16 de noviembre de 2020

Las Crisis del Pueblo de la Esperanza

Las Crisis del Pueblo de la Esperanza

LAS CRISIS DEL PUEBLO DE LA ESPERANZA

El zarandeo, el fuerte clamor, el cierre de la puerta de la gracia y la iglesia remanente

Pr. Adolfo Suárez

INTRODUCCIÓN

Queridos hermanos y hermanas, este es el séptimo sermón de la serie “Esperanza para el tiempo del fin”, dirigida al pueblo de la esperanza, la Iglesia Adventista del Séptimo Día, con la finalidad de estudiar su origen, identidad, desafíos y misión. El propósito es que nuestra fe sea fortalecida, que avive nuestra llama de esperanza, y que en nuestro corazón se manifieste un fuerte deseo de participar activamente en la predicación del evangelio.

Después de un naufragio, el único sobreviviente fue a parar a una pequeña isla deshabitada. Juntó leña, hizo una buena fogata y permaneció varios días esperando ser rescatado, pero nadie fue a salvarlo.

Con mucha dificultad, hizo un pequeño refugio con los restos de los destrozos que juntó para protegerse del sol, de la lluvia y de los animales salvajes. Tuvo que fabricar sus propias herramientas de supervivencia, aprender a cazar, pescar y conseguir alimento del mar.

Sin embargo, un día, cuando volvía de buscar alimentos se encontró con su refugio en llamas. Se desesperó, se rebeló y gritó hacia el cielo:

—Dios, ¿por qué yo? ¿Por qué permitiste esto? ¿Qué más me sucederá? ¡Soy miserable y moriré solo en esta isla!

Lloró tanto que se quedó dormido, profundamente cansado. Al día siguiente bien temprano, se despertó con el dulce sonido de la voz de otro ser humano.

—Buen día, marinero. ¿Volvemos a casa?

—¿Qué? ¡Vinieron! ¡Buen día! ¡Buen día! ¡Muy buenos días, amigos! Pero, ¿cómo supieron que yo estaba aquí?

—Vimos su señal de humo. Estábamos bien lejos, pero la columna de humo subía muy alto, el día estaba claro y pudimos encontrarlo con facilidad.[i]

Crea: las crisis, desafíos, son muchas veces medios para las cosas más grandes. No será diferente con el pueblo remanente.

EL ZARANDEO

En su transición de iglesia militante a iglesia triunfante, el pueblo remanente enfrentará crisis. El zarandeo será una de ellas. Leamos Amós 9:9.

“Porque he aquí yo mandaré y haré que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las naciones, como se zarandea el grano en una criba, y no cae un granito en la tierra”.

También leamos Lucas 22:31, 32.

“Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos”.

¿Qué es el zarandeo?

El zarandeo es una palabra figurativa que designa una experiencia especial de selección y apostasía del pueblo de Dios. En el “zarandeo”, el grano es tamizado para que los rotos o cualquier otro cuerpo extraño caigan por entre los huecos del tamiz, y se sople la paja.

Todo hijo de Dios individualmente, y la iglesia en conjunto, pasarán por una prueba especial que sacudirá su fe, prueba denominada “zarandeo”. Eso ya ocurrió en épocas pasadas, y se repetirá en el tiempo del fin, de una manera muy específica, porque el enemigo sabe que le queda poco tiempo, y porque quiere hacer que usted apostate, que abandone la fe, y quiere hacerlo con el mayor número posible de personas.[ii]

Al describir el proceso de zarandeo, Elena de White escribe dos párrafos que llaman nuestra atención:

“Satanás ha bajado teniendo gran poder, para obrar con todas las seducciones de injusticia en aquellos que perecen; y todo lo que es susceptible de ser removido lo será; solamente subsistirán aquellas cosas que no puedan serlo”.[iii]

Y por otro lado ella escribió:

“Dios está zarandeando a su pueblo. Dejará una iglesia limpia y santa. No podemos leer el corazón del hombre; pero el Señor ha provisto los medios necesarios para mantener su iglesia pura”.[iv]

Note que el zarandeo será efectuado tanto por Satanás como por Dios; Satanás sacudirá a las personas con la finalidad de destruirlas para siempre, y Dios lo hará con el objetivo de probar la fe, de purificar a su pueblo.

