4 de junio de 2021

¿Eres tú uno de los nuestros? Polarización en tiempos de crisis

¿Eres tú uno de los nuestros? Polarización en tiempos de crisis

¿Eres tú uno de los nuestros? Polarización en tiempos de crisis

Felipe Alves Masotti

  1. Introducción:

En tiempos de pandemia y distanciamiento social, el uso creciente de mecanismos de comunicación virtual parece acercarnos. Sin embargo, diversos estudios modernos sugieren que la aparente percepción de intimidad promovida por esos instrumentos es en realidad un subproducto de nuestro creciente distanciamiento unos de otros. Cuando más cercana nos parece la imagen de la vida ajena en los medios virtuales, tanto más lejos estamos unos de otros en realidad.

– Un tópico derivado de esta realidad es la creciente polarización y dificultad de comprensión mutua en nuestro medio. Todo mensaje, todo texto, necesita de un contexto y en tiempos de distanciamiento nuestras comprensiones de la vida espiritual pasaron a formar parte de esta intensa polarización generalizada de la sociedad. El desafío, sin embargo, para los que procuran una relación con Dios es identificar si nuestras polarizaciones terrenales pueden afectar nuestra habilidad de comprender sus mensajes. La Palabra del Señor parece sugerir que sí.

– Para comunicarse con los hombres el Señor les concedió sus profetas. Pero, para que el mensaje se hiciera vivo, él permitió que viviéramos y nos expresáramos en comunidad. El mensaje, por lo tanto, presupone el diálogo y habitualmente está expresado como tal en la Palabra de Dios. En varias ocasiones, el Señor parece buscar al ser humano en sus errores y animarlo en su conversación íntima destinada a reorientarlo. Preguntas como: “¿Dónde estás tú?” (Gén. 3:9); y “¿Qué haces aquí, Elías?” (1 Rey. 19:9) son ejemplos famosos de esta realidad.

– No es por casualidad que nuestro texto para la meditación explore un diálogo entre un enviado celestial y un interlocutor humano. Y este diálogo intencionalmente explora las diferencias de percepción de la realidad entre seres humanos y seres celestiales, sugiriendo una alternativa a nuestra tendencia polarizadora.

Lectura del texto: Leamos Josué 5:13–15.

  1. Cuerpo del sermón:
  1. La reforma y su cumplimiento

Exploración textual: – Nuestro pasaje representa un momento impactante para la vida de Josué. Se trata de un divisor de aguas para uno de los grandes líderes de Israel. Al pasaje se lo comprende comúnmente como un evento similar al encuentro de Moisés con Dios ante la zarza ardiente. Sin embargo, el pasaje también es un divisor de aguas para el pueblo.

– Así, algo curioso de Josué 5:13–15 es que esta sección une dos grandes procesiones del arca del pacto. La primera está registrada en Josué 3:1-17. Y se refiere al cruce del río Jordán y la apertura milagrosa del mismo ante el paso del arca del pacto delante del pueblo. El énfasis del texto está en la idea de que Dios acaba de entrar en la tierra prometida junto con su pueblo.

– El texto describe el rito de la purificación del pueblo de Israel para entrar en la tierra prometida, cuando el pueblo fue circuncidado en Josué 5:1-9, la primera Pascua celebrada en la tierra prometida en Josué 5:10, 11, y el maná que dejó de caer para Israel en Josué 5:12.

– La segunda procesión del arca del pacto se relata en Josué 6:1-27. Allí, los sacerdotes la llevaron alrededor de la ciudad de Jericó solo para ver al Señor actuar poderosamente destruyendo las murallas de la ciudad. El énfasis parece estar en el poder divino para luchar por su pueblo y abrir las puertas de la tierra prometida para ellos.

– Por lo tanto, el contexto general del encuentro entre Josué y el Comandante del ejército de Israel enfáticamente sugiere un ambiente sacerdotal para los eventos relatados allí. De esta manera, el pueblo pasó por una consagración ritual al mismo tiempo que dejó atrás el tiempo provisorio del desierto. Es en ese momento que aparece el príncipe del ejército del Señor para comenzar la próxima fase de la historia del pueblo de Dios. El pueblo aparentemente estaba listo para iniciar la guerra. Israel se consideraba preparado para el siguiente paso en dirección a su futuro.

