el niño estaba enfermo, pero cuando el niño murió, contrariamente a las expectativas de sus siervos, él se lavó, se ungió, entró en la casa del Señor y pidió pan (2S 12:16ss.). El salmista también menciona el ayuno por sus amigos enfermos (SaI 35:13).
c. Luto
Los hombres de Jabés de Galaad ayunaron siete días por Saúl (1S 31:13; 1Cr 10:12); David y el pueblo ayunaron por Saúl y Jonatán (2S 1:12); y la costumbre del ayuno en el luto es considerado un comportamiento normal (12:21).
d. Penitencia
Las calamidades eran consideradas manifestaciones de la ira divina. Aunque, los actos de penitencia eran una forma de acabar con ellas. Tal vez en este aspecto deba ser interpretado el pedido de ayuno por Jezabel, en el cuál el destino de Nabot fue decidido (1R 21:9ss.). Acab ayunó después de ser amenazado por Elías por haber tomado la vida de Nabot y su viña (21:27). El ayuno general por ocasión de la lectura pública de la ley por Esdras fue un acto de penitencia (Neh 9:1).
e. Peligro inminente
Josafat ayunó cuando fue amenazado por amonitas y moabitas (2Cr 20:3). Joacim proclamó un ayuno en el noveno mes de su quinto año (Jer 36:9). Esdras condujo un ayuno cuando procuraba obtener el favor de Dios concerniente a su regreso del exilio (Esd 8:21) — una jornada probablemente llena de muchos peligros, mas por lo cual él no quería pedir guardias armados. Nehemías ayunó cuando supo del estado de Jerusalén (Neh 1:4). Los judíos ayunaron cuando escucharon que Aman había obtenido el decreto contra ellos (Est 4:3); Ester y Mardoqueo ayunaron antes que ella fuese al rey (4:16). El ataque de una plaga de langostas podría ocasionar un ayuno, en el cual todos los elementos de la comunidad — personas, ancianos, niños y hasta la novia y el novio participarían (Jl 1:14; 2:15).
f. Sequía
Durante el siglo I, el ayuno fue el método preferido de pedir al Señor por la lluvia. Si la lluvia no caía en el debido tiempo, primeramente, los individuos ayunaban de forma voluntaria, si esa acción era ineficaz, un ayuno público de tres días era proclamado. Si la lluvia no caía, tres días más eran proclamados y de ser necesario, se extendía siete días más. Estos eran de gravedad progresiva. A principio se permitía, comer y beber después del anochecer, lavarse, ungirse, colocar sandalias y tener relaciones sexuales eran permitidos. En el segundo periodo, eso era prohibido y en el último período las tiendas eran cerradas, excepto los lunes, después del anochecer, y los jueves. El shofar era tocado. El individuo no podía desvincularse de la comunidad en este período y de negarse ayunar. Esas costumbres y otras prácticas de ayunos judíos son temas abordados en el Tratado de la Mishna, Ta‘anit.
Duración del ayuno
- Normalmente un ayuno tenía la duración de un día (Jue 20:26; 1Sm 14:24; 2S 1:12; 3:35) desde el amanecer hasta la puesta del sol, después el cual se podría
- El ayuno podría ser por una noche (Dn 6:18).
- El ayuno de Ester duró tres días, día y noche, lo que parece ser un caso especial (Est 4:16).
- También es dicho que Jesús ayunaba día y noche (Mt 4:2).
- En el entierro de Saúl, el ayuno de Jabés de Galaad fue de siete días (1S 31:13; 1Cr 10:12).
- David ayunó siete días cuando su hijo, nacido después de su relación ilícita con Betsabé, no se encontraba bien (2S 12: 16-18).
- El ayuno de Moisés por cuarenta días (Éx 34:28; Dt 9:9), de Elías (1R 19:8) y de Jesús (Mt 4:2; Lc 4:2) son los más extensos registrados en la Escritura.