Por desgracia, miembros de la iglesia abandonarán la fe en Jesucristo. Y algunos de esos miembros estarán ocupando cargos o posiciones de gran importancia. Y lo que es peor: algunos de estos apóstatas se convertirán en los peores enemigos de la verdad y del pueblo de Dios. Pero, manténgase tranquilo: los que tengan una vida de plena consagración y de verdadera comunión con Dios, no serán afectados por este proceso.[v]

¿Cuándo ocurrirá el zarandeo?

Hoy ya vivimos el zarandeo en una escala menor. Pero el zarandeo será intensificado después que la ley de Dios sea anulada. Hace más de 100 años, Elena G. White escribió:

“Vi que ahora nos encontramos en el tiempo del zarandeo. Satanás está obrando con todo su poder para arrancar a las almas de la mano de Cristo y hacer que pisoteen al Hijo de Dios. […] Dios está probando a su pueblo. El ángel me presentó estas palabras: ‘Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy, para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado’”.[vi]

“Dios está ahora zarandeando a su pueblo, probando sus propósitos y sus motivos. Muchos serán como la paja: ‘Sin nada de trigo, sin nada de valor en ellos’”.[vii]

¿Cuáles son las razones para el zarandeo y la caída de muchos?

  1. Descuido e indiferencia (Apocalipsis 3:16).

Elena G. White escribió:

“Mi atención se fijó entonces en la hueste que antes había visto y que estaba fuertemente sacudida. […] El número de esta hueste había disminuido. En el zarandeo, algunos fueron dejados al lado del camino. Los descuidados e indiferentes que no se unieron con quienes apreciaban la victoria y la salvación lo bastante para perseverar en anhelarlas orando angustiosamente por ellas, no las obtuvieron, y quedaron rezagados en las tinieblas, y sus sitios fueron ocupados en seguida por otros, que se unían a las filas de quienes habían aceptado la verdad”.[viii]

Los descuidados son aquellos que no prestan atención a lo que es importante en la vida espiritual; son aquellos que viven la vida al ritmo del sonido del mundo. No abandonan totalmente la fe, pero tampoco se comprometen totalmente con ella. Quieren vivir la gloria de la eternidad, pero no quieren perderse las luces y el colorido del mundo. Y al querer las dos cosas, van a perderse.

Los indiferentes son aquellos que escuchan los llamados de la Sagrada Escritura, pero piensan que les está hablando a los otros: al vecino, al amigo, al jefe, al empleado, no a ellos. Son los que hablan de Dios, de la Biblia, del culto, de la adoración, pero todo eso no es para ellos, porque ellos son demasiado buenos. Los otros necesitan de todo eso, no ellos. También van a perderse…

  1. Una segunda razón para el zarandeo y la caída de muchos será la persecución por la imposición de las leyes dominicales

Leamos las palabras del apóstol Pablo en 2 Timoteo 3:12.

“Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución”.

Ocurrirá que los hijos e hijas de Dios fieles se rehusarán a honrar el descanso dominical, y por eso algunos de ellos serán encarcelados, otros serán exiliados, y otros serán tratados como esclavos.

Elena de White nos avisa:

“Los miembros de la iglesia serán probados individualmente. Serán puestos en circunstancias donde se verán obligados a dar testimonio por la verdad. Muchos serán llamados a hablar ante concilios y tribunales, tal vez por separado y a solas”.[ix]

Quiero recordarle que el sábado debería ocupar un lugar central en nuestra adoración a Dios. Siendo el memorial de la creación, el sábado revela las razones por las cuales Dios debe ser adorado: él es el creador, y nosotros sus criaturas. El sábado, por lo tanto, representa la propia base de la adoración divina, pues enseña esta gran verdad del modo más impresionante, como ninguna otra institución lo hace. La verdadera base de toda adoración a Dios, no solo aquella practicada en el séptimo día, sino toda la adoración, se encuentra en la distinción entre el Creador y sus criaturas. Este grandioso hecho jamás podrá volverse obsoleto, ni debe jamás ser olvidado. Fue para conservar esa verdad para siempre delante de la raza humana que Dios instituyó el sábado.[x]