Aplicación: Las dos grandes procesiones del arca del pacto encapsulan el encuentro del líder de la nación de Israel con el Líder del ejército del Cielo, comunicando una verdad importante para la vida espiritual de la nación: para que los planes divinos puedan concretarse, el énfasis debe estar en el poder de Dios.

– El poder de Dios es el que inicia y termina la obra de preparación de su pueblo para el gran regreso del Señor. El poder de Dios es el responsable de la gran obra de influenciar y llevar a cabo su obra en nuestro planeta.

– La preeminencia de las obras divinas sobre las humanas es un poderoso llamado a la humildad. Así, al asumir el control de la historia, Dios nos invita a ser modestos en nuestras afirmaciones sobre la opinión ajena. La imagen del Arca del pacto al frente de su pueblo es una predicación poderosa en sí misma. Él va al frente, por lo tanto, nos invita a observar más y juzgar menos, a mirarnos primero a nosotros mismos cuando somos confrontados con un error o idea contrarios a la búsqueda del diálogo en lugar de la confrontación irracional.

– El Señor está al control, por lo tanto, dedique tiempo a conocerlo en vez de defenderlo, pues él completará sus propósitos por sí mismo. En otras palabras, él no depende de nuestras discusiones y defensas apasionadas para realizar sus planes, sino que su amor en el mundo se dará conocer a través de nuestra habilidad para reflexionar. “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Juan 13:35).

  1. ¿Eres tú uno de los nuestros?

Exploración del texto: – La organización de nuestro pasaje es bien clara. Josué hace dos preguntas y le responden dos afirmaciones del Comandante de las fuerzas celestiales. Esta organización es sugerente, pues parece explorar el hecho de que Josué conoce poco de la realidad espiritual, mientras que el Comandante celestial le informa sobre la real naturaleza del Cielo.

– El acto de desenvainar la espada era declaradamente una invitación a la batalla (cf. 1 Sam. 9:54; 2 Sam. 24:9). En Josué 5:13 vemos la segunda mención a una espada en el libro de Josué. La primera vez, el término está utilizado para referirse a los cuchillos de piedra utilizados para la circuncisión (Jos. 5:2–3). El cambio de referencia de la palabra puede indicar un cambio intencional de la vida tribal y nómade a la conquista de la tierra (Josué 6:21; 8:24; 10:28, 30, 32, 35, 37, 39; 11:10, 11, 12, 14).

– La imagen del versículo es de una especie de espejo. Josué está mirando a otro guerrero como él. Por lo tanto, su pregunta sigue modelos terrenales. Al preguntar si el ángel está con ellos o contra ellos, Josué mantiene una fuerte visión binaria, polarizadora. Para Josué, solo hay dos respuestas posibles.

– En Josué 5:14, la respuesta del ángel a la pregunta de Josué es intrigante. Nuestras traducciones interpretan el hebreo de este pasaje. Originalmente, la respuesta del Comandante celestial es un sencillo no. Esta palabra parece indicar que el ser divino no responde a la pregunta de su interlocutor humano. En realidad, él niega la pregunta como un todo y la presuposición de la división binaria de los seres humanos entre amigos o enemigos. En otras palabras, el ser celestial responde: “Yo no encajo en sus categorías de razonamiento binario. Yo pertenezco a otro ambiente. Yo soy el Comandante del ejército del Señor. No, no soy ni de los suyos ni estoy contra ustedes”.

– La respuesta del ángel introduce un elemento nuevo en la conversación, indicando que la batalla que será trabada no tiene un carácter humano y no se trata de una pelea entre amigos y enemigos. La guerra es santa y, por lo tanto, el Cielo necesita descender a la tierra.

Aplicación: – El encuentro del Mensajero celestial con Josué y la conversación que sigue enfatizan la necesidad de una entrega completa al servicio del Señor.

– Aunque Josué hubiera implementado una reforma ritual en el texto anterior, Josué 5:13-15 indica claramente que su visión binaria del mundo no podía ser proyectada sobre el Cielo.

– “No,” comenzó a decir el príncipe del ejército divino, el Cielo no se encaja en nuestras categorías humanas, por eso la entrega y la comunión son imprescindibles para comprenderlo.