- Una forma alternativa de ayuno podría involucrar la abstinencia de vino, carne, comida sabrosa y unción por un período prolongado, como tres semanas (Dn 10: 2).[5]
Actitudes que deben acompañar el ayuno
Es necesario destacar que la práctica del ayuno era acompañada por algunas actitudes muy importantes:[6]
1. Oraciones y súplicas
Daniel buscó al Señor “con oración y súplicas, con ayuno, vestido de paño de sacos y sentado sobre las cenizas” (Dn 9:3).
2. Confesión de pecados
Samuel y el pueblo de Israel ayunaron en Mispa, “y allí dijeron: Pecamos contra el Señor” (1S 7:6); de la misma forma, en la época de Nehemías los hijos de Israel se reunieron para ayunar, y “pusieron de pie y confesaron sus pecados y iniquidades de sus padres” (Neh 9:1-2).
3. Humillación
Moisés afirma: “me prostrare ante el señor durante cuarenta días y cuarenta noches. No comí pan y no bebí agua, por causa de todo el pecado que habían cometido, haciendo lo que es malo a los ojos del Señor, para provocar su ira” (Dt 9:18).
4. Lectura de la Sagrada Escritura
El profeta Jeremías ordenó a Baruc: “yo estoy preso; no puedo entrar en la Casa del Señor. Ve tú hasta allá y, del rollo que escribiste, según lo que yo te dije, lee en voz alta todas las palabras del Señor, delante del pueblo, en la Casa del Señor, en el día del ayuno” (Jer 36:5, 6).
Tipos de ayuno
Tres tipos de ayuno son generalmente reconocidos en el cristianismo: El primero es el normal, en el que no hay ingestión de alimentos por un período de tiempo prescrito, aunque puede haber ingestión de líquidos; El segundo es el parcial, en el que la dieta es limitada, aunque algunos alimentos sean permitidos; y el tercero es el absoluto, en el que hay una abstinencia de alimentos y líquidos en todas las formas.[7]
una invitación especial
En este sábado 1º de mayo se llevará a cabo un evento especial en todo el territorio de la DSA: el ayuno “Restauración”; durante 10 horas estaremos ayunando, orando, leyendo la Escritura y clamando por 10 motivos especiales: la restauración de los enfermos, de las familias enlutadas, por la solidaridad, los matrimonios, los cultos de la familia, fuerzas para los profesionales de la salud, la confianza en Dios, el compromiso espiritual, el estudio de la Biblia, y la restauración de los que se apartaron de Jesús.
Todos los adventistas están invitados; participe, ya sea de un ayuno parcial, normal o absoluto. Vivemos tiempos de crisis, y el ayuno puede preparar nuestro corazón para la resolución del conflicto, para el recibimiento de bendiciones o para aceptar humildemente la voluntad de Dios en nuestras vidas.
[1] Carpenter, E. E., & Comfort, P. W. (2000). In Holman treasury of key Bible words: 200 Greek and 200 Hebrew words defined and explained (p. 58). Nashville, TN: Broadman & Holman Publishers.
[2] Lothar Coenen e Colin Brown. Dicionário Internacional de Teologia do Novo Testamento. São Paulo: Vida, Nova, 2000, p. 1.066.
[3] Belben, H. A. G. (1996). Fasting. In D. R. W. Wood, I. H. Marshall, A. R. Millard, J. I. Packer, & D. J. Wiseman (Orgs.), New Bible dictionary (3rd ed., p. 364). Leicester, England; Downers Grove, IL: InterVarsity Press.
[4] Merrill C. Tenney, organizador. Enciclopédia da Bíblia Cultura Cristã, volume 3. São Paulo: Cultura Cristã, 2008, p. 397-398.
[5] Merrill C. Tenney, organizador. Enciclopédia da Bíblia Cultura Cristã, volume 3. São Paulo: Cultura Cristã, 2008, p. 398.
[6] Swanson, J., & Nave, O. (1994). New Nave’s Topical Bible. Oak Harbor: Logos Research Systems.
[7] Bass, C. B. (1988). Fast, Fasting. In Baker encyclopedia of the Bible (Vol. 1, p. 780). Grand Rapids, MI: Baker Book House.
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