Es cierto que a veces tenemos que enfrentar resistencia debido a nuestro compromiso de guardar el santo sábado. Parece arbitrario e inexplicable a los ojos del mundo dejar todo durante un día por razones meramente religiosas. Pero la debida observancia del sábado es un testimonio de que elegimos obedecer a Dios. El sábado será una prueba especial en el tiempo del fin, y todos tendremos que elegir entre ser fieles a la Palabra de Dios o a la autoridad humana.[xi]

Quien quiera mantenerse fiel al sábado bíblico, pagará un alto precio por eso. Pero aquellos que hoy son débiles para guardar el Día del Señor, no sufrirán persecución, pero tampoco serán salvos.

  1. Una tercera razón para el zarandeo y la caída de muchos será el rechazo del mensaje de Dios a Laodicea

¿Cuál es el mensaje a Laodicea? Apocalipsis 3:15-19.

“Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. !!Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete”.

Los que perseveren en su indiferencia, y no reciban humildemente la amonestación de Cristo contenida en el mensaje a Laodicea, serán vomitados o expelidos de la iglesia de Cristo en el tiempo del zarandeo.[xii]

Elena de White escribió:

“Algunos no soportarán este testimonio directo [el mensaje de Dios a la iglesia de Laodicea], sino que se levantarán contra él, y esto es lo que causará un zarandeo en el pueblo de Dios”.[xiii]

El mensaje a Laodicea nos invita a un cristianismo de verdad, de compromiso, un cristianismo que depende de Cristo, de su salvación, de su Palabra. Algunos no quieren y no querrán eso; prefieren vivir su religiosidad antropocéntrica, su espiritualidad cultural relevante, su activismo político-religioso, su religión puramente social, sus causas humanistas, su teología posmoderna y sincrética. Quien crea y viva así, distanciándose de la fe bíblica, apostatará de la fe en Cristo.

  1. Una cuarta razón para el zarandeo y la caída de muchos será el conocimiento superficial que llevará a las personas a dejarse desviar por falsas doctrinas

“Lo experimentado en lo pasado se repetirá. En lo porvenir las supersticiones satánicas cobrarán formas nuevas. El error será presentado de un modo agradable y halagüeño. Falsas teorías, revestidas de luz, serán presentadas al pueblo de Dios. Así procurará Satanás engañar a los mismos escogidos, si fuere posible. Se ejercerán influencias extremadamente seductoras e hipnotizarán las mentes”.[xiv]

Y ocurre que las personas no serán capaces de identificar las falsas doctrinas, porque su conocimiento doctrinal será mucho más débil para verificar lo que es verdadero y lo que es una mentira.

¿Cómo debemos prepararnos para enfrentar el zarandeo y la ola de apostasía?

  1. Mantengamos constante y profunda comunión con Dios, cultivando una vida de oración y estudio de la Palabra

El apóstol Pablo amonesta: “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga” (1 Corintios 10:12). Todos seremos probados, pero no es necesario que nadie caiga.

La única manera de pasar ilesos por la prueba del zarandeo es mantener una constante y profunda comunión con el Cielo, una vida de oración continua, y una actitud de estudio incesante de las Escrituras y del Espíritu de Profecía, así como la entrega completa de la vida a Dios para obedecerlo y trabajar por los perdidos.

  1. Fortalezcamos y solidifiquemos nuestra fe mediante la relación con los hermanos: cultos, escuela sabática y grupos pequeños

Participar con aquellos que profesan nuestra fe, nuestros valores, nuestras esperanzas, es algo poderoso.

  1. ¡Participemos personalmente en la misión!

Seamos instrumentos para la salvación de otros, y así nuestra propia fe será confirmada.