– Aunque las realidades celestiales orienten la vida de los que están en contacto con Dios, el Cielo no se define por las decisiones terrenales. Este nuevamente es un poderoso llamado para que desarrollemos humildad al hablar del Cielo y defendamos visiones particulares de cómo funcionan las cosas de Dios a través de la discusión ácida y destructiva. ¡Dios no es hombre!

– Hay un peligro inmenso en fomentar estructuras teológicas binarias e innecesariamente polarizadoras. Una mente crítica no es lo mismo que un espíritu crítico.

– ¡Toda teología creada con el objetivo de atacar y destruir, aunque esté correcta, está equivocada!

  1. Quítate las sandalias.

Exploración del texto: – La secuencia de la conversación revela la consecuencia de la auto revelación del Comandante celestial. El propósito más profundo de la teofanía parece ser iluminar la visión del mundo de Josué a través de la revelación de aspectos no comprensibles por los sentidos.

– Sin embargo, en Josué 3:15 la respuesta del enviado celestial se remite al llamado de Moisés en Éxodo 3:5

– Josué recibe la visita de un mensajero divino para inaugurar su ministerio con el modelo de la experiencia de Moisés. Así como Moisés, su obra tiene contornos sacerdotales, pues la santidad del lugar donde pisa el Comandante celestial indica que las acciones que se suceden tienen dimensiones sacrificiales. El arca rodeará Jericó demostrando que el Señor de los ejércitos inicia su obra de expiación de la maldad de la tierra en la cual su pueblo ahora comienza a entrar.

Aplicación: – La orden de quitarse las sandalias de los pies y postrarse es una poderosa reflexión sobre el poder de la adoración, la humildad y la sumisión al Señor para reorientar nuestras visiones particulares del mundo. Es a los pies del Señor donde deben estar nuestras visiones del mundo, antes que pueda expresarse cualquier ímpetu personal con relación al Cielo.

– Solamente a partir de esa perspectiva renovada de la realidad las acciones de Josué de conquistar el territorio podían ser aceptadas por Dios. Como las demás narraciones futuras lo demostraron, el pueblo tendría que aprenderlo con grandes dificultades.

-Así, en la vida, las acciones que la componen y las que les dan origen se encuentran en una existencia sacrificial en la figura de Josué a los pies del Príncipe del ejército del Señor.

– Adoración, comunión, diálogo y respeto mutuos son la única respuesta posible para aquel que entiende que, por más detalladas que sean nuestras comprensiones de Dios, solo su presencia podrá finalmente cumplir nuestra esperanza. Y si Dios todavía no apareció así para toda la humanidad, el respeto y el cuidado con nuestras palabras serán obligatorias para el cristiano.

  1. Conclusión:

Recapitulación: – 1) El Señor es quien inicia y termina el trabajo de redención de su pueblo. Por lo tanto, la humildad y el espíritu de diálogo caracterizan a quienes saben que su Señor va adelante.

– 2) Aunque las realidades celestiales orienten la vida de los que están en contacto con Dios, el Cielo no se define por las decisiones terrenales. Este es nuevamente un poderoso llamado para que desarrollemos humildad al hablar del cielo y defender visiones particulares de cómo funcionan las cosas de Dios a través de la discusión ácida y destructiva. ¡Toda teología creada con el objetivo de atacar y destruir, aunque sea correcta, está equivocada!

– 3) El punto donde nuestras percepciones espirituales armonizan con el Cielo es a los pies del Señor. La adoración, la entrega total y el reconocimiento de la naturaleza sagrada de nuestra experiencia con el Señor forman el ambiente en el cual deben manifestarse nuestras opiniones e ideas con relación al Cielo. Allí, solamente allí, a los pies del Señor, toda y cualquier desavenencia puede resolverse, pues allí el diálogo será en la presencia del Creador del Universo.

Llamado: Ante la experiencia de Josué con el Comandante del Ejército celestial, se nos invita a la auto reflexión y a una evaluación cuidadosa de la forma como expresamos nuestra visión del mundo espiritual.

– El texto da una atención especial al decirnos que el Señor no se encaja en categorías creadas por seres humanos. Él tiene sus propias categorías, más allá de nuestras creaciones.

– Por lo tanto, cuando seamos confrontados y tentados a tener una actitud polarizadora, busquemos en primer lugar la presencia del Señor, sin sandalias, postrados ante de nuestro Maestro.

 

 

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