EL FUERTE CLAMOR Y LA TERMINACIÓN DE LA OBRA

El fuerte clamor será un tiempo especial en el que el mensaje de la caída de Babilonia y el llamado a los sinceros para que salgan de ella serán dados de manera clara, directa y poderosa. Esto determinará la persecución y la controversia, sin embargo, el Señor dará poder a sus hijos e hijas para realizar una obra milagrosa, y para esto se valdrá de elementos humildes, despojados del yo, pero llenos del Espíritu. La apatía será sacudida, y la iglesia entera participará de la tarea salvadora de personas.

En Apocalipsis 18:1, otro ángel es descripto como descendiendo del cielo con gran poder, y la Tierra es iluminada con su gloria. Este ángel no representa un nuevo mensaje, sino un NUEVO PODER que acompañará la predicación del mensaje de los tres ángeles, de manera que, con eficacia, toda nación, tribu, lengua y pueblo sean advertidos. Esto hará que la predicación promovida por el pueblo de Dios se convierta en un fuerte clamor, y que alcance todos los lugares de la Tierra. La tarea será concluida en un tiempo extraordinariamente breve.[xv]

En el fuerte clamor, el mensaje será proclamado con fe y valentía. Dios ordenará a sus siervos que presenten el último llamado de la misericordia divina al mundo. Y los siervos de Dios no permanecerán silenciosos; ellos no tendrán miedo de nada; enfrentarán los desafíos del deber y dejarán los resultados a Dios.[xvi]

Además de eso, en el fuerte clamor la predicación del evangelio ocurrirá de manera rápida y milagrosa. Los “siervos de Dios con semblantes iluminados y resplandecientes de santa consagración, y se apresurarán de lugar en lugar para proclamar el mensaje celestial. Miles de voces predicarán el mensaje por toda la tierra. Se realizarán milagros, los enfermos sanarán y signos y prodigios seguirán a los creyentes. Satanás también efectuará sus falsos milagros, al punto de hacer caer fuego del cielo a la vista de los hombres. Apocalipsis 13:13. Es así como los habitantes de la tierra tendrán que decidirse en pro o en contra de la verdad”.[xvii]

En el fuerte clamor la verdad se volverá algo muy precioso. “Los rayos de luz penetrarán por todas partes, la verdad aparecerá en toda su claridad, y los sinceros hijos de Dios romperán las ligaduras que los tenían sujetos. Los lazos de familia y las relaciones de la iglesia serán impotentes para detenerlos. La verdad les será más preciosa que cualquier otra cosa. A pesar de los poderes coligados contra la verdad, un sinnúmero de personas se alistará en las filas del Señor”.[xviii]

Debido a las maravillosas obras de la providencia divina, montañas de dificultades serán removidas. El mensaje que tanta importancia tiene para los habitantes de la Tierra, será oído y comprendido. Hombres y mujeres discernirán la verdad. La obra progresará más y más hasta que la Tierra entera sea advertida; entonces vendrá el fin.

CIERRE DE LA PUERTA DE LA GRACIA: ¡LA SALVACIÓN ES AHORA!

El fuerte clamor será esencial porque será la última oportunidad de advertencia y salvación para el mundo.

Leamos Apocalipsis 22:10-12.

“Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca. El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”.

También leamos Juan 10:9.

“Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos”.

Jesús es la Puerta, y solo podemos entrar al cielo a través de Jesús. Él es un Don de gracia para nosotros. Y si Cristo es la Puerta y la Gracia, entonces podemos decir que mientras él esté intercediendo por nosotros ante Dios, la Puerta de la Gracia estará abierta.

Hoy, Cristo intercede por nosotros, dice Romanos 8:34. Pero llegará el momento en que esa intercesión terminará. Así, el cierre de la Puerta de la Gracia es una acción doble:

  • Es el fin del ministerio de Cristo en el cielo;
  • Es el fin del ministerio del Espíritu Santo.

La puerta estará cerrada cuando Cristo diga “está consumado” y deje de interceder por nosotros ante el Padre. ¡Eso está por ocurrir! ¡Por eso es hora de tomar una decisión!

¡La puerta de la gracia siempre estuvo abierta! En el Edén la puerta se abrió. En el diluvio, la puerta se abrió. En la cruz, la puerta se abrió. Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia.

“[…] he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar” (Apocalipsis 3:8). Hoy, la puerta de la gracia está abierta para todos. ¡Aproveche!

¡Pero la puerta de la gracia va a cerrarse! En el Edén, la puerta se cerró. En el diluvio, la puerta se cerró. La puerta se cierra para quien muere. La puerta se cerrará para quien insiste en rechazar el amor de Dios. Elena G. White advierte:

“La hora de crisis va avecinándose gradualmente. El sol brilla en el cielo, recorriendo su camino habitual, y los cielos todavía declaran la gloria de Dios. Los hombres siguen comiendo y bebiendo, plantando y edificando, casándose y dándose en casamiento. Los comerciantes continúan comprando y vendiendo. Los hombres se atropellan mutuamente por alcanzar el puesto más alto. Los amantes de los placeres siguen aglomerándose en [los lugares de diversión y placer]. Prevalece la más alta excitación, y sin embargo el tiempo de gracia está terminando rápidamente, y cada caso está por ser decidido para la eternidad. Satanás ve que su tiempo es corto. Él ha puesto en acción a todos sus agentes a fin de que los hombres sean engañados, estén alucinados, ocupados y fascinados hasta que el día de gracia termine, y la puerta de la misericordia se cierre para siempre”.[xix]

¿Cuándo ocurre el cierre de la puerta de la gracia?

A medida que el tiempo pasa, el Espíritu de Dios está siendo retirado de la Tierra, y las calamidades son seguidas por más calamidades, en tierra y mar. Cada día habrá más tempestades, terremotos, incendios, inundaciones, homicidios de toda especie. ¿Quién puede leer el futuro? ¿Dónde está la seguridad? No hay seguridad en ninguna cosa humana. Satanás ve que su tiempo es corto, y por eso ha puesto en marcha todas sus fuerzas a fin de que las personas sean engañadas, seducidas y atrapadas hasta que el día de la gracia haya terminado, y la puerta de la misericordia esté cerrada para siempre.

“Cuando Cristo acabe su obra mediadora en favor del hombre, entonces empezará ese tiempo de aflicción. Entonces la suerte de cada alma habrá sido decidida, y ya no habrá sangre expiatoria para limpiarnos del pecado. Cuando Cristo deje su posición de intercesor ante Dios, se anunciará solemnemente: “El que es injusto, sea injusto todavía: y el que es sucio, ensúciese todavía: y el que es justo, sea todavía justificado: y el santo sea santificado todavía.” Apocalipsis 22:11. Entonces el Espíritu que reprime el mal se retirará de la tierra”.[xx]

“Cuando haya terminado este examen, cuando se haya fallado respecto de los que en todos los siglos han profesado ser discípulos de Cristo, entonces y no antes habrá terminado el tiempo de gracia, y será cerrada la puerta de misericordia. Así que las palabras: ‘Las que estaban preparadas entraron con él a las bodas, y fue cerrada la puerta’, nos conducen a través del ministerio final del Salvador, hasta el momento en que quedará terminada la gran obra de la salvación del hombre”.[xxi]

Es angustiante saber que habrá un tiempo en que los hijos e hijas de Dios vivirán sin intercesor. ¡Pero es cierto! Elena G. White escribió:

“Al salir Jesús del lugar santísimo, oí el tintineo de las campanillas de su túnica. Una tenebrosa nube cubrió entonces a los habitantes de la tierra. Ya no había mediador entre el hombre culpable y un Dios ofendido. Mientras Jesús estuvo interpuesto entre Dios y el pecador, tuvo la gente un freno; pero cuando dejó de estar entre el hombre y el Padre, desapareció el freno y Satanás tuvo completo dominio sobre los finalmente impenitentes. Era imposible que fuesen derramadas las plagas mientras Jesús oficiase en el santuario; pero al terminar su obra allí y cesar su intercesión, nada detiene ya la ira de Dios que cae furiosamente sobre la desamparada cabeza del culpable pecador que descuidó la salvación y aborreció las reprensiones. En aquel terrible momento, después de cesar la mediación de Jesús, a los santos les toca vivir sin intercesor en presencia del Dios santo”.[xxii]

CONCLUSIÓN

Solamente Dios tiene la llave de la puerta de la gracia. Pero todos nosotros podemos abrir la puerta de nuestro corazón. Por eso quiero recordarles lo siguiente: Cristo resucitó para confirmar la victoria sobre el pecado. Cristo quiere resucitar su fe, su esperanza y todo lo que está muriendo dentro de ustedes. Solo él puede reorganizar la vida del ser humano. Reciban ahora su victoria por la sangre de Jesús.

Tal vez en este momento estén pensando: “Pastor Adolfo, usted no conoce la realidad de mi vida, mis angustias, mis desesperaciones. No sé qué hacer para prepararme para las crisis del tiempo del fin”. Es cierto, hermanos, hermanas; no los conozco.

Pero sé lo que está escrito en 1 Pedro 5:7.

“echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”.

¡Hagan eso con fe!

“Pero, yo no tengo fe”.

¿No tienen fe? Aquí hay tres orientaciones eficaces para desarrollar la fe en Dios: (1) Pidan a Dios que él aumente su fe; (2) lean la Palabra de Dios todos los días, y ustedes conocerán mejor a Dios y como él actúa; eso fortalecerá su fe en él; (3) oren fervorosamente a Dios; cuanto más mantengan la comunión con él en oración, más se fortalecerá su fe.

Ahora, escuchen las palabras de Dios para ustedes: “Yo conozco sus lágrimas de tristeza; yo también lloré y estuve triste. Por eso, esos pesares demasiado profundos que ustedes no le cuentan a nadie, yo los conozco. Hija mía, hijo mío, no piensen que están perdidos y abandonados. Aunque su dolor no despierte la sensibilidad de nadie, sepan que, si miran hacia mí y confían, YO les daré fuerzas para recomenzar”.

Entonces, guarden esto en su corazón: su Padre Celestial está listo para ayudarlos. Entreguen su vida ahora, pues ahora es el momento oportuno para la salvación.

¡Amén!

[i] Disponible aquí: https://www.sitedopastor.com.br/o-naufrago/. Acesso el 17 de junio de 2020.

[ii] Fernando Chaij. Preparação para a Crise Final. Tatuí, SP: Casa Publicadora Brasileña, 2007, p. 64.

[iii] Elena G. White. Joyas de los testimonios, t. 3, p. 312.

[iv] Elena G. White. Testimonios para la iglesia, t. 1, p. 97.

[v] Fernando Chaij. Preparação para a Crise Final. Tatuí, SP: Casa Publicadora Brasileña, 2007, p. 64.

[vi] Elena G. White. Testimonios para la iglesia, t. 1, p. 379.

[vii] Elena G. White. Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 54.

[viii] Elena G. White. Primeros escritos, p. 270, 271.

[ix] Elena G. White. Joyas de los testimonios, t. 2, p. 164.

[x] Associação Ministerial da Associação Geral dos Adventistas do Sétimo Dia. Nisto Cremos. Tatuí, SP: Casa Publicadora Brasileña, 2018, p. 317.

[xi] Documento “Observar o Sábado nas Instituições Adventistas”.

[xii] Fernando Chaij. Preparação para a Crise Final. Tatuí, SP: Casa Publicadora Brasileña, 2007, p. 67.

[xiii] Elena G. White. Primeros escritos, p. 270.

[xiv] Elena G. White. Joyas de los testimonios, t. 3, p. 271.

[xv] Fernando Chaij. Preparação para a Crise Final. Tatuí, SP: Casa Publicadora Brasileña, 2007, p. 73.

[xvi] Elena G. White. El conflicto de los siglos, p. 594.

[xvii] Elena G. White. El conflicto de los siglos, p. 597.

[xviii] Elena G. White. El conflicto de los siglos, p. 597.

[xix] Elena G. White. Servicio cristiano, p. 65.

[xx] Elena G. White. Patriarcas y profetas, p. 199.

[xxi] Elena G. White. El conflicto de los siglos, p. 424.

[xxii] Elena G. White. Primeros escritos, p. 280.

 

 

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